VIERNES 14 DE ABRIL DE 2000
* Revivió el sueño imposible de Cervantes
Entre el público, llanto por la muerte de El hombre de La Mancha
Arturo Cruz Bárcenas * Moribundo, Alonso Quijano no advierte el movimiento de la mano del cura, quien dice al médico y hombre de ciencia que en ese momento son más útiles sus servicios que los de él. Conmovidos, entre el público, varios asistentes lloran la muerte del sueño imposible, de la encarnación literaria de la utopía subjetiva, de la fe que hace soportable cualquier dolor.
Exitoso, conmovedor, espiritualmente apegado al texto inmortal de Miguel de Cervantes Saavedra, fue el estreno --el pasado miércoles, en el Centro Cultural Telmex (antes Teatros Alameda)-- de El hombre de La Mancha, en la versión de Dale Wasserman, con música de Mitch Leigh y letra de Joe Darion, que se escenificará durante más de un año, para poder recuperar la inversión de esta producción de más de 3 millones de dólares.
Cuadro por cuadro, refrán por refrán, el público percibe el trabajo en la dirección de Rafael Sánchez Navarro, en la coreografía de Ema Pulido y la dirección musical de James May. La traducción del libreto de Enrique Delgado Fresán y de las letras a cargo de Carlos Viniegra.
Susana Zabaleta da vida en este musical a Aldonza/Dulcinea, la mujer de vida ligera a quien Don Quijote hará ver que la vida no debe llevarse como es, sino como debe ser.
Roberto Blandón revive a Miguel de Cervantes/Don Quijote/Alonso Quijano, pasando de la proyección cómica del Manco de Lepanto, al drama de la cuerda locura, que Antonin Artaud más tarde llamara delirio.
Carlos Cobos, el criado/Sancho Panza, sólo tuvo que ponerse la vestimenta (es un decir). Es el actor ad-hoc para desarrollar el personaje, el fiel escudero, compañero de aventuras, perro fiel, amigo sempiterno.
Xavier del Valle (gobernador/ventero) comprenderá humanamente la otra realidad de Alonso Quijano, la alejada del entorno que obliga a ser como los demás, so pena de padecer críticas, inquisiciones, desprecios.
Nadie debería faltar de ser citado en esta descripción, pero podemos decir que el trabajo de equipo es armónico y enjundioso. Con el tono adecuado.
Entre el drama de la historia del Caballero de la Triste Figura, se desarrolla otro, el que padecerá en prisión el propio Cervantes, arrojado a un calabozo para ser juzgado por la Inquisición a causa de sus ofensas contra la Iglesia. Ofrece en su defensa una representación de la historia de Don Quijote.
Estrenada el 22 de noviembre de 1965, en el Washington Square Theatre de Nueva York, a la fecha El hombre de La Mancha ha sido visto más de 100 millones de espectadores.