SABADO 22 DE ABRIL DE 2000

* Sin rebuscamiento, evitó poner por delante la cocina, dijo Alberto Blanco


Murió Gunther Gerzso, creador de un arte intuitivo, pero no arrebatado

* Era el mayor pintor viviente de México y uno de nuestros grandes artistas: González Gortázar

* Con una trayectoria que rebasa el medio siglo, su obra se exhibió en muchos países

Miryam Audiffred y Angel Vargas * La búsqueda de Gunther Gerzso por alcanzar la inmensidad y la calma tan anhelada en su quehacer plástico concluyó ayer en un hospital de la ciudad de México, donde fue internado el miércoles de la semana pasada. Allí el artista mexicano, lejos del pincel y la tela, sus acompañantes desde los años cincuenta, emprendió su último viaje.

Detallar los motivos que lo condujeron a la única transición que podía llevarlo más allá de los paisajes de la escenografía, la pintura y la escultura que lo apasionaron en vida no es tarea sencilla. De acuerdo con una persona que labora en el hogar de la familia Gerzso, fueron muchas las complicaciones que el artista de 85 años tuvo que enfrentar en los últimos meses sobre todo a raíz de que le implantaron una válvula en el corazón y que motivaron su deceso.

Larga y profunda, la trayectoria artística que terminó ayer comenzó en el país hace 50 años cuando la Galería Arte Mexicano, de Inés Amor, presentó sus pinturas. No obstante, Gerzso ya tenía una historia en EU ųdebido a su estrecho contacto con el mundo escénico de ese paísų y otra en Europa gracias a su liga con el surrealismo.

Vivió en Suiza de 1915 a 1931 ųera hijo de madre alemana y padre húngaroų y después viajó a Cleveland para estudiar escenografía e iniciarse en la pintura.

Creador polifacético, mostró gran interés por el cine en el que dejó huella. Obtuvo un Ariel por su trabajo como escenógrafo en la película Una familia de tantas, realizada en 1950; y compartió otra de estas preseas con Alejandro Galindo por el argumento de Confidencias de un ruletero (1949).

 

Artista exigente

 

Se dice que con Tamayo, Gerzso planteó el espectro de posibilidades creativas que originó la pluralidad plástica mexicana desde antes de la irrupción de las vanguardias internacionales de los años sesenta y que su obra fue esencial para el ulterior desarrollo del abstraccionismo geométrico.

A unas horas de ser velado en una funeraria de la avenida Félix Cuevas, el arquitecto Fernando González Gortázar aseguró que Gerzso era el ''mayor pintor viviente de México" y ''uno de los más grandes artistas que hemos tenido en los últimos años".

En palabras de la crítica de arte Raquel Tibol, Gerzso está presente en seis décadas de arte mexicano, comenzando por sus intentos de carácter surrealista hasta su incursión en el arte abstracto.

El doctor Carrillo Gil fue gerszo1 su primer coleccionista importante ųGerzso tiene una sección en el Museo Carrillo Gilų. Prosigue Tibol: ''Fue un artista exigente consigo mismo y creo que el gran éxito que tuvo en el mercado nacional lo llevó, al final de su vida, a una especie de reiteración plástica. Se instaló en un estilo y lo siguió repitiendo".

Alberto Blanco definió la obra del creador fallecido como ''un arte frío y cálido, sugerente e hierático a la vez; sin teorías, pero riguroso; sin mostrar las costuras, pero sí el andamiaje; sin rebuscamiento, pero evitando poner por delante la cocina; barroco, sí, pero minimalista; inteligente pero no cerebral; intuitivo pero no arrebatado; apasionado, pero no pasional".

''Hombre de muy amplia cultura'' ųcomo señaló Tibolų, Gerzso deja muchos recuerdos en México y en el extranjero. No sólo por sus exposiciones en Israel, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Puerto Rico, Francia, Austria y El Salvador, por la obtención ųen 1973ų de la beca Guggenheim o por haber sido galardonado en 1978 con el Premio Nacional de Bellas Artes.

Son memorables sus recientes exhibiciones en los museos de Arte Contemporáneo de Oaxaca y el Carrillo Gil del DF. En la pasada muestra Libertad en bronce 2000 exhibió una escultura de acero inoxidable y es autor de otra emplazada en Monterrey, justo a la salida de la carretera a Saltillo.

Gerzso exhibiría en la López Quiroga, cuadros como Eleusis, en los que plasmó el espíritu de una ciudad arqueológica griega que, posiblemente, ya está disfrutando mientras, aquí, es Sábado de Gloria.