VIERNES 21 DE ABRIL DE 2000

* El domingo 23 se le rendirá un homenaje en el teatro Blanquita


Bozo celebra 50 años como payaso, fuera del medio que lo promovió

* Juan Manuel Vargas, su nombre de pila, excelente bailarín y hasta galán de cine

blanquita-bozo-jpg Jaime Whaley * La emoción se apodera de Bozo. Las lágrimas le surgen y en su escurrimiento dejan huella en su polveada y blanca cara perennemente adornada con una gran boca, arqueada, casi triangular, en clara demostración de alegría.

No es que este hombre que se gana la vida haciendo reír a los chicos ųy también, por qué no, a los grandesų esté triste. No, José Manuel Vargas, su nombre bautismal, llora cuando recuerda la forma en que se inició en este oficio. Su memoria se va hasta el día cuando Mr. Trotski, otro cómico, le pidió que lo supliera en su actuación en el cabaré La Fuente, que estaba en Insurgentes Sur, en donde se presentaban estrellas de la talla de Ana Bertha Lepe y Sonia Furió, pero no recuerda con precisión cuándo sucedió esto: ''ha de haber sido en los sesenta''.

Mas la fecha que sí tiene en claro es la de su debut en la televisión, luego de que lo llamó Héctor Cervera, el entonces gerente del Canal 5. Eso fue el 23 de enero de 1961. De ahí prácticamente nace su caracterización de payaso.

Precisiones aparte, Bozo está cumpliendo 50 años en esto del espectáculo, y por ello el venidero domingo, al igual que el último día de este mes, que es también domingo y se celebra a los niños, se presentará en el teatro Blanquita, en donde alternará con otros 12 payasos y un cómico, Zamorita, quien también está de plácemes, pues este miércoles cumplió 72 años y dice que lleva 40 en el medio de la farándula.

Sin embargo, los comienzos de Vargas en el ambiente artístico se dieron hace 49 años, cuando participó en un sui generis concurso ųmuy de moda en esos añosų, que consistía en un maratón de baile en el teatro Iris, en donde, luego de 642 horas de incesante movimiento, quedó como único sobreviviente de esos 27 días con sus respectivas noches, en el que intervinieron 50 parejas.

''Al salir de ahí todavía me fui a bailar al restaurante Atlas, que estaba en San Juan de Letrán 21, con la orquesta de Luis Arcaraz'', acota, y hace una reflexión sobre su resistencia, esa misma que lo ha llevado a sobreponerse a tres infartos cerebrales, el último apenas hace menos de un año.

 

Del tablado a la pantalla chica

 

Luego de su triunfo en el maratón (''para comer ponían una mesa larga entre las parejas, esto es, los hombres de un lado y las mujeres del otro, y el único descanso era cuando se iba al baño''), Vargas le pidió una oportunidad a Clavillazo, que actuaba en el teatro Río y le dieron un papel en un sketch sobre el Pelón Sobera de la Flor, célebre asesino de esos días, y así fue como se metió al medio.

Ataviado con su tradicional traje azul con vivos amarillos, su rojiza pelambrera, su redonda nariz roja y sus zapatotes negros, Bozo, sentado en una silla metálica en el desnudo escenario del Blanquita, repasa capítulos de su existencia acompañado de Patricia, ''mi esposa y enfermera, pero sobre todo mi compañera''. La señora bailó en este mismo teatro, cuando Margo Su era la empresaria.

Bailarín, actor y payaso, esas tres han sido las facetas de Bozo, nacido aquí en el DF, en la colonia Algarín, hace 70 años, casado dos veces y padre de siete hijos. ''Fui galán en la televisión con Aldo Monti, también actué en el cine. Mi primera película fue Una calle entre tú y yo, actué en el teatro con Dolores del Río y llegué a doblar la voz para las caricaturas''. Sobre esto último, rememora que cuando le ofrecieron el trabajo, Claudio Brooks, el director de doblajes, le preguntó si tenía experiencia, a lo que contestó que sí, lo cual era una mentira, pero su voz pasó en excelente forma, por lo que se quedó con la chamba.

Aún con buena voz, Bozo y su peculiar y profunda risa (šjo, jo, jo!), que dice ''se la copié a Beto El Boticario hace años'', son el ingrediente actual de fiestas infantiles, actuaciones en provincia, así como visitas a hospitales. La televisión, medio que lo hizo famoso, ya casi no lo toma en cuenta. ''Ahora ųtercia en la plática su esposaų se ocupan de figuras como Tatiana, las Gemelas y Graciela Mauri, que tienen su gracia, pero creo que también hay mucho talento en los payasos jóvenes. Lástima que la tele no los impulse''.

La última actuación de Bozo en la denominada pantalla chica fue en 1992, en el canal 13, en el programa Pa' qué te cuento. ''Pero no me quejo, me he visto envuelto de amor con la gente'', finaliza quien en sus principios fuera conocido como El Ocho y que hoy tiene ya su nombre como marca registrada tras un litigio con un payaso estadunidense del mismo mote.