SABADO 22 DE ABRIL DE 2000

Ť El PRI defiende a mafias de traficantes, alerta


La economía nacional depende cada vez más del narco: OGD

Ť Los mexicanos tienen en promedio su primera experiencia con drogas a los 10 años, asegura la organización independiente

Gustavo Castillo García Ť México sigue siendo considerado uno de los principales centros mundiales del "narconegocio, y es posible que en los próximos años la producción, tráfico y lavado de dinero sean indispensables para la estabilidad económica del país, y con la ayuda de la impunidad, las organizaciones criminales continuarán financiando las actividades políticas, sobre todo al interior del PRI", afirma el informe 1998-1999 del Observatorio Geopolítico de las Drogas (OGD).

La organización internacional independiente y dedicada al análisis de la situación del tráfico de estupefacientes en el mundo considera que "los históricos decomisos anunciados por el gobierno mexicano y algunos arrestos de jefes criminales, son cosa normal en un contexto electoral".

Sostiene que "no se ha constatado ningún cambio importante en el combate al contrabando de drogas hacia Estados Unidos en los dos últimos años ni en las líneas orgánicas entre el poder político y el narcotráfico".

Puntualiza que "el estado de derecho sustenta en teoría la lucha contra el tráfico de estupefacientes, pero en la práctica la ley es ignorada una vez que toca a personajes susceptibles de poner en evidencia al sistema priísta y el control que éste ejerce sobre el Estado".

El OGD advierte que "aunque no es total la impunidad de los hombres del PRI", existe cierta garantía de complicidad en numerosos sectores, situación que junto con "la pobreza representa un obstáculo fundamental para una lucha eficaz contra el narcotráfico y el blanqueo de dinero".

Respecto al proceso electoral que se vive en México, la organización con sede en París, Francia, señala que "las denuncias de complicidad con el tráfico y lavado de dinero contra los adversarios políticos se han intensificado al interior de todos los partidos, y aunque no siempre son infundadas, estos señalamientos nunca son objeto de planteamientos formales y menos de persecución judicial".

El Observatorio Geopolítico de las Drogas asegura que "en realidad, los narcotraficantes mexicanos han estado históricamente subordinados al poder de los políticos pertenecientes al PRI" y afirma que visto el partido en su conjunto los capos de las drogas son controlados "mediante instituciones policiacas y militares.

"El gobierno de Estados Unidos no ignora este hecho, ya que sus propias agencias diplomáticas, policiacas y militares dan cuenta de esa anomalia desde los años 20 y, además, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) utilizó a traficantes mexicanos al menos una vez para poner en práctica su política externa en América Central en los 80".

El informe menciona que "de acuerdo con rumores difundidos en Washington, la decisión de no iniciar una investigación al Citibank no sería ajena a los donativos que la banca realizó a la campaña presidencial de William Clinton en 1995-1996". Son constantes las referencias que se hace de esa institución crediticia relacionadas con depósitos que posteriormente han sido considerados como operaciones de lavado de dinero y en las cuales también se han visto involucrados personajes de la política mexicana como Raúl Salinas de Gortari, Carlos Hank González y el fallecido Mario Ruiz Massieu.

Tres son las principales causas que ocasionan una lucha fallida contra el tráfico de estupefacientes por parte de las autoridades mexicanas, de acuerdo con el documento. La primera de ellas es la creciente violencia en diversas entidades y que alcanzó "niveles insólitos en 1999, tanto en ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, así como en otras del interior del país, como Guadalajara y Distrito Federal".

La segunda causa es la falta de cumplimiento en la aplicación de la ley y la tercera "la fuerte alza de consumo de sustancias ilícitas, en particular el crack y la cocaína".

Lo anterior se debe a que en México se ha registrado un importante aumento en el consumo de drogas y éste ha sido reconocido de manera oficial por la Secretaría de Salud. Apunta que en promedio a los 10 años los mexicanos prueban por primera vez una droga, y mientras que en 1993 3.9 por ciento de los mexicanos habían consumido estupefacientes, en 1997 la cifra pasó a 5.7 por ciento, por lo que deduce que "el mercado local es inmenso y lucrativo", dado que alrededor de la mitad de la población tiene 15 o menos años.

Los cárteles sientan sus reales

"Los intereses ligados a la droga, mexicanos o extranjeros, han sentado su imperio en el país, agregando a sus roles tradicionales de productores y transportistas a Estados Unidos, el de distribuidores en el mercado interior".

Respecto al consumo de cocaína, el informe destaca que el boom de este enervante "es consecuencia directa de los acuerdos logrados a inicios de los años 90 entre los narcos colombianos y sus socios mexicanos, ya que los sudamericanos pagan en especie los servicios" de los capos aztecas.

Para el OGD "la oferta se diversifica y productos prácticamente desconocidos hace unos años, como las drogas sintéticas (el éxtasis en particular) son ahora importados de Europa para ser comercializados en México"; el reporte agrega que "el cristal y las metanfetaminas fumables ganan terreno en el mercado local y la cocaína es ahora la segunda sustancia ilícita más consumida después de la mariguana".

La organización afirma que el uso de heroína se ha incrementado sobre todo en la frontera norte a consecuencia del aumento de la producción local de opio, "ligado sobre todo a la introducción de una variedad de amapola extranjera y cuya rentabilidad es mayor a las variedades nacionales".