SABADO 22 DE ABRIL DE 2000
Ť El eléctrico y telecomunicaciones, otras opciones, anuncia Marvin Hogh
Invertirían canadienses en el sector petrolero mexicano
Humberto Ortiz Moreno Ť Si bien en los últimos cinco años la inversión canadiense en México creció 324 por ciento y el comercio bilateral alcanzó los 9 mil millones de dólares, los empresarios de esa nación norteamericana vienen por "un mayor y mejor acceso a este mercado estratégico", con especial interés en los sectores petrolero, eléctrico y de telecomunicaciones, anunció Marvin Hogh, representante y director regional de la Export Development Corporation (EDC).
Esta corporación gubernamental de Canadá, que opera como institución financiera comercial, se instaló ya en el país para proteger a sus compañías, puesto que "los acontecimientos en los mercados globales han cambiado dramáticamente los riesgos para los exportadores e inversionistas canadienses", dijo el alto ejecutivo.
Con el apoyo de la banca mexicana, la EDC financiará a compradores y ofrece seguros de cuentas a recibir y de riesgo político, garantías y financiamiento de proyectos necesarios para competir y obtener negocios.
Hogh viene de lograr ampliar el campo de relaciones comerciales con toda la región Asia Pacífico, y dice que en México procurará facilitar mejores oportunidades a los inversionistas canadienses para conocer este mercado, sus riesgos, los requisitos para negociar y tratar con empresas, en beneficio de ambas partes. Para la EDC, América Latina significa "una prioridad estratégica".
Según cifras divulgadas por la EDC, tan sólo en 1999 el intercambio comercial con México superó los mil 200 millones de dólares, o sea 7 mil 500 millones de pesos. Aparte, los inversionistas canadienses participan en proyectos de modernización y ampliación del sector energético (Pemex y CFE); de las telecomunicaciones (Telmex y Avantel), y el transporte ferroviario, con 4 mil 300 millones de dólares, es decir, 27 mil millones de pesos.
Con estos fines, la Export Development Corporation tiene líneas de crédito abiertas con la CFE, el Grupo Minero México y Pemex, así como negocios financieros con Banamex y Bancomer, y asume los riesgos derivados de deudores morosos de su país.