Ť De la producción del aromático dependen 280 mil familias: AMEC


Agudiza la crisis de la caficultura el castigo a los precios internacionales

Ť La falta de apoyo y la desorganización, otros factores que afectan al sector: Genaro Hernández

Angélica Enciso L. Ť La crisis que vive la caficultura mexicana es consecuencia del crack que se dio en 1989 por los altos inventarios y la caída hasta en 60 por ciento del precio, pero ahora se agudiza con los castigos a la cotización en el mercado internacional, la desorganización del sector y la falta de apoyo, consideró Genaro Hernández, director de la Asociación Mexicana de Exportadores de Café (AMEC).

Frente a 11 años de problemas, el gobierno mexicano debe considerar al aromático como un "producto sensible" por la estabilidad social que genera su producción, actividad que básicamente se desarrolla en zonas indígenas altamente marginadas y de la que dependen 280 mil familias. También tiene que tomar en cuenta su impacto en el empleo y las divisas que aporta a México al ser el principal producto agropecuario de exportación.

En entrevista, Genaro Hernández explicó que no sólo México padece los castigos en la cotización, ya que también se ven afectados los países de Centroamérica, y se prevé que este problema se agrave todavía más con el aumento de la producción de Brasil y de Vietnam. La AMEC se hace cargo del 42 por ciento de las exportaciones, las cuales en promedio ascienden a los 700 millones de dólares y representan el 80 por ciento de la producción nacional, que para este año se estima en 5 millones de sacos de 60 kilos.

Recordó que la crisis de 1989, la cual se prolongó hasta 1994, se dio a causa de altos inventarios del aromático, que salieron al mercado simultáneamente, lo cual llevó a que los precios, que llegaron a ser de 130 dólares las cien libras, se desplomaran a 48 dólares. Debido a ello fue que una gran cantidad de exportadores quebró y el mercado nacional se abrió a las empresas transnacionales, las cuales en los últimos años han sido las principales compradoras.

En este momento, agregó, lo que más ha afectado la producción de exportación es que los castigos al precio del aromático mexicano pasaron de los 8 dólares hasta los 30 o más. Si el precio del café está en 118 dólares las cien libras en la bolsa, al aromático mexicano se le restan entre 30 y 40 dólares, por lo que termina cotizándose entre los 78 y 88 dólares.

Esos diferenciales de precios se aplican porque en el mercado internacional se considera que el café arábiga mexicano es de menor calidad que el colombiano. Esta percepción se acrecentó en los últimos dos años a causa de la sequía que afectó la cosecha 1998/99 y que llevó a que se produjeran cafés de menor calidad.

También influye el hecho de que Brasil haya sacado al mercado una producción de cafés arábigas que hacen competencia al mexicano, pero son de menor calidad, y los torrefactores optan por adquirir esos sustitutos que les pueden resultar más baratos, puntualizó Genaro Hernández.

A los productores mexicanos, precisó, esta situación les afecta seriamente porque los precios que se pagan a los cafetaleros son menores a los costos de producción, pero la propuesta de que se les otorgue un subsidio de mil 500 o 2 mil pesos tampoco sería suficiente.

Dijo que un mayor apoyo lo constituiría el establecimiento de una bolsa que permitiera el almacenamiento, la venta directa y rápida de la cosecha, y que se contara con tasas crediticias internacionales, ya que son más bajas que las nacionales.

Consideró que el sector requiere una mayor organización, ya que las regiones productoras del aromático se encuentran dispersas, y además el Consejo Mexicano del Café no actúa con oportunidad frente a los problemas que se presentan en el sector, lo que hace que las autoridades intervengan cuando la solución es más difícil.

El sector social, precisó Genaro Hernández, no puede continuar en condiciones tan críticas como las que vive en este momento, ya que esto provoca que los cafeticultores se alejen de la actividad productiva y se genera inestabilidad social.