SABADO 22 DE ABRIL DE 2000

* Proponen un cambio de fondo en las políticas económicas y sociales


Prevén expertos enormes costos para el equipamiento urbano

* Miembros de El Colegio de México, la UNAM y el Colegio de Arquitectos realizan análisis prospectivo

Víctor Ballinas /II y última * El proceso de urbanización en las primeras dos décadas del siglo XXI "impondrá costosas y enormes exigencias de infraestructura productiva, equipamiento y servicios en las ciudades, así como fuertes presiones sobre el medio ambiente y los recursos naturales que será necesario detener. El reto no será fácil, en virtud de que la quinta parte del espacio territorial de las 341 ciudades del país presentan considerables déficits", advierte un grupo de expertos de El Colegio de México, del de Arquitectos y de la UNAM.

En la investigación México 2020, un enfoque territorial del desarrollo en su vertiente urbana, plantean que en las dos últimas décadas el problema de la pobreza en México se agravó y hoy se extiende por todo el país, y además, de acuerdo con las tendencias demográficas, en dos décadas habrá 22.5 millones de nuevos mexicanos -lo que equivale a la población de 17 estados- que demandarán también servicios y empleo.

Y si en el presente siglo las demandas de empleo, vivienda y servicios han sido superiores a los recursos de la administración pública, del sector privado y de los esfuerzos de la población, indican los especialistas, es necesario un cambio de fondo en las políticas económicas y sociales para poder hacerles frente.

En ese contexto de incremento de la pobreza, el grupo de expertos -contratados como consultores por la Sedeso- propone un nuevo ordenamiento territorial que integre acciones de desarrollo social, económico, político y ambiental, para "guiar el crecimiento económico, los flujos migratorios y reducir las brechas de la desigualdad social".

Así, proponen que de acuerdo con las características económicas, sociales y geográficas de las 117 ciudades principales del sistema urbano nacional -el cual consta de 341 urbes-, se privilegie a aquellos núcleos que por su localización dentro de los principales corredores demográficos y económicos consolidados presentan una tendencia de apertura con los mercados de Estados Unidos y Canadá.

Ello, explican los consultores, porque con la apertura económica y la puesta en marcha del TLC, el escenario que se vislumbra en el país es que en los próximos 20 años el eje del crecimiento económico se situará en el triángulo integrado por las zonas metropolitanas del valle de México, Guadalajara y Monterrey, con algunas ramificaciones hacia ciudades relativamente cercanas como Torreón, Saltillo, Chihuahua y Ciudad Juárez, en la región norte-centro.

Los análisis prospectivos indican que el crecimiento económico y urbano nacional apunta al fortalecimiento del triángulo citado, en particular por el proceso de integración económica con las ciudades de la costa este de Estados Unidos, aunque combinado con fórmulas de articulación internacional entre las cuales sobresale el caso de Cancún, en el Caribe mexicano, sostiene el estudio.

El TLC, se puntualiza, influye en la distribución territorial de la población -atrae migrantes hacia las zonas fronterizas y polos de desarrollo-, con el crecimiento significativo de las ciudades ubicadas en la frontera norte y de las que integran un cinturón inmediato, en donde la maquila ha recibido un fuerte impulso. Sin embargo, se añade, los efectos territoriales de esta inversión tienden a incrementar las disparidades regionales.

Se plantea asimismo que en las ciudades fronterizas se ha presentado un crecimiento acelerado que ha superado la capacidad local de ordenar el desarrollo, si bien se ha mantenido un crecimiento en el empleo, éste es selectivo por edad y por género.

Respecto de la ciudad de México y su zona metropolitana, se advierte que por su elevada concentración demográfica y de actividades económicas mantendrá su elevada primacía y continuará fungiendo como "el principal centro económico, industrial, financiero, político y cultural del país, aunque con procesos de refuncionalización y relocalización de actividades económicas, lo que consolidará el anillo de ciudades que la rodea".

De esa forma, se expone en la investigación, ciudades como Cuernavaca, Querétaro, Pachuca, Puebla, Tlaxcala y Toluca se integrarán más intensamente con la zona metropolitana del valle de México, "aunque la intensidad de su dominio se reducirá".

En el estudio se precisa que la importancia de esta zona metropolitana se reducirá en términos relativos, aunque aumentará en cifras absolutas: "En el año 2020 su población representará 18.4 por ciento del total nacional, y entre 1995 y 2020 es muy probable que su contribución al PIB nacional se vea reducida al pasar de 30.8 por ciento al 23.8".

Los investigadores y académicos resaltan que ante la caída de la concentración económica de la zona metropolitana del valle de México, otras ciudades como Monterrey y Guadalajara se fortalecerán.

El área de influencia de esas zonas metropolitanas abarca los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Zacatecas. "Las tendencias observadas en materia de crecimiento económico, industrial, servicios, equipamiento urbano, infraestructura de comunicaciones y transportes indican que se fortalecerán, lo que permitirá potenciar esa región", se puntualiza.

El grupo de expertos considera que la zona metropolitana de Guadalajara se localiza en un lugar estratégico tanto por su relación con el centro del país como por su funcionalidad hacia el corredor del Pacífico, donde se encuentran centros importantes como Hermosillo, Culiacán, Mazatlán y Los Mochis, que cuentan con ventajas competitivas respecto al comercio con Estados Unidos, y que en el marco del TLC mantendrán su competitividad.

Otro lugar importante, abundan, será la zona metropolitana de Monterrey, que domina funcionalmente ya el noreste del país y centraliza las interrelaciones urbanas con los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.

El potencial industrial y humano

En el estudio se prevé que Monterrey aprovechará su gran potencial industrial y humano, su eficiencia económica, el alto nivel de bienestar social, su función central en el noreste del país y sus ventajas de localización respecto de los mercados estadunidenses, con lo cual consolidaría su liderazgo en el área y se ubicaría como el principal lugar central integrador o intermediario entre el centro de México y Estados Unidos, a través de dos corredores, uno hacia la zona metropolitana del Valle de México, y otro hacia Guadalajara.

Los investigadores que participaron en la investigación indican que es previsible el aumento constante de la población, de manera que entre el año 2000 y el 2020 habrá 22.5 millones de mexicanos más, lo que equivale a la población existente en 17 estados, de acuerdo con datos de 1995. Para atenderlos, el gobierno federal deberá realizar fuertes inversiones y dotar de infraestructura social a las ciudades que lo demandarán.

Explican en el estudio que para la elaboración del diagnóstico y el análisis prospectivo tomaron como referencia 117 ciudades con una población mayor cada una de 50 mil habitantes, y que para 1995, según datos del Consejo Nacional de Población, superaron los 57 millones de habitantes.

Asimismo pronostican que en el periodo 2000-2020, 13 núcleos urbanos lograrán un crecimiento anual de 5 a 6.5 por ciento: Querétaro, Tijuana, Ciudad Acuña, Tecate, San Juan del Río, Saltillo-Ramos, Arteaga- Aguascalientes, Ensenada, Piedras Negras, Monclova-Frontera, Agua Prieta, Nogales y Ciudad Victoria.

Otros 15 conjuntos registrarán en ese mismo periodo un crecimiento del PIB de entre 4 y 5 por ciento: Matamoros, Mexicali, Chihuahua, Reynosa-Río Bravo, Torreón-Gómez Palacio-Lerdo, Ciudad Juárez, Tehuacán, Tampico-Madero-Altamira, Hidalgo del Parral, Nuevo Laredo, Cuauhtémoc, Puebla, Delicias, Bahías de Huatulco y Hermosillo.

Del grupo de 117 ciudades del sistema urbano nacional, 18 registrarán un crecimiento del PIB de entre 3.15 y 4 por ciento: Lázaro Cárdenas, Navojoa, Apizaco, Ciudad del Carmen, Coatzacoalcos, Jalapa, Banderilla-Coatepec, Tlaxcala, Calpulalpan, Ciudad Mante, Cancún, Durango, Monterrey, Huamantla, Minatitlán-Cosoleacaque, Ixtapa-Zihuatanejo, Ciudad Obregón y Campeche.

También prevén que otro conjunto de ciudades tienen "aptitud alta para el desarrollo, o ciudades de primer nivel": Monterrey, Tijuana, Puebla, Ciudad Juárez, Querétaro, Mexicali, Aguascalientes, Ensenada, Hermosillo, Chihuahua, Saltillo-Ramos Arizpe-Coahuila, Reynosa-Río Bravo, Matamoros, Torreón, Nuevo Laredo, Monclova-Frontera, Veracruz-Boca del Río, Alvarado y Piedras Negras.