SABADO 8 DE ABRIL DE 2000
Ť Coggio, realizador de Las picardías de Scapin
El cine debe ser una verdadera herramienta contra la violencia
Ť Proyectarán su filme en el Centro Cultural Universitario
Raquel Peguero Ť El realizador francés Roger Coggio (Lyon, 1934) se manifestó porque ya no se asuma al cine ''como medio de distracción, sino como verdadera herramienta pedagógica, pues puede ayudar a tomar conciencia acerca de que la violencia no resuelve las cosas, sino al contrario". Ahí, aseguró, la risa juega un papel primordial, ya que con ella ''uno puede reflexionar" y eso lo demuestra el hecho de que, de las películas que se hicieron en contra de Adolfo Hitler, la ''única que le quitaba el sueño era El gran dictador (Chaplin, 1940) porque le parecía peligrosa -y hasta la prohibió- pues tras la hilaridad surgía la reflexión".
El séptimo arte puede enseñar, una convicción
Coggio decidió retomar a Moliére, a quien considera heredero de Aristófanes, y llevarlo a la pantalla en Las picardías de Scapin, pues aunque la obra fue escrita hace tres siglos, ''conserva actualidad. Por primera vez puso en escena a un hombre del pueblo -antes los protagonistas sólo eran reyes y príncipes- quien, por medio de su inteligencia logra resolver cuestiones que ni sus amos aristócratas y burgueses podían. Eso constituyó una verdadera revolución", pues demostró que con el intelecto se puede conseguir más.
''A mí me encantan las películas de Schwarzenegger y Rambo; no tengo nada en contra de ellos, pero en algunos países del mundo la cultura se detiene ahí y cuando eso sucede digo šcuidado!, estamos entrando en una etapa de terrorismo". Agregó que cada nación, ''con el cine, puede fortalecer su identidad. Estoy en favor de la globalización, pero con la condicionante de que no nos lleve a la uniformidad. Lo que nos enriquece es, precisamente, la diferencia, y por medio de otra cultura o idioma podemos conocer más la propia".
De visita en México para presentar Las picardías de Scapin (1981), que se proyectará el lunes en la Sala José Revueltas, del Centro Cultural Universitario, dentro del ciclo Moliére, Coggio comentó que cuando presentó esta película en Francia ''sorprendentemente fue la séptima con más entradas, de las 500 que se exhibieron ese año, por encima de La dama y el vagabundo, de Walt Disney", pero lo más gratificante fue que un niño de 13 años le dijo: ''Si pusieran a Schwarzenegger contra Scapin, seguro que este último ganaría porque era más inteligente. Eso es una prueba lo que el cine puede enseñar". Así que, invitó, hay que convencer a ''los jueces de cinco a 50 años para que vayan a ver a Moliére a las salas, porque van a ser felices, como pueden serlo también con las historias de Aristófanes o Shakespeare, pues estos autores tienen varias lecturas y se encaminan siempre sobre la justicia, el amor y la paz".