SABADO 15 DE ABRIL DE 2000

* Ordenes de aprehensión impiden pláticas: paristas


Otro encuentro frustrado entre comisiones de rectoría y CGH

* Del Val exige diálogo sólo sobre los 6 puntos del pliego petitorio

Alma E. Muñoz y Roberto Garduño * El encuentro entre la rectoría y el Consejo General de Huelga fracasó de nuevo. En el auditorio Alfonso Caso del campus universitario, ambas comisiones ni siquiera lograron iniciar la ronda de discusión porque los activistas la interrumpieron con el argumento de que la mayoría de sus compañeros no se presentaron porque cuentan con órdenes de aprehensión. Las autoridades exigieron a los paristas iniciar el debate de los seis puntos del pliego petitorio, pero "no es posible hacer un diálogo en las condiciones que está desarrollándose con el CGH".

A las 9 horas se presentó la comisión del rector Juan Ramón de la Fuente en el auditorio ubicado en la Torre 2 de Humanidades. Luego apareció un grupo de huelguistas, quienes, antes de subir a la mesa instalada en el foro, sesionaron en "bolita" delante de las autoridades. Veinte minutos después, siete paristas se dirigieron a ocupar su sitio, pero en un amago, seis de ellos se incorporaron y dejaron solo ante el micrófono a Rodolfo Hernández, quien pretendía leer un pronunciamiento del CGH.

Esa actitud desquició el encuentro: mientras el parista subía el tono de su voz para hacerse oír y era recriminado por los asistentes a la reunión, Enrique del Val intentaba infructuosamente poner orden. De inmediato, la comisión de la rectoría informó que se retiraba por no existir condiciones para el diálogo. El huelguista hizo lo propio.

Más tarde, el secretario general de la UNAM emitió la posición de las autoridades universitarias: "No vamos a venir la semana que viene al diálogo, hasta que el CGH nos demuestre que tiene interés en dialogar sobre los seis puntos, no en tener interés en lanzar manifiestos en cada una de sus reuniones".

-ƑNo se va a reanudar el diálogo?

-Nosotros estamos por el diálogo, pero el CGH tiene que dar muestras de que quiere la discusión de los seis puntos.

El desencuentro

Rofolfo Hernández se saltó el protocolo propuesto por las autoridades y comenzó a hablar ante el micrófono: "Buenos días a los medios de comunicación, a la audiencia, buenos días a la comisión de rectoría...". Pero, a coro, los asistentes al auditorio Alfonso Caso lo interrumpieron: "Cállate, porro, respeta a los demás integrantes de la mesa, guarda silencio; Ƒasí quieres dialogar?"

El parista, solicitó "respeto, respeto, por favor...", pero Del Val -quien presidía la comisión de rectoría- le reviró, "šno, respeta tú".

Pero Hernández comenzó a gritar: "El CGH quiere hacer el siguiente pronunciamiento. Hoy no se encuentra presente la comisión del consejo, porque la gran mayoría tiene órdenes de aprehensión, y porque otros deben estar hoy en el reclusorio...". Y la respuesta del público fue, "qué bueno, se lo merecen...".

Del Val y sus acompañantes se levantaron; "en estas condiciones no se puede dialogar, así no se puede continuar el diálogo, muchas gracias, con permiso", alcanzó a decir el secretario general. Así se finiquitó el infructuoso, tercer encuentro en la mesa diálogo entre el CGH y las autoridades.

Rodolfo seguía hablando: "Convocamos a los señores el lunes, pero sin la policía en los planteles, a discutir el pliego petitorio...". Desde las butacas, profesores y trabajadores que atestiguarían el diálogo, lo calificaban de "šfascista!".

Del otro lado, unos 20 activistas le gritaban a José Narro, mientras abandonaba el recinto: "šPriísta, hijo de la revolución, sobrino de Labastida!". El coordinador de la reforma universitaria no respondió, pero uno de sus acompañantes retó a los paristas: "Díganselo de frente, no actúen en grupo. Si tienen valor civil y autoridad moral, šháganlo!, šno sean cobardes!".

Según Rodolfo Hernández, el CGH regresará al diálogo el lunes, sólo si las autoridades aclaran que no habrá presencia policiaca, "cuando las autoridades digan que de verdad hay condiciones, no esas condiciones con la bota militar o policiaca", pero el intercambio de gritos se mantenía en el auditorio. Una profesora le espetó, desde su butaca, al activista: "Tú no puedes hablar de eso, quien tiene bota militar eres tú, porque te dedicas a golpear estudiantes, y además te arrogas el derecho de luchar por los derechos de los mexicanos, Ƒqué es eso?, una persona como tú no conoce lo que significan esos derechos".

Pero Rodolfo insistía: "Estas no son condiciones para esta comisión que tiene órdenes de aprehensión".