MIERCOLES 26 DE ABRIL DE 2000
Ť Se dañó demasiado al campo, afirma Zedillo
Los programas agropecuarios de hoy, ajenos al populismo
Ť La economía, dice, más sólida que en los últimos treinta años
Angélica Enciso L. Ť Los programas agropecuarios que se instrumentan actualmente han abandonado el populismo y el clientelismo que tanto daño hicieron al campo durante muchos años, señaló el presidente Ernesto Zedillo, y destacó que los recursos se entregan directamente a los productores "sin ninguna distinción política" y después de un trabajo serio de búsqueda de consensos con autoridades estatales y organizaciones.
Al clausurar la 23 Asamblea de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), el mandatario aseguró que "la economía tiene hoy bases más sólidas. Estas bases más sólidas no lo son sólo respecto de la emergencia económica de 1995, sino estoy seguro que respecto de los últimos 30 años".
Dijo que el gobierno conduce la política agropecuaria con la convicción de que el campo tiene salidas productivas y soluciones a sus problemas sociales, y aseveró que el desarrollo nacional no estará completo sin un "vigoroso desarrollo" del agro.
Luego de haber escuchado los planteamientos del líder de la CNPR, José Bonilla Robles, quien mencionó que aun con los resultados que se han registrado en el sector "es claro que el campo mexicano necesita más apoyos", el jefe del Ejecutivo indicó que un objetivo básico en la política del sector ha sido elevar la productividad y el ingreso de quienes trabajan la tierra.
Enumeró aspectos en los que se han registrado avances, como el de la seguridad jurídica, la cual consideró que constituye una base indispensable para capitalizar las unidades productivas, incrementar el acceso al crédito e incorporar a más productores en los programas de fomento agropecuario.
Recordó que la meta original de titulación en el sexenio actual era de 30 mil predios, cifra que ha sido rebasada, pues se han expedido 46 mil 800 títulos, lo cual es 56 por ciento más de lo previsto; además, cerca de 45 mil casos correspondieron a poseedores de tierra residentes en municipios con presencia indígena.
Se refirió al crecimiento productivo que desde 1995 se presentó en todos los rubros de la producción agropecuaria, es decir, a tasas superiores al crecimiento de la población. "Esto quiere decir que hoy existe en México una oferta mayor y más diversificada de alimentos y una mayor disponibilidad de materias primas para la industria y la ganadería", precisó.
El incremento registrado en la producción y en las exportaciones agropecuarias se ha dado pese a las dificultades climáticas de estos años, lo cual "quiere decir que la política que estamos desarrollando con los gobiernos estatales y los productores está bien encaminada".
Destacó que a programas como el de reconversión productiva se les seguirá dando la mayor importancia y que en este momento los apoyos por fenómenos meteorológicos adversos han constituido un respaldo importante para generar fuentes de empleo transitorias en beneficio de pequeños productores y jornaleros en las zonas afectadas.
En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, el mandatario dijo a integrantes de la CNPR que la capitalización del campo llevará también a la creación de empleos y que en ello también actúa la mayor estabilidad que se está consiguiendo en la economía.
Agradeció a Bonilla el reconocimiento de que México es el país que más apoyos otorga al sector agropecuario, medido en relación con el producto interno bruto del sector y el total de la economía.
El líder de la CNPR dijo al Presidente que ante la dificultad de lograr un incremento de subsidios para los productores nacionales, "deberá pugnarse, como es la tendencia en el mundo, por bajar o desaparecer los que otorgan los países poderosos". Precisó que hay dos vías: una moderación de los altos subsidios de las economías más ricas o mayores apoyos para nuestros productores.
Después, en entrevista, precisó que las diferencias entre los subsidios que otorga México y los países con los que compite son abismales. México destinó mil 300 millones de dólares en 1999, frente a 92 mil 600 millones de dólares, de EU, y 144 mil millones de dólares, de la Unión Europea.
Bonilla Robles propuso que se apliquen aranceles a las importaciones de granos y que los recursos recaudados se utilicen para ampliar la cobertura de Procampo; que se decomisen los granos introducidos ilegalmente al país, sobre todo maíz y frijol, que tanto dañan al productor nacional, y que los apoyos a la comercialización también beneficien a frijol, café y cacao.