Teresa del Conde
La mirada fuerte
(Primera parte)
La exposición inaugurada con este título en el Museo de Arte Moderno, vigente hasta el 11 de junio, corresponde a un proyecto que en sus comienzos fue A School of London. Nótese que el término a School alude a una posible escuela, no a ''la escuela". Así fue planteado de manera inicial por la autora de estas líneas a las autoridades de Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y gracias a Alejandra de la Paz (trabajó como agregada cultural en Londres) y a Julieta Giménez Cacho, el proyecto tomó cuerpo con la benevolencia del CNCA, el apoyo del Consejo Británico y de otras instancias. La muestra se exhibirá también en el Museo de Monterrey.
Aquella denominación inicial no prosperó: en primer lugar procede del pintor estadunidense (mucho tiempo radicado en Londres) R.B. Kitaj, que regresó a su país y que -de hecho- la acuñó para una exposición europea itinerante congregando a varios de los artistas ahora representados en México. El apelativo causó discusiones desde el principio, pero fue el que disparó el anhelo de la actual exhibición londinense cuyo guión, desarrollo (que fue cambiando) y comisaría se debe a Andrew Dempsey, director por más de tres lustros de la Heyward Gallery de Londres, institución por muchas razones paralela al Museo de Arte Moderno de México, incluso, aunque parezca raro, por su peculiar estructura arquitectónica que en nada se parece a la del MAM, pero que es muy representativa de los años sesenta. Ese edificio y otros que le son vecinos en el South Bank, cercanos a la estación de Waterloo, se vieron en cierto momento amenazados de demolición. Poseen una fisonomía curiosa, no especialmente feliz ni funcional, pero sí interesante, incluso el acceso a ellos, mediante desniveles, resulta ser peculiar, ya se trate del Royal Festival Hall, muy concurrido desde su apertura en los años cincuenta, que del museo del cine (National Film Theatre) o de la propia Heyward abierta al público en 1968, cuatro años después que el Museo de Arte Moderno y con ''vocación" hasta cierto punto similar.
La mayoría de los pintores que ahora concurren por primera vez en La mirada fuerte tuvieron exposiciones individuales tanto en Heyward como en la Whitechapel, que no se encuentra en ese contexto arquitectónico, sino en Aldgate, en un edificio completamente remodelado que conserva su fachada de 1900. Allí, cerca de The London Hospital (enorme, como el Hospital General de México), se exhibirá desde el 14 de abril obra de Francisco Toledo. Pero, Ƒpor qué la referencia a los entornos arquitectónicos? Pues bien, porque una de las venas de la exposición que comento tiene que ver con ellos. Recuerdo que Leon Kossff realizó cerca de 20 versiones de la Christchurch en Spitafields, una construcción barroca a la que hizo enloquecer, fuere en verano que en invierno, recordando quizá que Manet hizo lo mismo con la Catedral de Rouen, pero estas pinturas (varias se exhibieron en una de las más recientes bienales de Venecia) no tienen como tema único la luz: son otra cosa, en estremo fuerte.
Una de ellas, realizada en 1994, parece presidir, amenazante, el ámbito donde está ahora museografiada y cerca hay un dibujo magistral al carbón, mostrando igualmente parte de la fachada. Kossff, Ewan Eglow, Lucien Freud y Frank Auerbach son pintores en activo. Los dos últimos no nacieron en Inglaterra, sino en Berlín. Lucien (1922), nieto de Sigmund Freud, ya estaba con sus padres y sus dos hermanos cuando su famoso abuelo tuvo que abandonar Viena, huyendo del nazismo; y Auerbach (1931) llegó niño a un internado de campo en Inglaterra y nunca volvió a ver a sus padres. Este y Kossoff ofrecen ciertas analogías en cuanto a tratamiento de la materia pictórica, aunque sus modos de componer y su expresión difieren. Los cuatro maestros vivos están acompañados por otros cuatro ya difuntos. En orden de antigüedad están David Bomberg, pintor de vanguardia durante la vigencia del vorticismo (hasta cierto punto versión británica del futurismo) y maestro de Kossof y Auerbach en el Borough Polytechnic.
Sin poder asegurarlo, tengo la impresión de que eso, más el hecho de no haber gozado durante la etapa postrera de su vida de reconocimientos y patrocinios, determinó por parte del comisario su inclusión aquí. Fue ciertamente gran maestro, pero quizá en la etapa representada no está a la misma altura que quienes lo acompañan, con todo y que sus intensos dibujos al carbón parecen testimonios de los bombardeos de Londres. Todos los pintores de La mirada fuerte sufrieron la Segunda Guerra Mundial, pero Bomberg (1890-1957), hijo de inmigrantes polacos, fue combatiente en la primera. Se dice que sus experiencias en el frente lo llevaron a alejarse del vanguardismo y de la abstracción. Existen obras suyas de 1913-15, en la Tate Gallery, pero no las hay posteriores.