VIERNES 31 DE MARZO DE 2000

Ť Susanne Linke, coreógrafa alemana, en entrevista con La Jornada


Donde el poder es fuerza central, desaparece toda humanidad

Ť Se necesita ''incorporar la realidad a cada movimiento y eliminar todo nacionalismo''

Ť El aire es libre y eso permite que todo, incluida la danza, respire su propio renacer

Miryam Audiffred Ť Si se considera que la originalidad de una coreografía depende menos de los temas que se abordan que de las formas de expresión que se utilizan, entonces se debería señalar que las creaciones de Susanne Linke son parte de un universo nuevo y auténtico en el que la agitación, la soledad, el humor, la frustración, la vida y la muerte viven una renovación sin fin.

linke-susana-1-jpg Miembro relevante de la segunda generación del teatro danza alemán -género que se consolidó en los sesenta y que en los setenta produjo personajes como Reinhild Hoffman, Rosamund Gilmore y Vivienne Newport-, la coreógrafa está segura de que los bailarines no pueden dar un paso más sin sentido.

''Hay que incorporar la realidad a cada movimiento y eliminar todo nacionalismo." Y es que para la autora de Frauenballet (Ballet de mujeres) y Heisse Luft (Aire caliente) -piezas que presentará en el contexto del Festival del Centro Histórico- una expresión artística nunca debe perseguir objetivos nacionalistas.

"Por Dios, eso sería terrible."

De visita en México por segunda vez, explica que desde su origen el teatro danza ha sido multicultural, no sólo por su interés en el ser humano y sus más íntimas motivaciones sino por la participación de bailarines de múltiples nacionalidades. Por ejemplo, la Bremer Tanztheater -compañía que dirige desde 1994- viajó al país con un solo bailarín de origen alemán; el resto proviene de naciones cuya diversidad abarca desde Argentina y Brasil hasta Indonesia.

Diálogo con movimiento y con palabras

Si bien la ruptura de fronteras es una de las características que permiten al teatro danza mantener su frescura, hay críticos que consideran a este movimiento artístico con plenitud y que, por tanto, sólo le resta aceptarse como fenómeno histórico.

Para Linke, no hay nada más lejos que esta afirmación y al respecto aclara que desde la caída del Muro se gestaron transformaciones importantes. ''Hasta los años ochenta los movimientos de la Alemania oriental se habían quedado rezagados o, mejor dicho, presos en el espíritu del ballet clásico. Pero esta situación se modificó con rapidez en la siguiente década a partir de la unificación y del acceso a la libertad. Hoy, hasta el aire es libre y eso permite que todo, incluyendo la danza, respiren su propio renacimiento".

Y así ha sido. En la actualidad existen en el sistema alemán de teatros municipales -es decir en aquellos que son financiados por completo o casi completamente por los contribuyentes- elencos de teatro danza en Wuppertal, Bremen, Berlín, Bonn, Friburgo, Münster, Nuremberg, Leipzig, Cottbus, Heidelberg, Darmstadt, Giessen y Weimar, agrupaciones que, en palabras de Linke, han decidido tomar una posición frente a la historia.

ƑSe trata de transgredir los principios del teatro alemán que ha tenido grandes aventuras en la obra, por ejemplo, de Bertolt Brecht? No, sólo se busca aportar una visión liberada de las convenciones de lo narrativo.

Antigua bailarina del Estudio de Danza de Folkwang, bajo la dirección artística de Pina Bausch, Susanne Linke regresa a México después de casi 16 años para pisar un escenario conocido: el teatro del Palacio de Bellas Artes.

Las obras y los bailarines no son los mismos de antaño, sin embargo la actitud no ha cambiado. Ellos saldrán para entablar un diálogo con movimiento y con palabras.

Al igual que en Ruhr-Ort (Lugar del Ruhr) y en Also Egmont, bitte (Pero por favor, Egmont) -pieza que creó ex profeso para la José Limón Dance Company de Nueva York-, las obras que ofrecerá ahora la coreógrafa alemana exploran los antagonismos sociales.

Si en Märkische Landschaft (Paisaje de la marca), Linke creó un pequeño ejército de ángeles masculinos para investigar el pedazo de tierra que separó por décadas a dos pueblos hermanos, hoy la Bremer Tanztheater pone énfasis en las ''diferentes formas de cansancio" y en los mecanismos de opresión entre personas.

Podría decirse que Frauenballet es una coreografía feminista, a pesar de no ser pensada para enarbolar esa bandera. De acuerdo con la creadora, el tema central de esta pieza gira en torno de la difícil labor que las mujeres tienen que realizar todos los días.

''La idea surgió en un viaje que realicé, en 1981, a la India, donde observé las dos realidades de la vida femenina: la tranquilidad y la belleza impuestas por la sociedad y, también, la fortaleza con que sacan adelante a sus hijos, su hogar y muchas de las actividades que suelen ser calificadas como deberes del sexo fuerte.

''Es una coreografía que exige a las mujeres ser ellas mismas porque ya es hora de despertar y de cuidar nuestros intereses y también invita a los varones a ceder aunque sea un poco de poder, porque donde el poder es la fuerza central, desaparece toda humanidad."

Heisse Luft, por su parte, es una obra más sencilla. ''Estrictamente hablando diría que no tiene ningún tema propio y que surgió a partir de improvisaciones y del manejo lúdico de varios trozos de tela".

Asimismo implica un cierto juego de palabras, pues aunque literalmente el título quiere decir ''aire caliente'', los alemanes utilizan cotidianamente estas palabras para referirse a las actitudes de personas pretensiosas. Es una especie de sinónimo para la frase: Mucho ruido y pocas nueces.

Linke y la Bremer Tanztheater mostrarán un espectáculo que, para los más conservadores, no puede ser aceptado ni como teatro ni como danza. El secreto, diría Susanne, radica en no buscar definiciones para este género dancístico, pues cualesquiera que sean las letras que se utilicen estarán muy lejos de retratar con fidelidad las emociones que provocan.

(Frauenballet y Heisse Luft serán presentadas mañana, a las 20:00 horas, en el Palacio de Bellas Artes y el martes 4 de abril, a las 20:30, en el teatro Julio Castillo)