MARTES 18 DE ABRIL DE 2000
Ť Confío en la madurez política del país: Labastida
México no cederá ante las amenazas a la estabilidad
Ť Aplicar la ley, responsabilidad del Estado, agrega
José Gil Olmos Ť Ante las recientes apariciones de grupos armados, de actos de violencia en las campañas electorales y del resurgimiento del conflicto en la UNAM, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Labastida Ochoa, dijo que confía en la madurez política del país para no ceder a las amenazas contra la estabilidad nacional y señaló que la responsabilidad del Estado mexicano es aplicar la ley.
Un solo acto de campaña efectuó ayer Labastida: asistió a la librería Gandhi, de la zona exclusiva de Palmas, antes de tomar un descanso en estos días de Semana Santa, en las playas de Acapulco.
En ese lugar afirmó que se preparará para el debate con los otros cinco candidatos, previsto para la semana entrante, y también terminará de escribir un libro que tituló La hora del cambio, en el cual plasma las principales propuestas de su programa de gobierno. Adelantó que tendrá 12 capítulos, 160 páginas y que dos editoriales están interesadas en publicarlo. Las ganancias, precisó, serán donadas a una institución que atiende a niños con retraso mental.
El populismo de derecha da siempre malos resultados
En la librería, Labastida hizo declaraciones acerca del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio, Vicente Fox, y advirtió que "el populismo de derecha siempre da malos resultados", pues se contradice, ya que por una parte asegura que duplicará el presupuesto a la educación y por el otro anuncia que bajaría los impuestos, con lo cual metería en problemas a la economía.
Antes, respecto a la atmósfera de violencia que se ha percibido por los recientes grupos armados y el conflicto universitario, el abanderado del PRI insistió en que las instituciones habrán de resistir estas provocaciones y estarán por encima de cualquier elemento que trate de provocar problemas serios en el momento electoral.
"Confío en la madurez de los mexicanos para que no se presente un problema en esas elecciones, por lo menos, no un problema de grandes dimensiones", agregó e insistió en que el jefe del Ejecutivo debe hacer lo que las leyes ordenan dentro de un régimen de derecho.
En la librería, donde asistió para comprar dos obras: la novela del escritor alemán Günter Grass, Mi siglo, y la novela histórica de Enrique Serna, El seductor de la patria, sobre la vida del general Antonio López de Santa Anna, con orgullo presumió leer rápido: mil 200 a mil 500 palabras por minuto y aseguró que leerá los dos libros en los días de asueto.
Gazapo literario del priísta
En medio de un tropel de reporteros, camarógrafos y fotógrafos, el sinaloense habló de historia, literatura y política. Del primero de estos temas señaló que hay que saber entender los detalles en los que actuó el ex presidente en el siglo XIX; del segundo, y en referencia a Grass, dijo que hay que recordar "que los locos también son peligrosos" por las decisiones de Hitler en la Segunda Guerra Mundial, y del tercero, se refirió a su propio libro con el que pretende aportar más elementos a su propuesta de "cambio con rumbo".
Sin embargo, reporteros y candidato cayeron en un gazapo literario al querer citar equivocadamente las obras del escritor portugués José Saramago.
-ƑCuáles libros ha leído últimamente?
-El Evangelio según San Mateo (El Evangelio según Jesucristo)
-ƑA Saramago?
-Es un espléndido escritor, magnífico, extraordinario. Este último no lo he leído, lo leyó mi mujer. Me dice que como siempre, está espléndidamente bien escrito, un poco deprimente, un poco depresivo por el tema. Está tratando el problema de los ciegos, es una internación en la naturaleza y en el espíritu humano, dijo citando otro libro distinto, Ensayo sobre la ceguera, y no el Evangelio según Jesucristo que da una versión distinta a la de la Biblia sobre la vida del nazareno.
-ƑPodría hacerse una parábola de la gente que no ve los problemas reales de este país?
-ƑPodría decirse que es una parábola? -contestó preguntando, y agregó: "No, no es una parábola de la gente que no ve; es una parábola de la gente que no puede ver nada, lo cual es todavía más triste", al referirse a Ensayo sobre la ceguera escrita por el portugués premio Nobel de Literatura en 1998, comunista rechazado por el Vaticano, debido a sus novelas críticas sobre el cristianismo.