MIERCOLES 29 DE MARZO DE 2000

Ť Es un grupo violento que utiliza la destrucción como arma, señala el académico


Habrá denuncias; sabemos quiénes son: Bazán Levy

Alma E. Muñoz y Roberto Garduño Ť El director general del Colegio de Ciencias y Humanidades, José de Jesús Bazán Levy, anunció ayer que interpondrá denuncias de hechos ante el Tribunal Universitario por la toma de las oficinas centrales de este sistema de bachillerato. Pese a que los activistas cubrían sus rostros con paliacates y pasamontañas, el directivo indicó que en las actas se incluirán los nombres de aquellos estudiantes que ''pudimos identificar'', pero no dio nombres, pues confió en contar con testigos suficientes.

En conferencia de prensa, Bazán calificó al CGH como un ''grupo violento que utiliza el insulto, la humillación y la destrucción como sus armas'', lo cual puede entenderse por la ''desesperación y el resentimiento'' que padecen. Consideró asimismo que el órgano estudiantil ''está perdiendo fuerza''.

Indicó que él buscó entablar un diálogo ''cara a cara'' con los paristas, pero ''nos encontramos con individuos cubiertos con paliacates y pasamontañas que ocuparon la puerta de entrada de la dirección general y nos patearon, empujaron e insultaron''. La música de los Beatles (lo que se escuchó fue Imagina, de John Lennon), fue para ''contribuir a que los alumnos se tensaran menos y se facilitaran las posibilidades de discusión y de diálogo''.

Al encuentro con los medios de comunicación Bazán Levy se presentó con la ropa informal con que esperó a los paristas afuera de su oficina: gorra, pantalón de mezclilla, mocasines, camisa azul y encima una sudadera negra. ''Me preparé por si había jaloneo, porque no hay nada más desagradable que alguien le jale a uno por ejemplo la corbata''. Aseguró que recibió golpes de parte de los paristas, pero esto lo minimizó.

Dos horas después de que integrantes del CGH tomaran la Dirección General del CCH, por 24 horas, el directivo descartó que la convocatoria al diálogo, hecha por el rector Juan Ramón de la Fuente, se fracture porque ''más allá de que se repitan estos fenómenos de violencia, queremos llegar al fondo de los problemas y resolverlos''.

Manifestó que hoy, cuando se cumpla el plazo para recibir las instalaciones, pedirá a los trabajadores del inmueble regresen a sus casas y volverá a intentar el diálogo con los huelguistas.

Dijo que los CCH sufrieron daños por más de 18 mil pesos durante los casi diez meses de huelga. Y anunció que en fecha próxima se reunirá con alumnos de los cinco planteles para examinar los problemas, especialmente a la posibilidad de que el sistema de bachillerato sea separado de la UNAM.

Por otra parte, ayer se reunió la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario, la cual aprobó descentralizar el servicio de vigilancia de la UNAM para que la seguridad quede en manos de cada dependencia o entidad administrativa de la máxima casa de estudios.

En la sesión se descartó que la institución establezca contratos con empresas privadas del ramo. De acuerdo con la propuesta que se someterá a consideración del Consejo Universitario, cada dependencia contará con personal de vigilancia y los recursos materiales y presupuestales requeridos para tal fin, aunque el cuidado en accesos y áreas comunes se mantendrá bajo la responsabilidad de la Dirección de Servicios Generales, cuyo ámbito de acción, trascendió, ''será más limitado en materia de vigilancia, lo que ayudará a elevar la calidad de su trabajo''.

Dentro de este nuevo esquema de restructuración se pretende establecer una agenda de trabajo para abordar todos los aspectos de seguridad en la Universidad Nacional, y no limitarse a la cuestión de vigilancia como protección civil, inseguridad y robo.