VIERNES 14 DE ABRIL DE 2000
* Velada por el libro La Jornada de los lectores
Las pasiones encauzadas, divisa del diario: Steinsleger
* Socorro Valadez, mirada intensa que lee misivas: Poniatowska
César Güemes * La noche fue de quienes, generosos, acuden diario a la cita informativa que este diario les propone. La presentación de La Jornada de los lectores, libro editado por el fallecido Eduardo Montes y con prólogo de Elena Poniatowska, convocó en el Centro Cultural La Jornada Coyoacán a una considerable cantidad de asiduos a este periódico que escucharon las ponencias respectivas y participaron de viva voz.
Correspondió a José Steinsleger, titular de las ediciones bibliográficas de La Jornada, recordar en primer término a Eduardo Montes, de quien destacó su amplia trayectoria periodística. Luego de un recuento de cómo se ha reformulado, desde mediados de los años ochenta, el modo de informar y de comunicar las novedades a la ciudadanía, Steinsleger resumió su intervención al señalar que la característica vital de este diario son las pasiones encauzadas.
El secreto de la funcionalidad y eficacia de la página dos del periódico, la que corresponde por una parte a la postura editorial y, por otra, a las misivas de los lectores, esconde un femenino misterio que Poniatowska se encargó de desvelar: ''En la noche, cuando todos dormimos, una mujer alta de largo cabello negro, boca muy roja y mirada intensa lee hasta las seis de la mañana. No es que padezca insomnio, es que ése es su trabajo desde hace 15 años. Arde toda la noche como lámpara votiva. En su oficina en el edificio de La Jornada, en la calle de Petrarca, Socorro Valadez abre las cartas, las lee y las relee, las saborea, las clasifica y escoge las que se publicarán en El Correo Ilustrado".
En su turno, Eduardo Molina reconoció que el espacio del que hablamos es una enciclopedia cotidiana, un universo a domicilio. Y dijo que más que un milagro, lo cierto es que el trabajo periodístico es una tarea ardua que con tesón logra condensar diversos aspectos de la vida cotidiana.
Antes de que los lectores, finalmente en persona, en vivo y en directo tomaran la palabra para manifestarse a favor de la página dos de La Jornada, Federico Zertuche apuntó que una fascinación perversa empuja a frecuentar esa parcela del periodismo, que en otros diarios se encuentra casi perdida en los rincones.
Ciertamente los lectores están ahí y no es pertinente mirarlos a la distancia, porque ante todo, de manera usual por la mañana, lectores somos todos de un diario pensado para informar, que de cierto modo es como decir acompañar.