MIERCOLES 12 DE ABRIL DE 2000
Ť Las autoridades desconocen a los paristas como únicos interlocutores
Sin resultados, la primera ronda de diálogo entre CGH y rectoría
Ť Descalificaciones y reclamos entre ambas partes Ť Se omitió el tema de los estudiantes presos
Roberto Garduño y Alma E. Muñoz Ť La primera ronda de diálogo entre la rectoría y el CGH no produjo resultados concretos en torno al pliego petitorio de los huelguistas. Las autoridades desconocieron el papel de interlocutor único que se adjudican los estudiantes inconformes, y éstos a su vez demandaron respeto a los acuerdos del 10 de diciembre y respuestas de la representación del rector Juan Ramón de la Fuente.
En una interminable andanada de descalificaciones y reclamos de los activistas, que fueron respondidos por las autoridades con insistentes llamados al respeto, ambas comisiones expusieron sus exigencias y argumentos. Mientras los representantes del rector consideraron al CGH una "digna minoría", el consejo estudiantil explicó que acudió al llamado para "exigir" respuestas a sus demandas. El tema de los paristas presos quedó al margen por el momento.
Hoy, a las 9:00 horas, la comisión de rectoría se presentará en el mismo foro en espera del CGH, cuyos representantes no asistirán porque llevarán a sus asambleas locales la propuesta de diálogo del rector Juan Ramón de la Fuente, pero se comprometieron a regresar mañana.
Encuentro de diatribas
Minutos antes de las nueve de la mañana, la comisión de rectoría se presentó en el auditorio Alfonso Caso en espera de su contraparte. Cuarenta y cinco minutos después los huelguistas arribaron a la sede, con la consigna: "špresos políticos, libertad!". La tardanza obedeció a que los estudiantes aún no concluían los documentos que leerían en la mesa de diálogo.
De inmediato la comisión del CGH subió a la mesa instalada en el estrado, donde ya se encontraban instalados los funcionarios Enrique del Val, Alberto Pérez Blas, José Narro Robles, Elvia Arcelia Quintana-Adriano, José de Jesús Bazán Levy, Gerardo Ferrando, Luis Zarco, René Millán y Pedro Laclette. Por los huelguistas se presentó Argel Pineda como moderador.
Mientras ocurría la presentación de ambas comisiones, los activistas que ingresaron al auditorio colgaron en una de sus paredes una gran manta que decía: "ƑDónde están los defraudadores, narcotraficantes y corruptos? ƑDónde están los universitarios que luchan por la educación? šLibres presos!".
La comisión del CGH dio lectura a dos documentos, en los que demandaron el cumplimiento de los acuerdos del 10 de diciembre, rechazaron la presencia de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones universitarias y exigieron resolutividad:
''Ha quedado claro que con toda su violencia no han logrado aplastar al movimiento estudiantil. El CGH vive y continúa en pie de lucha por la solución de sus demandas... Las autoridades han dado patéticas muestras de su aislamiento, incapaces de agrupar a la comunidad universitaria tras su convocatoria a sus mesas de diálogo para legitimar su farsa de congreso... Las autoridades no piensan en otra cosa que en incrementar la violencia... Es evidente que ya está en marcha una campaña en todos los medios de información, orquestada por la Secretaría de Gobernación, señalando al CGH como un grupo de casi porros que siembra la violencia en la universidad... Las autoridades están preparando el terreno para montar una provocación".
La réplica a esas aseveraciones la formuló el moderador de la rectoría, Enrique del Val: ''Rechazamos tajantemente los infundios, los insultos y sobre todo las amenazas que han proferido aquí. La mejor manera de avanzar es no concentrándonos en descalificar una tras otra las propuestas que ha hecho la rectoría. No creemos que ese sea el camino para solucionar el conflicto''.
Desde entonces la discusión comenzó a centrarse en la pregunta formulada por Argel Pineda, sobre si la comisión de la rectoría estaría dispuesta a cumplir con los acuerdos firmados el 10 de diciembre. Incluso el alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales respondió a Enrique del Val, quien explicó que la presencia de la comisión de rectoría en la mesa del diálogo era para debatir los asuntos pendientes con el CGH: "lo que quedó pendiente es todo el proceso de diálogo, y nuevamente pregunto: Ƒse van a cumplir los acuerdos?''. Se produjo la primera ovación de los paristas en el auditorio.
Enrique del Val reviró al activista: "Aquí se hablaba de que ustedes eran los interlocutores únicos para el levantamiento de la huelga; la huelga ya no existe y ya hay otros interlocutores. Hay que ser muy claros: el 10 de diciembre es muy diferente al día de hoy; hoy las condiciones de la universidad son muy diferentes".
Después de ese intercambio tocó el turno a Alberto Pérez Blas. Replicó que no son ni rectoría ni los medios de comunicación los que califican el comportamiento del CGH. También reprochó al órgano estudiantil haber violado los acuerdos del 10 de diciembre e incluso puso el dedo en la llaga en torno a una de las exigencias de los huelguistas.
"No hay la posibilidad ni política ni ética de exigir ser vocero único para la transformación de la UNAM. Eso nunca fue un acuerdo. Más bien yo le preguntaría al CGH: Ƒpor qué violaron los acuerdos, compañeros?". Pero la aseveración causó disgusto entre los paristas asistentes, quienes gritaron "Ƒy la PFP qué?, šya cállate bastardo!".
Fue Ivalú Cachó, estudiante de Ciencias, quien refutó de la siguiente forma a Pérez Blas: "Salta a la vista el enorme cinismo al tratar de establecer que fue el CGH el que rompió los acuerdos... No hay normalidad, no hay gobernabilidad... Tan han fracasado (las autoridades) que hemos venido aquí... Si quieren normalidad, si quieren gobernabilidad con quienes tienen que hablar es con nosotros. šNosotros venimos aquí a exigir!".
Grupo minoritario
En ese tono continuó la discusión, hasta que René Ramos Millán intervino con agudeza. "Hoy en día el CGH debe decirlo con absoluta franqueza y honestidad: es absolutamente minoritario... Quiere una respuesta y una solución en sus términos. Son heroicos, realmente heroicos, resisten sobre la comunidad, sobre el mundo, las autoridades y otros monstruos que ellos mismos se han inventado. Pero la universidad no quiere héroes, quiere seres pensantes, razonables, que abran alternativas.
"Son inflexibles, sus demandas son firmes. Se constituyen en una especie de cultura sustantiva y fundamentalista, y eso impone su relación con la comunidad".
La discusión prosiguió. La comisión del CGH exigía respeto a los acuerdos del 10 de diciembre y que su contraparte de la rectoría fuera resolutiva. La postura de las autoridades fue planteada por José Narro.
''Hay que reconocer que las condiciones han cambiado. Aceptamos el diálogo, el carácter público del mismo y aceptamos el pliego petitorio del CGH, pero que quede claro: no aceptamos, porque no obedece a la realidad, porque hay nuevas y diferentes condiciones, el carácter de interlocutor único que quiere seguir teniendo el CGH".
El doctor Zarco respondió a una de las dudas del CGH: "la comisión es resolutiva en los mismos términos planteados por ustedes desde antes del 10 de diciembre, en el ámbito de las atribuciones al rector..."
Para entonces, faltando media hora para concluir el plazo de la mesa, Rodolfo Hernández, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, interrumpió la sesión informando que "un grupo de porros están hostigando al Comité de Huelga de la Facultad de Ingeniería". El aviso propició que un grupo de activistas saliera del foro pero la discusión continuó y Enrique del Val volvió a recriminar a Argel Pineda que atribuyera la responsabilidad de los hechos a la comisión de la rectoría: "no se vale; esto es una provocación".
La reunión concluyó a las 14 horas.
Autoridades vapuleadas
Gustavo Castillo García Ť Unos 80 simpatizantes y miembros del Consejo General de Huelga (CGH), que permanecieron en la entrada del auditorio Alfonso Caso durante las casi cuatro horas que duró el diálogo, despidieron a los representantes de rectoría con improperios.
José Narro Robles y Alberto Pérez Blas fueron los blancos del griterío. Les llamaron "švendepatrias!", "šculeros!", "hijos de la chingada", "funcionarios de mierda", y luego les advirtieron: "šno se saldrán con la suya!", "šno se van a quedar con la universidad!".
Al coordinador para el diálogo le gritaron: "šno te queremos Narro, vete de la UNAM, pinche vendepatrias!". Los funcionarios, sin volver la cara hacia quienes los increpaban, se dirigieron caminando hacia la rectoría.
Antes, durante el diálogo, cegehacheros, padres de familia y profesores que se apostaron frente a un televisor, colocado ex profeso para seguir por circuito cerrado el desarrollo del encuentro, abucheaban a las autoridades cuando tomaban la palabra y aplaudían las intervenciones de los representantes del CGH.
Una vez que culminó este primer día de negociación, el grupo esperó a que salieran los funcionarios de la UNAM. Al verlos pasar, comenzaron a gritar.
El primero al que dirigieron sus consignas fue a José Narro, luego siguió Pérez Blas. Este último lo único que hizo fue voltear hacia donde estaba uno de sus acompañantes y abrió los brazos en forma de cruz, de espaldas a quienes le lanzaban ofensas.