La Jornada sábado 1 de abril de 2000

Luis González Souza
ƑNueva UNAM?

La UNAM debe cambiar, y debe hacerlo para bien de ella y del país. Esa es, a nuestro entender, la conclusión ultraelemental después de una huelga de casi diez meses y de un conflicto que, lejos de terminar, es atizado más y más por las huestes de un autoritarismo ya crónicamente represivo.

Pues bien, el sector medieval de la universidad no acepta ni siquiera esa conclusión tan primitiva. En el mejor de los casos se comporta como si la huelga estudiantil sólo hubiese sido otro pequeñito -y obviamente desafortunado- ''incidente''.

Y es que si Chiapas le resulta poca cosa al mandamás de México, con mayor razón sus corifeos desestiman al movimiento estudiantil. Si existió éste, sirvió para nada. Eso parecen decir, sobre todo con su conducta, los medievales menos conservadores.

Y no queda ahí. Los más retrógrados dicen que el movimiento sí sirvió para algo, aunque no muy publicable. Dicen y actúan para que el conflicto universitario sirva a la extirpación de todo aquello -maestros incluidos- que se resiste a la prostitución neoliberal de nuestra máxima casa de estudios. La poda, pues, hasta de los últimos focos de dignidad universitaria, lo mismo que de pensamiento crítico.

Larga y creciente es la lista de indicadores. Van desde nuevos encarcelamientos, notablemente el de la maestra Guadalupe Carrasco, hasta nuevas trampas y burlas en materia de diálogo: una materia básica para aprobar cualquier examen de ética democrática, para no hablar de honestidad e inteligencia.

Sin embargo, esta vez nos centraremos en tres indicadores registrados en nuestro propio entorno laboral, es decir, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde tratamos de enseñar -dignidad, antes que nada- desde hace ya más de veinte años.

Primer caso, o de cómo se castiga a quienes rehúsan la cultura del engaño. Es el caso por lo menos de un profesor que siempre se rehusó a participar en ese gran fraude, ese Fobaproa universitario también conocido como ''clases extramuros''. Por fortuna, el castigo se limitó a dar por no impartido su curso en posgrado, correspondiente al semestre 2000-I.

Pero, por desgracia, este caso también ilustra el nivel de ilegalidad alcanzado por los adalides de la sacrosanta ''legalidad universitaria''. Las autoridades de posgrado se tomaron en serio su fe en los extramuros, al punto de contravenir el calendario aprobado por el Consejo Técnico de la facultad a fin de reponer los cursos suspendidos durante la huelga.

Segundo caso, o de un curso intensivo en "golpismo". Es el caso de un profesor que nunca ocultó su respaldo al movimiento estudiantil. Más bien lo hizo público y constante, aunque no acrítico. Pues bien, a la hora de asignar salones para la reanudación de clases, adivine, estimado lector o estimada lectora, Ƒqué salón le tocó a ese profesor?

Acertó usted: un salón ocupado de tiempo atrás por miembros del CGH. El mensaje es casi obvio: si quiere dar clases, comience por darle un ''golpe'' a la dirigencia estudiantil. Desalójelos usted mismo y, a lo mejor, hasta sobresueldo le toca. (Vale decir que el profesor cuasi-golpista ni siquiera se dignó tocar la puerta del citado salón).

Y tercer caso, o de la política del miedo en serio. Otra vez, es por lo menos el caso de un veterano profesor que recibió un citatorio de ''la juez segundo de distrito en materia penal en el Distrito Federal'', la licenciada María del Carmen Pérez Cervantes. Ello, a efecto de ''llevar a cabo una diligencia de carácter judicial, apercibido que de no comparecer el día y hora indicados, (será castigado) con la imposición de una medida de apremio...'' ƑSe le cita como testigo, como acusado o como qué? No está claro. Lo que sí queda claro es el efecto intimidatorio y, de paso, el poco respeto que el tiempo de los académicos les merece a los citadores judiciales.

ƑAsí es como se construye la nueva UNAM que tanta falta hace a México? ƑSe está renovando nuestra universidad, o más bien se están profundizando sus peores vicios, los mismos que dieron origen -y mucha legitimidad- a la huelga? ƑY aparte quieren a todo mundo quieto y callado? ƑHasta cuándo?

PD: El protagonista Ƒo víctima? de los tres casos reseñados es el autor de estas líneas. ƑCuántos más no habrá?

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