VIERNES 21 DE ABRIL DE 2000
XXI
@RCANO
El reventón promete
Este Sábado de Gloria puede ser el día de uno de los mejores reventones populares del año. Todo un día de danza, como los maratones a los que alude el payaso Bozo en estas mismas páginas, y música de gran nivel. Cientos de bailarines ųprofesionales, estudiantes y aficionadosų convivirán hasta la noche, cuando La Charanga Habanera y Willie Colón cerrarán con grandes orquestas el baile. La noche del miércoles, La Charanga tocó en el Salón 21. Con el local lleno, hizo alarde de esa mezcla musical que va del son y el cha-cha-cha tradicional al hip-hop super-desmadroso y condimentado con coreografías de las más provocativas, ejecutadas por 12 cubanos negros, que seguramente viven lejos y se vitaminan con la pastilla que inventó David Calzado, el fundador del grupo y director de este desmadre musical, que en el Zócalo, como preámbulo de Willie Colón, será gran cosa. Simplemente hay que verlos y oír esa vanguardia musical. Esa misma noche nos enteramos de que La India de Oriente viene a cantar a finales de mayo en este mismo antro.
Más de los Cranberries
Muy enojada por la nota que publicó esta sección sobre el concierto de los Cranberries, firmada por José Galán, la cantante Yadira Flores reclama las afirmaciones y los juicios sobre dicho concierto, y le sugiere al reportero que en lugar de escuchar ese día al grupo europeo, hubiera asistido al concierto de Illya Kuryaki y los Valderramas. Finaliza con una importante reflexión para estos días. Dice Yadira en su carta enviada por e-mail: ''Qué mundo nos espera cuando la juventud (pues quiero pensar que el reportero está joven) es feliz si le meten el sexo por todos lados, y se olvidan que tarde o temprano tendrán que enfrentar un mundo lleno de injusticias, de hambrunas, de encarecimiento, pero sobre todo, de tristeza... ƑQué se puede esperar de jóvenes así?".
Galán nos pidió publicar lo siguiente: "En respuesta a las airadas protestas de algunos lectores por la crítica al concierto del grupo The Cranberries, debo decir en primer lugar que respeto su opinión, aunque esté cargada de insultos, pero sigo pensando lo mismo: es un grupo más del montón, dedicado a satisfacer las necesidades de la radio comercial, sin ningún respeto por el público mexicano que, como hemos visto, es generoso y capaz de defender a quienes carecen de propuestas en el terreno del rock, aun cuando los hayan hecho esperar hasta dos horas. Realmente lo único bueno de ese concierto fue la paciencia que demostró la audiencia".
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Susana, fiel lectora de La Jornada, también nos hizo llegar una enérgica protesta por no tener cartelera cinematográfica. (F. León)