VIERNES 7 DE ABRIL DE 2000
* La región apenas creció 3.3 por ciento anual
Frustrantes, los resultados económicos de AL, dice Cepal
* Siete de cada 10 puestos de trabajo son en el ámbito informal
Rosa Elvira Vargas * En América Latina, los resultados económicos de la última década han resultado "frustrantes'': apenas se consiguió un crecimiento promedio de 3.3 por ciento anual; habitan en la región 224 millones de pobres; siete de cada 10 nuevos puestos de trabajo están en la economía informal y para los siguientes 10 años tendrán que crearse siete millones de nuevas ocupaciones en los países del área para la fuerza productiva que se incorpore y de ese modo reducir el desempleo a la mitad.
A lo anterior, que es parte del diagnóstico que presentó ante el presidente Ernesto Zedillo la Comisión Económica para América Latina (Cepal), se añade que "una buena macroeconomía no es suficiente'' y que en las naciones que integran el subcontinente tienen las peores distribuciones de ingreso en el mundo. Incluso, destaca que hay reformas gubernamentales que surten efectos distintos a los deseados, por lo que de manera pragmática podría pensarse en la tarea de "reformar las reformas''.
El jefe del Ejecutivo, quien primero destacó la adhesión mexicana a los objetivo del organismo en la promoción del desarrollo integral, convino en que la región prácticamente no tuvo crecimiento el año pasado y, como en otros foros, defendió la aplicación de políticas económicas de saneamiento de las finanzas públicas, reformas estructurales y de apertura comercial, porque dan "las bases necesarias para un crecimiento duradero y dejar atrás los ciclos de freno y arranque súbito, con sus graves secuelas sociales''.
Señaló entonces que la aplicación sistemática y perseverante de ese tipo de políticas ha provocado que "algunas voces'' les atribuyan "erróneamente'' la pobreza y la desigualdad que siguen sufriendo millones de personas en América Latina y el Caribe. Se trata, subrayó, de una "consideración infundada, por decir lo menos'', pues atribuir males ancestrales que todavía son herencia del estatismo, del populismo, la irresponsabilidad fiscal e incluso del autoritarismo, a políticas que llevan muy pocos años, "no está justificado''.
Esa suposición, insistió, resulta tan absurda, "como mostrarse desencantado por los efectos sociales de la democracia y atribuirle a ésta, fenómenos o situaciones que en realidad son todavía herencia del autoritarismo que privó en nuestra América Latina''.
Durante una reunión en Los Pinos a la que asistieron también los ex presidentes Miguel de la Madrid; Vinicio Cerezo, de Guatemala, Oswaldo Hurtado, de Ecuador, y Patricio Aylwin, de Chile, así como ministros de Economía, embajadores, representantes de organismos internacionales y delegados de la Cepal, el presidente Zedillo defendió la democracia en Latinoamérica, como un elemento sin el cual no podrá concebirse ya el desarrollo, pero que también es algo "que todos los actores políticos debemos cuidar, alentar y fomentar con gran esmero''.
Argumentó que a partir de los recursos fiscales que genera una economía dinámica y de una mejor asignación de aquellos en el marco de la democracia, el Estado debe procurar la justicia social y esto mediante una política nacional e integral, federalista, participativa, incluyente y eficaz.