VIERNES 14 DE ABRIL DE 2000
* Alejandro Calvillo* *
WANO: la punta del iceberg/ II y último
David Lochbaum es un ingeniero nuclear especializado en seguridad y en reactores General Electric, como los que se encuentran en Laguna Verde. Y la UCS es la organización de científicos independientes más prestigiada en el estudio y la denuncia de los malos usos de la ciencia y la tecnología en Estados Unidos.
Desde abril de 1999, las comisiones de Medio Ambiente y Ecología de las cámaras de Senadores y Diputados tienen un amplio expediente sobre las irregularidades ocurridas en la central nuclear desde el inicio de su construcción hasta esa fecha. Dicho expediente fue entregado por Greenpeace México, el Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas, ex trabajadores de Laguna Verde, y expertos independientes, quienes en esa fecha solicitaron al Poder Legislativo exigir la realización de una auditoría técnica independiente de la central nuclear.
De entonces a la fecha, han ocurrido más de siete paros de emergencia en los reactores nucleares; la Secretaría de la Contraloría inhabilitó a 10 altos funcionarios de la planta (entre ellos el gerente general de ésta, que ya no regresó al cargo, el administrador y el encargado del plan de emergencia) por "irregularidades en la asignación de contratos" y, por último, se realiza el reporte de WANO que concluye, entre muchas otras cosas, que "no existe cultura de seguridad" en la nucleoeléctrica.
El reporte de WANO sólo identificó la punta del iceberg. La realidad es que Laguna Verde requiere de una auditoría técnica y administrativa independiente. La CFE, ante las evidencias y olvidando sus mentiras, anuncia que pedirá a WANO adelantar un nuevo reporte, con lo que busca brindar confianza a la población. Sin embargo, al igual que la CFE, WANO ha perdido credibilidad, debido a la carta de espaldarazo que su director escribió a la CFE, en la cual se asienta que Laguna Verde tiene un desempeño adecuado y que se está aplicando para ser una planta de excelencia. Si el director de WANO escribió esta carta un día después (el 7 de enero) de que Greenpeace diera a conocer la existencia del informe (6 de enero), obviamente lo hizo a petición del director de la CFE, que en todo este tiempo ha maquillado la inseguridad de la central nuclear.
La petición de que se lleve a cabo una auditoría independiente está avalada por numerosos sectores sociales y por evidencias abrumadoras. Ahora está en manos de los legisladores. Si ellos están más ocupados en la agenda política de sus partidos que en atender un asunto de primera importancia, las consecuencias de las malas condiciones en que opera la central nuclear serán también su responsabilidad. Muy poco les quedará por hacer en caso de que se presente un accidente nuclear grave que afectaría a una parte importante del país. Si viviéramos en una verdadera democracia, el director de la CFE ya hubiera sido removido del cargo por mentir a los legisladores y por obrar en contra del interés público y la planta nuclear estaría parada y bajo una auditoría independiente, como lo señala David Lochbaum en sus comentarios al informe de WANO.
*Alejandro Calvillo es director de
Greenpeace México