SABADO 22 DE ABRIL DE 2000
El cordón
* Luis Javier Garrido *
El gobierno de Ernesto Zedillo sigue oponiendo la sinrazón de la fuerza al derecho de los universitarios a defender a la UNAM y, a un año de estallada la huelga en defensa de la universidad pública más importante del continente, los balances que se hacen del conflicto no pueden ocultar un aspecto fundamental: la ineptitud de las autoridades para enfrentar la situación por la vía del diálogo.
1. Las autoridades han fracasado en su empeño por imponerse al Consejo General de Huelga de la UNAM por medio de la fuerza, pero lejos de entender que a través de la represión no pueden conseguir más que un mayor descrédito y que deben sentarse a dialogar de manera civilizada con el CGH prosiguen en una escalada de la violencia, que no puede conducir a ninguna salida.
2. El nuevo ingreso de la Policía Federal Preventiva (PFP) a las instalaciones de la Universidad Nacional (15 de abril) fue decidido por el gobierno buscando utilizarlo como una advertencia y como un símbolo. Como una advertencia de que puede seguir impunemente por la vía de la violencia represiva con tal de imponer sus programas, y como una señal para que los universitarios se habitúen a un marco de vida cotidiana en el que las fuerzas armadas, como una imagen del poder del Estado, están en todos los niveles de la vida cotidiana. Y, sin embargo, el resultado ha sido contraproducente.
3. El rechazo que ha producido la torpe decisión es casi unánime y la respuesta del CGH, tendiendo un cerco simbólico en torno a las instalaciones de Ciudad Universitaria (18 de abril), tiene también el valor de un símbolo: el de una comunidad que está dispuesta a todo para defender a su universidad.
4. Las autoridades del país y de la UNAM fallaron sobre todo a lo largo de estos meses en su pretensión de alcanzar un mínimo respaldo social para su proyecto de desmantelar a la UNAM, y deberían reconocerlo. Barnés no tuvo consenso alguno para su proyecto privatizador ni la ha tenido De la Fuente, que puede contar con toda la ayuda de Ernesto Zedillo, pero carece del respaldo de la comunidad universitaria: no lo tuvo en el fraudulento plebiscito de enero ni para la ocupación por la PFP de las instalaciones de la UNAM en febrero como no lo tiene ahora para mantener a estudiantes presos, sometidos a proceso o amenazados con órdenes de aprehensión ni para el regreso de la PFP a amedrentar a la comunidad universitaria. La pretensión de que con las seudo encuestas de El Noticiero del canal 2 (18 y 19 de abril) tiene algún tipo de aval para ello es una tontería, pues nadie cree en tales simulaciones que sólo contribuyen a desprestigiar a Televisa más de lo que está.
5. La nueva entrada de la anticonstitucional Policía Federal Preventiva en las instalaciones de la UNAM constituyó un acto de flagrante violación a la autonomía universitaria, pero también una afrenta a los universitarios y una violación a los derechos de los trabajadores sindicalizados que ha concitado, con razón, un repudio generalizado, sobre todo porque se sustentó en una mentira grotesca de la rectoría: una supuesta decisión del CGH para irse de nuevo a la huelga.
6. La decisión de las autoridades de privatizar a la UNAM las llevó a violentar el orden constitucional y legal de la República, y su ineptitud para enfrentar por la vía del diálogo el conflicto que generaron las está conduciendo a seguir violando una y otra vez la legalidad universitaria y del país. Con el propósito de mantener presos a estudiantes inocentes se han fabricado procesos monstruosos que deberían avergonzar a cualquier mexicano, y a fin de allanarse el camino para imponer la vigilancia policiaco militar en la UNAM, De la Fuente violentó al Consejo Universitario al que llevó a convalidar una decisión vergonzosa que llena de ignominia a todos sus componentes, violó el Contrato Colectivo con el STUNAM y ahora hace que las autoridades laborales se exhiban en una decisión contraria a Derecho (20 de abril) pretendiendo que no se está violando la ley: llevándose al país a una serie de violaciones, cada vez más abiertas, del orden jurídico.
7. Los dos últimos rectores neoliberales de la UNAM, Barnés y De la Fuente, han fracasado también en su intento por imponerse al CGH por medio de la corrupción. El gobierno federal logró utilizar al PRD en contra de la huelga, cuando los dirigentes de este partido aceptaron fungir como esquiroles en medio de la crisis ųevidenciando una falta de visión política y una carencia de principiosų, pero esto en nada cambió la situación por la reducida influencia de los perredistas en el movimiento estudiantil. Las filtraciones que a un año de iniciado el conflicto está haciendo el gobierno federal sobre los detalles de las negociaciones efectuadas en Bucareli por Carlos Imaz, Rosario Robles y Pablo Gómez para ayudar al gobierno a romper la huelga, o sobre el apoyo financiero y logístico del gobierno capitalino y del PRD a los "moderados" para que pudieran apoderarse del CGH (Milenio, 20 de abril) no hacen más que confirmar lo que ya se sabía.
8. El PRD asumió que podía aprovechar la lucha de los estudiantes de la UNAM y negociar a espaldas y en contra de ellos para enviar una señal a Washington de que, como los partidos social demócratas europeos, es el principal dique a las reivindicaciones de los movimientos populares. Y todo ello pretendiendo no darse cuenta de que si bien ese apoyo podría darle a sus militantes posiciones burocráticas al mismo tiempo lo hundía en el descrédito por haber abandonado los principios que le dieron origen. René Drucker es el coordinador de la Investigación Científica en la UNAM, pero ello a cambio de haberse lesionado de manera determinante las opciones electorales del PRD para el 2000.
9. La inercia autoritaria que muestra el grupo gobernante a finales de sexenio resulta tan preocupante como su creciente aislamiento de la sociedad, y por esto se multiplican las voces que alertan sobre su pretensión de destruir a la Universidad Nacional. La huelga se prolongó casi diez meses por la negativa de las autoridades a dialogar con los jóvenes con el propósito de utilizar la suspensión de labores para acelerar el desmantelamiento de la Universidad y ahora una vez más buscan confundir a la opinión para proseguir por esa vía.
10. El gobierno de Zedillo es en sus postrimerías la expresión de la sinrazón de la fuerza. La rectoría de la UNAM recuperó las instalaciones por la fuerza y sólo puede imponerse por medio de ésta, incapaz de entender por qué muchos universitarios se le oponen y se le seguirán oponiendo al defender un patrimonio de todos los mexicanos. *