SABADO 15 DE ABRIL DE 2000

* TUMBANDO CAÑA

La Charanga Habanera, gratis
Los lectores de La Jornada que presenten esta página el miércoles 19 de abril, a las 20:00 horas, en el stand de la revista Bembé, ingresarán al Salón 21 (Molière esquina con Andrómaco) sin pagar cover para escuchar a La Charanga Habanera y Son 14.

El festival que se efectuar‡ en la ciudad de Nueva York es organizado por Tom‡s Cookman y Josh Norek n Foto: Fabrizio Le—n Ernesto Márquez * Salen al escenario con el aspecto de una pandilla de raperos desmadrosos. Hasta que tocan es cuando uno entiende que se trata de una banda de salsa cubana. Se hacen llamar Charanga sin serlo, ya que su formato grupal y maneras de hacer música es otro, uno que combina el nuevo timbre de la timba asociada al rap y el rock con una original puesta en escena no exenta de picardía y provocación.

Creada por el prestigiosos músico David Calzado a mediados de los ochenta, La Charanga Habanera es una orquesta espectáculo que representa el auténtico espíritu musical cubano de los tiempos actuales. Integrada por jóvenes músicos egresados de los mejores conservatorios de la isla, la tropa de Calzado ciertamente comenzó como charanga, evocando las sonoridades de las orquestas típicas cubanas de comienzos del siglo, sensuales y elegantes, pero muy pronto cambiaron a la rudeza de la salsa urbana.

Con el álbum Me sube la fiebre, editado en Cuba por Egrem, La Charanga da a conocer esa nueva sonoridad. En apenas ocho meses uno de sus temas, Me sube la fiebre, copó las encuestas de audiencia de 24 radiodifusoras cubanas, y en la selección anual de 1993 del programa Tv Mi Salsa (el telemusical más famoso de la isla caribeña) se ubicó en la tercera posición.

A ese álbum le sigue šHey you loca! (94), el disco con el que comienzan la internacionalización de su proyecto, misma que es apoyada con Pa' que se entere La Habana (95).

La presentación en el Miden en 1996 abre un camino muy importante para la orquesta. Ese mismo año, se presentan en más de 50 ciudades de Europa, presencia que se mantiene durante ese y parte del año siguiente, hasta que se suscita lo del veto, uno de los escándalos musicales más difundidos en el mundillo del espectáculo por tratarse de un acto de intolerancia en Cuba, "primer territorio libre de América Latina".

Resulta que La Charanga Habanera era el plato fuerte en la noche de clausura del Festival de la Juventud que se realizaba en La Habana en julio de 1997. Los habaneros empezaron con su exuberancia habitual de música y baile. Hicieron lo que acostumbraban hacer y cantaron sus temas más populares coreadas hasta el desgañite por aquella turbamulta. Canciones en las que hablan de la realidad cubana, utilizando palabras de la calle y el argot del submundo cubano. Frases y consignas con las que se critica la política y las formas de mando en la isla.

El público, cabe decirlo, estuvo prendidísimo y el concierto terminó sin incidentes. El problema vino después, cuando la apoteósica actuación de La Habanera fue transmitida en horario estelar por uno de los canales de la televisión cubana. La trasmisión provocó el inevitable choque entre la realidad de la calle y la Cuba oficial: la procacidad con textos y gestos desencadenó el escándalo, el peloteo de responsabilidades y el palo consiguiente: "Durante seis meses no se emitirá su música, y tampoco podrán tocar dentro o fuera de la isla".

Un castigo particularmente duro, ya que con ello se frenaba uno de los desarrollos musicales más interesantes que se daban en la isla. La decisión se interpretó como una señal de aviso para detener el "exceso de libertad" en el que habían caído los salseros. Y es que, por si usted no lo sabe, los salseros cubanos no son bien mirados por la oficialidad de ese país, dada su enorme popularidad y su habilidad para usar el lenguaje popular y narrar mediante sus canciones cómo se vive durante el interminable periodo especial.

Con el álbum Tremendo delirio (98), que trae No estamos locos, un tema original de los Ketama y que les cae muy al pelo, reafirman su potencialidad musical y su estilo lírico picaresco como bien lo demuestran en Un disparo en la mirada, Lola, Lola (Toque de bola) y Mi amor, cuídate, usa condón.

En el mes de septiembre del año pasado La Charanga Habanera se presentó por primera vez en la ciudad de México y aquello fue una verdadera revelación que encandiló a muchos. Hoy de nueva cuenta la tenemos en la ciudad y su esperada actuación para los gozones del baile antillano y cubófilos de coraza, se dará este miércoles 19 de abril en el Salón 21 (Andrómaco y Molière, Polanco) en una noche candente en la que compartirán tarima con ese otro trabuco que es el Son 14. Las reservaciones serán atendidas en los teléfonos 52 55 14 96 y 52 55 53 22.