VIERNES 31 DE MARZO DE 2000

Ť Fue presentado a medios y remitido a Almoloya


Soy inocente y saldré libre, dice "el rey del secuestro exprés"

Ť Inciertas, las versiones de su interrogatorio por tv, asegura

José Galán y Silvia Chávez González, corresponsal Ť Marcos Tinoco Gancedo, considerado por la Procuraduría General de la República como el "rey del secuestro exprés", se dijo ayer inocente y aseguró que las versiones de su interrogatorio difundidas por noticiarios televisivos "no son ciertas". Agregó que sus abogados ya trabajan en la defensa de los cargos de plagio que se le imputan para liberarlo.

Sin embargo, José Trinidad Larrieta Carrasco, responsable en la PGR de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, (UEDO), informó que por lo menos once de sus víctimas lo reconocieron como el hombre que, haciéndose pasar por comandante de la Policía Judicial Federal, les privó de la libertad bajo el pretexto de investigar el narcotráfico y lavado de dinero, para luego extorsionarlos con sumas que iban de 350 mil a seis millones de pesos, como condición para dejarlos en libertad.

Tinoco Gancedo fue presentado ayer ante los medios de comunicación por la PGR, la Policía Federal Preventiva y la PGJDF, dependencias que lograron su detención mediante un trabajo de inteligencia, posteriormente fue remitido al reclusorio de alta seguridad de Almoloya de Juárez. Hasta anoche se había negado a rendir su declaración preparatoria.

Según la PGR, Tinoco Gancedo se dedicaba principalmente al plagio de miembros de la comunidad judía y de empresarios de la industria de la joyería. Su modus operandi consistía en ingresar al grupo social de su presunta víctima. Para ello utilizaba su preparación universitaria y los cuantiosos recursos de que disponía. Incluso, llegaba a establecer relaciones sentimentales con personas allegadas a su víctima.

Con el pretexto de una supuesta investigación sobre narcotráfico y lavado de dinero, sustentada en órdenes de captura apócrifas, realizadas bajo sus conocimientos de derecho, obligaba a familiares a entregarle fuertes cantidades de dinero en cuestión de horas.

Cuando el rapto se prolongaba, porque la familia no reunía el dinero o porque se había notificado ya a la policía, cortaba el dedo meñique de la mano derecha de sus víctimas para acelerar la recepción del botín. Nunca buscó prolongar los secuestros, pues debía pagar manutención, vigilancia, comunicaciones, y eso le costaba dinero.

En Naucalpan, estado de México, la Procuraduría de Justicia mexiquense informó que investiga los probables vínculos de Tinoco Gancedo con el plagio de dos jóvenes, quienes el pasado 29 de febrero ingresaron al hospital Los Angeles, en Interlomas, luego de que se pagó su rescate, y aún así sufrieron la mutilación del dedo meñique de la mano derecha.