PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Por orden de Los Pinos
Ť Fiesta privada en Teotihuacán Ť Hoy se clausura la Pinacoteca Virreinal ŤEl acervo de 350 obras, al Munal y a las bodegas del INBA Ť El ex Convento de San Diego, para arte alternativo, dice Tovar y de Teresa
Hace tiempo, no mucho, por cierto, uno de los ricos del país, soltero y casadero, para más señas, tuvo la ocurrencia de celebrar su cumpleaños en lo alto de la Pirámide del Sol, en el centro ceremonial de Teotihuacán. Telefoneó a su amigo Rafael Tovar y de Teresa, el mismísimo director del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), quien lo dispuso todo para el festejo. El conocido antropólogo Eduardo Matos, encargado de la zona arqueológica teotihuacana, se puso a las órdenes de los ayudantes del ilustre cumpleañero. Los empleados del centro ceremonial recibieron la instrucción: "es una orden de Los Pinos"; sólo unos cuantos se enteraron del acto, y ni el aguerrido sindicato del INAH levantó protesta alguna. La fiesta fue privadísima: Roberto Hernández y su novia. La pareja llegó en helicóptero hasta la cúspide de la gran pirámide, y todo estaba dispuesto: champaña y caviar para dos. Se cumplió el deseo del principal accionista de Banamex: festejar sus 50 años a la luz de la luna, con una guapísima mujer y en la Pirámide del Sol. Excentricidades... gustos que pueden darse los ricos, gracias a una orden de Los Pinos.
El ilustre cincuentón, beneficiado con la reforma financiera y la privatización de la banca en tiempos del salinismo, es uno de los mecenas del arte mexicano y es reconocido en el Conaculta por sus aportaciones a la conservación del patrimonio nacional. El banquero, que con la compra de Banamex recibió como regalo el acervo cultural de la institución, uno de los más ricos e importantes del país, es la figura principal del patronato del Museo Nacional de Arte. Según la directora del Munal, Graciela de la Torre Reyes-Retana, el patronato tiene tal "poder político y económico", que logró la "orden de Los Pinos" para enriquecer el acervo pictórico del Museo Nacional con las 350 obras de los siglos XVI al XIX que, por acuerdo del presidente Adolfo López Mateos, desde 1964 dieron vida a la Pinacoteca Virreinal. Y con la "orden de Los Pinos", a partir de hoy se cierra el Museo del Virreinato, en el ex Convento de San Diego, y con ello se da vuelta a la hoja de la historia de la Inquisición, la época negada de la Colonia. Quizás también el "poder político y económico" del susodicho patronato, que tanto presume Graciela de la Torre Reyes-Retana, haga posible que otra extraordinaria colección de arte mexicano, la de Jacques y Natasha Gelman (con obras de Rivera, Tamayo, Izquierdo), que fue orgullo del clausurado Museo de Arte Contemporáneo, de la Fundación Cultural Televisa, se exhiba en el Munal; eso si no le gana la partida el gobernador veracruzano, Miguel Alemán, otro prócer de la cultura y la conservación del patrimonio nacional (remember el equinoccio del tercer Milenio en El Tajín), que anda en la puja por la colección Gelman y está dispuesto a construir un museo, ex profeso, con luz, sonido y escenografía del canal de las estrellas, para el disfrute de sus paisanos.
La Pinacoteca Virreinal queda clausurada hoy, sin que medie documento oficial, explicación alguna, ni académico o intelectual que se oponga, mucho menos una manifestación ciudadana por la defensa de nuestro patrimonio. Se trata de una orden de Los Pinos, habría dicho el director del Instituto Nacional de Bellas Artes, Gerardo Estrada, a la directora de la Pinacoteca, la maestra Virginia Armella. Y Rafael Tovar y de Teresa no hizo comentario alguno. Como siempre, desvió la mirada, se desentendió del asunto y ofreció la dirección del Museo del ex Convento del Carmen a la maestra Armella. El edificio del siglo XVI que alberga el arte virreinal, por orden de Tovar será para arte alternativo, de vanguardia. La clausura de un espacio de exposición del arte colonial, como es el ex Convento de los Dieguinos, se ventiló en la prensa (principalmente en las páginas de La Jornada) en diciembre. Eran tiempos de posadas.
Jamás una explicación oficial. Sólo declaraciones contradictorias y muy cuestionables de Graciela de la Torre Reyes-Retana, quien explica la clausura de la Pinacoteca en función del proyecto Munal 2000. Más aún, dice que hay un dictamen, que nadie conoce, porque no existe, donde se establece que las obras de la Pinacoteca están en peligro porque el ex Convento de San Diego "padece un problema irresoluble de humedad". Y que "la respiración de los visitantes y los asistentes a conciertos y cursos que ahí se organizan elevan la temperatura del recinto y ponen en peligro la obra". Nadie confirma estos dichos. Más aún, Walter Boelsterly, director del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, lo niega, y hasta es presa del hostigamiento del director del INBA. La maestra Armella precisa que la sala llamada "de Dolores" fue la única que, efectivamente, estuvo en malas condiciones y con problemas de humedad. En 1998, el Conaculta encargó al arquitecto Sergio Saldívar Guerra la restauración total del edificio. El museo se reabrió el 1o. de junio de 1999 y las obras se exhibieron -hasta hoy- en su entorno adecuado y en excelentes condiciones con el patrocinio de particulares y de instituciones privadas. Y así, por orden de Los Pinos se clausura la Pinacoteca Virreinal de San Diego. El otro día, en un almuerzo en el Centro Histórico, escuché decir a unas amigas: "... aquí estoy muy divertida con Graciela de la Torre imaginando dónde quedarán las pinturas del ex Convento de San Diego". Y la directora del Munal 2000 informa que en su proyecto se invertirán 132 millones de pesos, fifty-fifty Conaculta y el patronato de Banamex. Total, los mecenas del arte en México son bien vistos por el fisco... Con la orden de Los Pinos todo es posible.
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