SABADO 22 DE ABRIL DE 2000

Ť Admite que urge una "verdadera política social"


Brasil no es un país pobre, sino injusto, asegura Cardoso

Ť Indígenas, negros y sin tierras preparan magna manifestación

Ť La policía advierte que recurrirá a la fuerza "si es necesario"

Afp, Ap, Dpa, Reuters y Pl, Porto Seguro, 21 de abril Ť Brasil "no es un país pobre, sino injusto" donde es necesario desarrollar una verdadera política social, afirmó el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en una entrevista publicada hoy por el diario francés Le Figaro, en la víspera de las manifestaciones de indígenas, negros, campesinos sin tierras y militantes de los partidos de oposición en medio de los festejos por el aniversario número 500 del descubrimiento de Brasil.

Cardoso y su colega de Portugal, Jorge Sampaio, encabezarán las ceremonias oficiales en la ciudad de Porto Seguro, cuyas calles se encuentran vigiladas por unos 5 mil policías y mil soldados para prevenir incidentes durante la manifestación de este sábado que, según sus organizadores, reunirá a más de 15 mil personas.

Las protestas de miles de indígenas y negros es por la exclusión, el racismo y la injusticia que han vivido desde la llegada de los portugueses a las costas brasileñas, mientras que los sin tierras protestarán por la ineficaz reforma agraria.

BRAZIL_500_YEARS El dirigente opositor Partido de los Trabajadores, José Dirceu, afirmó que las protestas, en las que también participarán trabajadores y estudiantes, se realizarán en forma pacífica y no interferirán con la ceremonia oficial. Dirceu sostuvo que "por nuestra parte no habrá enfrentamiento, las manifestaciones forman parte de la democracia y el gobierno no puede impedir que nos manifestemos libremente"

El dirigente petista calificó la presencia de los soldados y los policías en Porto Seguro como una "represión típica de regímenes dictatoriales", y señaló que la unión de negros, indígenas, sindicalistas, campesinos y otros organismos sociales harán de la protesta del sábado algo "inédito que demuestra que la historia de Brasil está inacabada".

Unas 2 mil familias de campesinos sin tierras iniciaron una marcha hacia Porto Seguro desde un campamento instalado en la localidad de Eunápolis, a unos 56 kilómetros, portando machetes, palos e instrumentos de trabajo, lo que aumentó el temor de que ocurran disturbios durante los festejos del quinto centenario.

Los sin tierras se sumarán a los 2 mil participantes de la Conferencia Indígena que se realiza en una aldea de la etnia pataxó, a 16 kilómetros de Porto Seguro, en el estado de Bahía.

El vocero de la policía de Bahía, Cristovam Pinheiro, advirtió que se recurrirá incluso a la fuerza para impedir amenazas contra el orden público y "actuaremos con calma, pero si es necesario aplicaremos medidas rigurosas".

La dirigente campesina Lucía Barbosa declaró que no se sienten intimidados por la presencia de los policías y los soldados en Porto Seguro, y "no nos importa que nos repriman, sufrimos de represión todos los días, pero la diferencia es que esta vez estará la prensa como testigo de todo lo que pase".

En tanto, los más de 2 mil 500 indígenas reunidos en Coroa Vermelha, a las afueras de Porto Seguro, anunciaron que este sábado no acudirán a la audiencia fijada con el presidente Cardoso para presentarle las conclusiones del encuentro, planeado desde 1998, porque "no tiene que ser cuando él quiera o donde él quiera".

La Iglesia católica no ejerce un papel primordial en las celebraciones y fue excluida de los actos organizados por las etnias. Se prevé que la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil hará un mea culpa por el exterminio indígena y la esclavitud que siguió al descubrimiento durante su 38 Asamblea Nacional en Porto Seguro.