La Jornada miércoles 29 de marzo de 2000

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El libreto es ya bastante conocido: apenas hace el rector de la UNAM algún guiño de apertura (sea éste genuino o falso) cuando de inmediato se deja caer con pesadez la mano gubernamental de la provocación.

Tal guión de cumplida observancia exhibe los términos de la lucha soterrada que se vive hoy en la UNAM, donde las facciones de los blandos pelean contra los duros, influenciadas y acicateadas ambas franjas por los factores externos, de índole política y judicial, que inserta el gobierno zedillista.

ƑIntento de diálogo? šAprehensión!

Un ejemplo más de esa lucha interna se ha dado este lunes, cuando el rector Juan Ramón de la Fuente dio a conocer en un acto formal una propuesta de reanudación del diálogo (propuesta insuficiente y condicionada, con la que se pretende construir un argumento político parecido al del plebiscito, que precedió a la arremetida de la policía militarizada contra los universitarios). De inmediato se produjo la respuesta obligada: la profesora Guadalupe Carrasco, conocida como La Pita, fue detenida con ejemplar exceso de violencia, en cumplimiento de una empolvada orden de aprehensión que desde un año atrás mantenía entre sus pendientes la procuraduría de Jorge Madrazo-Carpizo y que no había encontrado momento más oportuno para ejecutar.

La procuraduría Madrazo-Carpizo sabía del momento difícil en el que asestaba un nuevo golpe de provocación. Ese conocimiento no tenía por qué provenir sólo de los servicios internos de inteligencia de la PGR (apasionada y magistralmente torpes, como se sabe, pues han sido incapaces, por ejemplo, de detectar los enriquecimientos de un fraterno oficial mayor, o de un estimado funcionario del cuerpo de élite contra la delincuencia organizada). En realidad, bastaba con leer los diarios de la víspera, donde el propio rector De la Fuente había adelantado los términos y la intención de su nueva convocatoria al diálogo. Por lo demás, los altos ejecutivos de la PGR tienen un conocimiento preciso de lo que sucede en la UNAM, donde la estrategia de De la Fuente les molesta en la medida en que no se ha ido apoyando en los cuadros y las estructuras del poder creado por su jefe real, Jorge Carpizo.

La derecha, al asalto

Además de esas provocaciones (que finalmente tienen un responsable político que no es sólo el procurador, sino su jefe, el presidente de la República), el curso del conflicto universitario ha sido influido por la reacción enardecida de los grupos políticos más conservadores de la UNAM, que han estado presionando al rector para que responda con energía a los actos de violencia que han cometido a su vez grupos pertenecientes al Consejo General de Huelga.

 

El discurso con el que De la Fuente anunció su personal estrategia de reanudación del diálogo, contiene indicios claros de esas dos tendencias a las que pretende dar satisfacción parcial, aunque en realidad se cargue más hacia los segmentos derechistas de mano dura. El planteamiento de los foros de discusión, y las fechas y términos establecidos para ese proceso de presunto diálogo, son una discutible concesión a los grupos que le piden desde dentro apertura y tolerancia.

Los mismos instrumentos, llamados policía federal

Pero ese gesto menor (y envenenado) de disposición al diálogo, fue presentado adecuadamente adornado con los dardos cuyo uso reclamaba la franja derechista: luego de enumerar los actos de violencia con los que la Universidad "ha vuelto a ser asediada", en "una escalada... preocupante e inadmisible", De la Fuente advirtió sin sutilezas a quienes estuviesen pensando en boicotear esos foros de consulta que, "si hay nuevas faltas, éstas deberán ser sancionadas con los mismos instrumentos con los que las anteriores quedaron sin efecto, que no son otros más que los que se derivan del marco jurídico institucional y de las leyes que nos rigen a todos los mexicanos".

Servicio urgente de tintorería

El contraalmirante Wilfrido Robledo debe haber llevado ayer mismo a la tintorería su toga y su birrete por si es necesario que reaparezca en alguna ceremonia universitaria a deshoras. Hubiese solicitado servicio urgente si hubiese alcanzado a escuchar la siguiente frase deslumbrante del rector: "frente a la violencia vamos a actuar con energía. No para repetir una historia que ya dejamos atrás. Vamos a actuar precisamente para impedir que se vuelva a repetir esa historia".

No está de más decir que la vida universitaria no podrá volver a ser normal (y en la normalidad de una casa de estudios universitarios es obligada la discusión y la disidencia) mientras algunos de sus miembros estén en la cárcel o mientras los provocadores a sueldo de la PGR (es decir, los funcionarios, comenzando por el de máximo nivel) sigan sacando órdenes de aprehensión para frenar intentos de apertura o para enrarecer el de por sí nebuloso ambiente de la UNAM.

Un rector rehén de candidatos, presidentes y procuradores

Tampoco es innecesario señalar que el rector De la Fuente tiene que definirse entre las presiones coyunturales de la derecha represiva y las posibilidades de una recomposición histórica fundada en la tolerancia extrema y la apertura real. Mientras De la Fuente siga siendo un rehén de los humores presidenciales, y mientras siga delineando sus políticas en función de los intereses y los ánimos del grupo tecnócrata en el poder, y de su candidato, seguirá naufragando entre posturas de aparente buena voluntad y acciones imbo- rrables de autoritarismo generado por sí mismo o permitido por omisión.

Un juez encuentra indicios que el procurador no ve

No deja de ser deplorable, por lo demás, que el citado procurador dedique buena parte de su tiempo a la defensa de casos perdidos cuya responsabilidad le alcanzan. Más que demostrada está la línea directísima de comunicación que había entre el titular de la PGR y el presunto suicida Juan Manuel Izábal. Ahora, el segundo Jorge ha tratado de librar de culpa a Cuauhtémoc Herrera, el jefe de policías de elite contra el crimen organizado que ha sido acusado extraoficialmente de servir al cártel de Ciudad Juárez y que se salvó inexplicablemente de un confuso atentado cometido el 23 de marzo reciente en pleno Paseo de la Reforma de la ciudad de México.

El procurador Madrazo-Carpizo elogió las acciones policiacas desarrolladas por Herrera Suástegui y advirtió que "el indicio más sólido que tengo en su contra es su nombre escrito en una nota que encontramos durante un cateo en Cancún, y eso no es suficiente para ejercer acción penal". Opinión contraria tuvo el juez noveno de distrito en materia penal, Alejandro González Bernabé, que ayer mismo decretó arraigo domiciliario por 90 días contra el citado ex jefe policiaco.

San Mario Villanueva

Y, a propósito de Cancún, Mario Villanueva va en camino de convertirse en el nuevo santo del narcotráfico (el segundo, después del sinaloense Jesús Malverde). Este lunes se ofició una misa en Cancún para conmemorar el primer aniversario de su desaparición física (que se dio en el milagroso contexto de una previa reunión con el subsecretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, y la posterior ayuda del gobernador de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco).

Por otra parte, el PRD postuló al Senado a personajes ligados con San Mario. Oremos, hermanos.

Astillas: Que Arturo Núñez podría declinar a la búsqueda de la candidatura priísta a gobernador de Tabasco, pues Roberto Madrazo está apoyando a Manuel Andrade, mientras que Núñez se está preguntando a estas alturas quién lo está apoyando a él, a quien tildan de labastidista... Aguas: Granadas, morteros, EPR, ERPI. Son demasiados hallazgos como para aparentar que no sucede nada... Chido: la PGR informó que tiene 175 órdenes de aprehensión por cumplir contra universitarios... El gobierno actual propone una solución amistosa en el asunto del horario de verano: que esta vez sí se realice, y la siguiente ya veremos. Recuérdese lo obvio: que, la siguiente, ya no estará Zedillo como presidente.

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