VIERNES 14 DE ABRIL DE 2000

* Astillero *

* Julio Hernández López *

El famoso cineasta Martin Scorsese podría llegar de incógnito a México y ponerse de inmediato a rodar cualquier película de mafiosos, sin libreto alguno, atenido tan sólo a la lectura de los diarios y a la escucha de los noticieros electrónicos.

 

Ya ayer se daba cuenta aquí del inicio de la guerra abierta entre los Arellano Félix y el gobierno federal (o, mejor dicho, una parte del gobierno federal, pues otra...). El asesinato de los tres jefes policiacos, comisionados en Baja California 40 días atrás para encabezar la lucha contra los narcotraficantes más protegidos (Ƒquién puede proteger en este país?) de los dos sexenios recientes (el pasado y su actual continuación), fue contestado a su vez con la detención de los miembros de la banda globalizada de mexicanos y jamaiquinos que, a través de los impólutos servicios postales estadunidenses de Federal Express, metían mariguana a las tierras del vecino edén fumador. Los Arellano Félix sufrieron así un nuevo revés, en personal detenido, en toneladas de yerbita vaciladora, en proyectos de globalización y en imagen triunfadora.

 

Pero, si el material de la guerra de unos hermanos contra otros hermanos no le fuese suficientemente satisfactorio al famoso director de cine, entonces podría aventurarse sin preocupación en la historia del cocinero Valencia, del secretario Espinosa y del procurador Del Villar. No tendría pierde tal filmación: El cocinero, el secretario y el procurador. El título ya no podría crecer más, por razones de mercadotecnia, aunque evidentemente estaría dejando fuera a importantísimos personajes clave, como el presidente y el carcelero.

 

De haber estado ya aquí el mencionado cineasta, habría tenido oportunidad de filmar las escenas increíbles de los flamazos que en la cárcel de Puebla se produjeron ayer, supuestamente a causa de El Flama (que tal es el apodo del cocinero Luis Gabriel Valencia), por una riña colectiva que, šoh, coincidencias de la vida!, llegó a extremos tan (literalmente) inflamados que por desgracia, una vez más, los agentes del Ministerio Público enviados por el procurador (Del Villar, quien no necesitaría que nadie encarnara su personaje) no pudieron tomarle al declarativamente veleidoso cocinero las palabras que no constan en actas, pero que sí, en cambio, han sido ampliamente difundidas a nivel nacional gracias a los generosos servicios de Televisa y Televisión Azteca, concertadas en esos afanes periodísticos por alguna mano santa (como la de Diego Armando Maradona en aquella final mundial de futbol).

 

Imagínese el señor Scorsese las imágenes de los fiscales, llegados a la cárcel poblana y encontrándose con el adelanto infernal: por el fuego, que purifica, que extingue, no podría declarar el señor cocinero; por un fuego que, por lo demás, según la esposa de Sergio Bravo, uno de los reos, se produjo a causa de riñas iniciadas por el propio Flama de sobrenombre predestinado. La señora Rosa María Serena, cónyuge del interno Bravo, aseguró que el famoso Flama cuenta con protección y privilegios tales que se siente el jefe máximo del poblano penal antes mencionado y que, desde esas nubes, se la ha hecho fácil golpear y provocar a cuanto colega de presidio no hubiese salido antes en virtual cadena nacional televisiva (ƑLa verdadera hora nacional?).

 

Una de las tomas obligadas sería, desde luego, la del Benemérito de las Rejas, Miguel Angel Yunes, cuya imagen debería ser sobrepuesta a otras, de archivo, en la que aparecieran los rostros de sus jefes máximos, los señores Salinas de Gortari y Chirinos Calero. Luego de grabar a Yunes en su oficina de la secretaría de Gobernación, las cámaras podrían pasar a la Procuraduría capitalina, donde Del Villar estaría dando lectura a la demanda presentada contra el citado Yunes por ejercicio indebido de la función pública, pues el tal veracruzano salinizado dejó entrever la colita de sus infernales disfraces al dar a conocer información que no pertenece a su ámbito de acción y cuya difusión constituye una presunción delictiva. Esa colita detectada es, obviamente, una minúscula parte del total yunista, que incluye la organización de la citada conferencia de prensa exclusiva del cocinero reculante con las televisoras concesionadas (Ƒconcesionadas? Ƒconcesionadas? Ƒqué atadura o compromiso puede implicar tal condición de concesionarios? Se pregunta la tecla astilladora que, consciente de su ignorancia, está a punto de inscribirse en algún diplomado de análisis político, aunque sea de la UNAM).

 

Y luego, Ƒqué tal un breve paseo por el sistema judicial mexicano? Por sus campiñas de libertad, por sus espacios enormes en los que se mueven gráciles los criterios jurídicos puros, sin interferencia ni injerencia de los mandos políticos, de las órdenes ejecutivas, de las instrucciones superiores.

 

Y, entonces, allí, la aparición de la juez María del Carmen Pérez Cervantes, concediendo el amparo de la justicia federal a Mario Rodríguez Bezares, el popular Mayito, y a los demás coacusados en el crimen de Francisco Stanley, como Paola Durante, El Cholo, y otros choferes y guardaespaldas (por cierto, un avezado lector pregunta si alguien sabe quién surte ahora lo que antes despachaba el conductor de programas de televisión en territorios plenamente delimitados, en los que su mercancía se ofrecía como productos Tupperware o Stanhome en oficina burocrática). Con tal amparo, los procesados podrían estar en libertad en unos seis meses, según los plazos judiciales del caso pero, en los hechos políticos, los intereses supremos estarían más que bien servidos, golpeando y desacreditando al procurador Del Villar que osó tocar con el pétalo de una consignación al secretario Espinosa, el personaje para el que este opresor de teclas propone a Danny de Vito.

 

ƑNo acepta Scorsese venir a filmar algunas de las tragicómicas historias mexicanas? Bueno. Afortunadamente cada vez son más los buenos cineastas mexicanos: de los más recientemente exitosos, Fernando Sariñana (Todo el poder) y Luis Estrada (La Ley de Herodes), Guillermo del Toro y Carlos Cuarón.

 

Pero, šchin! Para variar este ejecutante del difícil arte de hacer columnas sin boletines ha errado terriblemente. Seguramente no debió haber metido en todo este berenjenal al apreciado Scorsese sino, en realidad, a Francis Ford Coppola, quien podría llegar, pues, sin libreto, nomás a la pura buena de los noticieros y los periódicos, a filmar aquí la cuarta parte de El Padrino...

 

Astillas: Tiempo y espacio faltan para comentar tantos asuntos de interés. En Sinaloa, por ejemplo, el aferramiento labastidista a hacer candidatos a diputados a sus amigos o allegados, generó en Sinaloa una escisión de escándalo, pues dos priístas de larga carrera dejaron el tricolor y se postularon como candidatos a diputados por el PRD. José Luis Leyson ha sido diputado local y federal, presidente municipal de Guasave (donde uno de sus hermanos es alcalde actualmente) y otros cargos importantes en la estructura priísta y gubernamental. Martín Heredia es otro de los escindidos. A ambos les tomará la protesta este domingo, allá, Amalia García. Otro priísta altamente ofendido en estos lances revanchistas de Labastida es el propio gobernador de Sinaloa, Juan S. Millán, quien ganó tal cargo contra la voluntad del entonces secretario de Gobernación, Labastida, quien apoyaba a su amigo Lauro Díaz Castro, a quien ahora impuso como candidato a senador. A Millán no le dejaron ninguna candidatura para su gente, y desde ahora le amagan con la venganza del citado amigo Lauro... Ya antes había ganado sonrisas condescendientes con su mañanera aportación a la polémica nacional sobre el horario de verano, pero el todavía senador Félix Salgado Macedonio guarda suficiente cuerda para generar nuevos lances memorables, como el que protagonizó ayer al amenazar al priísta Dionisio Pérez Jácome con madrearlo por no darle la palabra en la tribuna de Xicoténcatl... Y más asuntos que se quedan en el tintero: la UNAM, la violencia que vuelve a instalarse, la decepción de De la Fuente, el riesgo de volver permanente esta situación de enfrentamiento e inestabilidad... Pero, por ahora, hasta el próximo lunes.

Fax: 55 45 04 73 Correo electrónico:

[email protected]