MARTES 25 DE ABRIL DE 2000
Ť Inaugura con Bush el puente Nuevo Laredo III
Cooperación y diálogo, pide Zedillo en política fronteriza
Ť El republicano aprovechó para hacer promesas de campaña
Rosa Elvira Vargas, enviada, Nuevo Laredo, Tamps., 24 de abril Ť Para una misma ocasión, mensajes y ópticas distintos. Mientras el presidente Ernesto Zedillo aprovechó la inauguración del puente fronterizo Nuevo Laredo III para hacer una revisión de la agenda bilateral en el área limítrofe entre México y Estados Unidos, y resaltar el ideal de una línea común sin traficantes de drogas ni de personas, sin violencia ni maltrato, George W. Bush, todavía gobernador de Texas pero de lleno en la batalla por la presidencia de su país, ensayó visión de estadista y apuró el compromiso de impulsar, desde la Casa Blanca, tratados de libre comercio desde Alaska hasta el Cabo de Hornos.
Una vez concluida la ceremonia, ambos personajes se reunieron en privado por poco más de 30 minutos. Por ese carácter del encuentro, nada trascendió sobre su contenido, pero es de suponerse que fue terso: el republicano había llamado antes a Zedillo ''nueva estrella joven en el ambiente mexicano'', mientras que el mandatario ponderó en Bush su ''profundo aprecio'' por los mexicanos y su cultura.
Y es que el texano no era aquí, como ya no lo es en ningún lado, sólo el gobernador del poderoso estado de la Unión. No sólo lo que dice, sino la logística que se monta a su alrededor, los periodistas que lo acompañan y la cantidad de agentes del Servicio Secreto que lo cuidan, marcan con precisión que sus vuelos y miras ya son otros.
Incluso, el embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, dio otra dimensión a la cita, pues a diferencia de otras ocasiones cuando algún gobernador de su país viene de visita y deslinda entre lo local y su responsabilidad federal en la diplomacia para ausentarse de las actividades programadas, hoy viajó en el avión presidencial donde quizá habrá reiterado al presidente Zedillo la preocupación que apenas expuso el domingo, en el sentido de que la vida del mandatario, así como la del procurador general de la República, Jorge Madrazo, "están en riesgo'' por la amenaza de los narcotraficantes.
Renovado entendimiento político: Zedillo
Pero este lunes, en la parte mexicana del nuevo puente que los estadunidenses bautizaron como "Comercio Mundial'', el jefe del Ejecutivo destacó que existe un renovado entendimiento político entre los dos países, "en lo que hemos denominado una nueva visión de la frontera''.
Estableció que para la atención de la problemática que en ambos lados de la línea divisoria enfrentan once millones de personas, en el último lustro se ha duplicado el número de grupos binacionales. La premisa para esta política fronteriza, subrayó, es "cooperación y diálogo'', y de ellas depende el avance en temas "que son de especial importancia para los mexicanos''.
Tales puntos, precisó Zedillo, son los relativos a la protección de migrantes y al combate a la delincuencia. Los mexicanos "queremos una frontera ágil y segura'' en ambos lados de la línea; una frontera "sin traficantes de droga y sin traficantes de personas'', sin violencia, sin maltrato para ninguna persona. En suma, una frontera "digna de los pueblos que viven tanto al sur como al norte''.
Bush por su parte, si bien no modificó el discurso de muchos políticos estadunidenses cuando se refieren a México, dijo que ya se superó la visión que situaba la relación de bilateral como destinada a la desconfianza y a la división. Hoy, subrayó, "los resultados de nuestra amistad son reales'', pues "somos socios en el comercio y amigos, porque hemos decidido cambiar la historia''. Rechazó entonces, la visión que ubicaba la relación de México y Estados Unidos como de "vecinos distantes'' y por ser naciones divididas por la historia, la cultura y la economía. Eso se ha superado, y como en todas las sociedades con vínculos de amistad, "los beneficios y los medios, así como el respeto, tienen que caminar en ambos sentidos''.
Los dos países, además de una frontera común, comparten intereses y tienen mucho que ganar en lo cultural y en la "buena voluntad'' recíprocas. La tesis de Bush fue también que "mientras más comercio haya entre nosotros, mejor nos entenderemos''. Y para ilustrar su fe en el libre intercambio de mercancías, aludió, sin mencionarlo, a su padre, el ex presidente.
"Nuestros últimos presidentes han intentado lograr metas del Tratado de Libre Comercio y me da mucho gusto decir que uno de los mandatarios a quien yo conozco muy bien fue el que firmó ese acuerdo como precedente para todo el hemisferio y lograr el comercio libre, que es un sistema que ofrece obligaciones y cumplimientos, y que ofrece democracia y libertad para todos'', dijo y de paso señaló que pedirá al Congreso que le dé fast track para negociar tratados comerciales con todas las naciones de América.
Porque, sabedor de que su mensaje distaría mucho de quedarse en el plano fronterizo de los dos Laredos, el republicano se comprometió a que "como presidente miraré hacia el sur''.
Resultado de invitar a incondicionales
Curiosamente, cosas del localismo o de invitar sólo a incondicionales, la presencia del presidente mexicano y del que pudiera ser el próximo mandatario de Estados Unidos no despertó tanta algarabía entre los tres mil asistentes -decenas de ellos estudiantes de primaria-, como la intervención del alcalde Horacio Garza. Fue tan notorio el grado que alcanzó en el aplausómetro, que Bush comentó con el secretario de Comunicaciones, Carlos Ruiz Sacristán, sentado a su lado en el templete, que el munícipe había acarreado para la ceremonia a todos sus primos.
El puente Nuevo Laredo III costó 340 millones de pesos en los 148.9 metros que corresponden al lado mexicano. Su extensión total es de 297 metros y la inversión incluye ocho carriles de circulación, puerto fronterizo, y la denominada "obra extraordinaria''. El gobierno federal invirtió en esta infraestructura y la tiene con concesión. Se estima que este paso recibirá un promedio diario anual de más de 800 mil vehículos comerciales o de carga en su primer año de operación y que subirá a un millón 212 mil en los subsecuentes.
En opinión de Bush la mitad de todas las exportaciones hacia México pasan por Texas, mientras que Zedillo resaltó que prácticamente en cada uno de los años del actual sexenio se ha construido un nuevo puente internacional en la frontera norte.
El nuevo enlace, destacó, hará más ágil el tránsito comercial y permitirá beneficios concretos en términos de empleos y mejores salarios.