VIERNES 14 DE ABRIL DE 2000

* La Ssa viola la ley al no controlar la comercialización


Desechó la Sagar demanda de Greenpeace contra transgénicos

* Evalúa el organismo ecologista llevar el caso ante los tribunales

Matilde Pérez U. * El director jurídico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural desechó la demanda ciudadana que presentó Greenpeace por la importación de maíz transgénico, bajo el argumento de que la agrupación "no tiene interés jurídico para demandar" y esas semillas no afectan la sanidad vegetal del país.

Por ello, el grupo ecologista evalúa la posibilidad de llevar el caso ante los tribunales; en tanto, ayer interpuso una denuncia ciudadana contra la Secretaría de Salud por incumplir su responsabilidad legal de evaluar el riesgo de permitir el ingreso de maíz transgénico con fines de consumo.

La Secretaría de Salud, argumentó Greenpeace, ha violado cinco artículos (194, 282 bis, 1 bis, 283, 286) de la Ley General de Salud, así como el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios al no exigir a los exportadores e importadores del grano la notificación o solicitud que por ley se requiere para la introducción de ese producto.

En la denuncia, el organismo ambientalista demanda a las autoridades sanitarias ejerzan de manera efectiva las facultades de coordinación, monitoreo y vigilancia de las condiciones de comercialización, consumo y todas las que le competan en relación con la compra al exterior e ingestión de los productos transgénicos.

También le piden hacer efectivo el etiquetado, ejercer eficazmente las acciones de vigilancia y establecer comunicación con autoridades y organizaciones internacionales sanitarias de otros países, para conocer las razones por las que han negado o revocado la autorización de la comercialización para el consumo humano y animal de materias primas y productos derivados de organismos transgénicos.

Liza Covantes, coordinadora de biotecnología de Greenpeace, dijo que la responsabilidad de la Secretaría de Salud es proporcionar a la población más información en torno a los transgénicos y sus posibles efectos en la salud, y corresponde a los legisladores y al gobierno federal impulsar una ley en materia de bioseguridad para que las secretarías de Salud, Agricultura, Comercio y Medio Ambiente estén coordinadas para llevar a cabo la inspección y vigilancia de los productos transgénicos. "No se trata sólo de una acción ambientalista, sino económica y de salud", comentó.

En México aún no se cultiva maíz transgénico en el ámbito comercial, pero en Estados Unidos, 60 por ciento de la franja maicera, que abarca 250 millones de hectáreas, se siembra ya con el maíz BT o transgénico, informó Clemente Villanueva Verduzco, de la Universidad de Chapingo. Agregó que actualmente están en proceso de desarrollo más transgénicos de ese grano.

Además, ya se patentaron las técnicas "terminator, traitor, suicide, con las que se controla el ciclo biológico de las semillas, y a través de ellas se asegura su esterilidad para obligar a los agricultores a comprar aquellas cada nuevo ciclo agrícola. Por ello, el Departamento de Estados Unidos ha recibido casi dos mil cartas de más de 50 países para que prohíba esa tecnología, abundó durante su participación en el primer Congreso de Transgénicos, Todas las Voces.