MARTES 11 DE ABRIL DE 2000
Ť En plantón permanente frente a Banrural, planean presentar demanda judicial
Exigen campesinos pago de un fondo de ahorro
Elizabeth Velasco C. Ť Unos cien campesinos de la Alianza Bracero Proa, que exigen el pago de su fondo de ahorro por 750 millones de dólares, constituido con sus aportaciones como trabajadores migrantes en Estados Unidos durante el periodo de 1942 a 1964, permanecerán en plantón en la sede de Banrural, hasta que las autoridades respondan satisfactoriamente a su demanda, informó ayer el vocero de la agrupación, Ventura Gutiérrez Méndez.
Destacó que aun cuando tendrían una cita para analizar la problemática, "las autoridades se presentaron una hora tarde y el responsable del departamento jurídico de Banrural nos indicó que si no entregamos por escrito una propuesta para resolver el problema no se haría la reunión".
Gutiérrez explicó que por sugerencia de sus asesores legales, se negaron a presentar los documentos relacionados con el fondo, en virtud de que "no queremos que nos vayan a perjudicar", además que "deseamos conservar la documentación, porque ya prevemos la presentación de una denuncia ante las autoridades judiciales".
El portavoz de Bracero Proa comentó que solicitarán refuerzos de los estados de México, Guerrero, Tlaxcala, Puebla y otros, para "que vengan como relevos todos los días" a la sede de Banrural. Emma Valdovinos, también dirigente de la Alianza, viajará a Estados Unidos para investigar lo relacionado con los ahorros de los ferrocarrileros, que también fueron contratados, junto con los campesinos, como trabajadores temporales para laborar en los campos agrícolas de esa nación, según acuerdo internacional de julio de 1942.
Los denunciantes señalaron que al contratarlos se estipuló que mientras laboraran en Estados Unidos se integraría un fondo de ahorro mediante el pago de cuotas que les fueron descontadas por el Banco Wellfargo de San Francisco, que a su vez trasladaría los recursos al extinto Banco Nacional de Crédito Agrícola (hoy Banrural), para que ya repatriados los migrantes tuvieran dinero para el cultivo de sus tierras en México, lo cual, aseguran, nunca sucedió.