SABADO 22 DE ABRIL DE 2000

* En los ochenta existían decenas de sitios para su ejecución; sólo quedan 3


El flamenco en México, en crisis; no hay espacios para su difusión

* El Mesón de Triana, Gitanerías y El Correo Español ofrecen números de mediana calidad

flamenco-6-jpg Mariana Norandi * El flamenco, ese arte gitano que embrujó a célebres personalidades, como Miles Davis, Manuel Machado o Federico García Lorca, vive actualmente momentos de gran esplendor, debido a su importante expansión regional e internacional, a su revalorización cultural y a su rico mestizaje evolutivo. Sin embargo, en México, país profundamente enraizado a la cultura española, esta expresión artística ha penetrado poco en las esferas del gusto y el conocimiento populares, por lo cual se mantiene en un plano elitista, pues aunque el público se sienta atraído por ese arte, no encuentra espacios donde poderlo disfrutar, donde poderse dejar atrapar por su misterio, su encanto y su magia.

 

La triada sobreviviente

 

Hasta mediados de los ochenta, el panorama del flamenco era significante en el país. Lugares como Olé Olé, El Duende o el famoso Corral de la Morería se llenaban cada noche bajo gritos de "ole" y toques de palmas. Los escenarios de estos lugares fueron zapateaos por los mejores tacones de España y de México.

Paradójicamente, ese ambiente empieza a decaer en México cuando el flamenco está en auge en el mundo. De las decenas de espacios que había para disfrutar de esa expresión artística, en la actualidad únicamente quedan tres: El Mesón de Triana, Gitanerías y El Correo Español de Iztapalapa.

* El Mesón de Triana. Considerado el único tablao de la ciudad, se ubica en Oaxaca 90, Roma. Este lugar, que opera desde 1987, intenta acercarse a lo que es un tablao español, presentando un espectáculo flamenco. El cuadro, integrado por un cantaor, Aric Nava; un flautista, Ramón Sánchez; un guitarrista, Santiago Aguilar; un percusionista, Héctor Aguilar (que toca el cajón, un instrumento de origen peruano que incorpora Paco de Lucía al flamenco y que consiste en una caja hueca a la que se le extraen diferentes sonidos), y cinco bailaoras (Isabel Treviño, Viridiana Ramírez, Marcela Moril, Ana María Liziaga y Chuny Amaya). El conjunto es mexicano pero dirigido por una bailaora española, Mercedes Amaya, sobrina de la famosa Carmen Amaya.

El grupo es de lo mejor que se puede encontrar en la ciudad en cuanto a flamenco, pero el lugar no reúne las condicionas óptimas para el desarrollo de un espectáculo de esas características. El escenario, además de pequeño, está rodeado de columnas que impiden el total seguimiento de la puesta. El hecho de tener que esquivar columnas, ocasiona que se pierdan la continuidad del baile y las expresiones del cantaor o del guitarrista, fundamentales en la interpretación y comprensión de esa expresión artística. Respecto de la decoración, en las paredes hay muchas fotos de tauromaquia, folclórica y personajes de la vida flamenca española que han visitado el lugar, como Cristina Hoyos o Paco de Lucía.

El grupo hace flamenco puro en el baile y actual en la música. Su guitarrista comenta al respecto: ''Lo que nosotros hacemos es allegarnos al flamenco actual, que es lo que se está haciendo ahora en España". Su hermano el percusionista añade: "el flamenco sale a la luz gracias a gente como Ketama o Gipsy Kings, y es eso lo que queremos hacer en México". (Martes a sábado, 12 de la noche, cover de 80 pesos).

* Gitanerías. La cantaora Dulce de Córdoba se lamenta: "Gitanerías ya no es lo que era. šDeberías haberlo conocido hace quince o veinte años! šPor allí ha pasado lo mejor de España! šAhora es disco, nada tiene que ver con el flamenco!".

Situado a pocas cuadras del Mesón, Gitanerías se encuentra en la calle Oaxaca 15. Fundado hace 50 años por españoles que querían dar a conocer a los mexicanos el arte de su tierra, fue el primer lugar de flamenco en nuestra ciudad. En un principio, ahí se podía escuchar auténtico flamenco, pero con el paso de los años, con la experiencia de que en su manifestación pura aburre y por lo tanto no es rentable, se le dio un giro.

Ahora funciona como disco, con interrupciones para espectáculos de grupos españoles que tocan rumbas, sevillanas y música alegre de verbena española. Actualmente actúa un grupo español formado por dos guitarristas, Juan Serrano y Pepe Jiménez; un cantaor, Pablo Genil, y dos bailaoras, Erika y Eli Serrano. A este grupo se le han incorporado temporalmente dos músicos mexicanos, Igor Villanueva en el teclado, y Pepe Rey en la batería.El espectáculo pretende ser divertido, haciendo partícipe al público del cante y el baile. La diversión se logra pero con poca calidad, tanto de los músicos como de las bailaoras; incluso una de ellas llega a bailar con pantalón de mezclilla, privando al baile del importantísimo papel que juega el vuelo del vestido en el lenguaje de la danza flamenca. El guitarrista Juan Serrano dice: ''Antes hacíamos flamenco puro, pero dado que el flamenco no deja lo que tiene que dejar, empezamos hacer rumba y fusión (flamenco mezclado con otros ritmos). Si a la gente le pones flamenco, a las dos piezas se aburre". (Martes a sábado a las 24:00 y 2:00 horas. Cover 100 pesos).

* El Correo Español. Este lugar, que se encuentra junto a la Central de Abastos, de Iztapalapa, en la calle de Encomenderos 70, pertenece a la franquicia de los cinco correos españoles de la ciudad de México. El de Iztapalapa apenas tiene tres meses operando y un mes que realiza espectáculo flamenco. El grupo que se presenta, denominado Algarabía Flamenca, está dirigido por una de las mejores bailaoras mexicanas, Cristina Aguirre, y cuenta con un guitarrista, Pepe Jiménez (el mismo que actúa en Gitanerías); una cantaora española, Dulce de Córdoba; un guatemalteco en el cajón, Alejandro Garcilazo; tres bailaoras, Mirna Ramos, Daniela Flores y Karina Jiménez, y un bailaor, Ethel Morales. El grupo, que tiene talento, intenta realizar un recorrido por los estilos del complejo arte (sevillanas, fandangos, bulerías, alegrías, soleares, siguiriyas, rumbas...) mezclando la solemnidad dramática del flamenco con la fiesta viva y alegre del tablao. Los bailaores atraen totalmente la atención del público y el sonido del espectáculo, quedando la presencia de los músicos en un plano más desapercibido. El escenario es amplio, céntrico y decorado a lo español, con banderillas, sombrero y capa de torero incluida. (Viernes de 20:30 a 22:00 horas. Cover 75 pesos. Incluye una copa).

El panorama flamenco en México deja mucho que desear, no por falta de talento o de inquietud, sino por escasez de espacios apropiados donde actuar y escuelas donde formarse. Como curiosamente dice la bailaora Karina Jiménez: ''Ahora en México el flamenco es un medio cerrado y rotativo; los mismo que ves en un lugar los ves en otro. Antes, a pesar de no tener éxito en el mundo, aquí estaba de moda". La consecuencia más evidente de esta situación es un paulatino alejamiento y desconocimiento de este arte gitano.

Para que esto cambie, es necesario encontrar al duende del flamenco, al encanto misterioso e inefable que esconde, a la magia intrínseca que se adueña de su amante cada vez que se enfrenta ante semejante expresión artística y profundo sentimiento.