SABADO 25 DE MARZO DE 2000

* Exigen jerarcas no ser marginados de la construcción del país


Niega el episcopado injerencia de la SG en la nueva carta pastoral

* El documento es una invitación a tener una visión positiva del futuro * La sociedad debe decidir su destino: Luis Morales

Claudia Herrera Beltrán * Al presentar la carta pastoral que define las directrices a seguir por los católicos mexicanos en los próximos años, la jerarquía eclesiástica rechazó que la Secretaría de Gobernación haya solicitado "bajarle el tono" a su contenido (crítico de la pobreza, el modelo económico y la política) y advirtió que esa Iglesia "no puede ser marginada de la construcción del país".

Después de un año y cuatro meses de preparativos, el documento titulado Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos ųcuyas líneas centrales fueron publicadas en este diario en días pasadosų, finalmente fue dado a conocer en una misa en la Basílica de Guadalupe en la que participaron 25 obispos, y después en una conferencia de prensa que encabezó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Luis Morales.

Para evitar "confusiones", Morales, también obispo de San Luis Potosí, fue cuidadoso con los medios de comunicación al dar sus opiniones en materia política; sin embargo, en la homilía, en la que resumió el extenso escrito de 169 páginas, insistió en sus críticas a la falta de democracia en México y a la necesidad de que se mantenga la alternancia en el gobierno.

La presentación del documento causó mucha expectativa reflejada en la numerosa presencia de reporteros, debido a que es el texto episcopal más completo desde que el 18 de octubre de 1973 la jerarquía católica emitió otro denominado El compromiso cristiano ante las opciones sociales y políticas.

Acompañado por el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso Rivera; los obispos de Coatzacoalcos, Carlos Talavera; de Querétaro, Mario de Gasperín; de Ciudad Valles, José Guadalupe Galván, y el auxiliar de la ciudad de México, Abelardo Alvarado, aclaró que la Iglesia católica no quiere alentar la alternancia en el poder, porque eso implicaría hacer "política partidista", sino promover los valores de la democracia y hacer que ésta sea un ejercicio de todos los mexicanos.

 

Alternancia, decisión del pueblo

 

Cuestionado en torno a la posibilidad de que el PRI pierda las elecciones del próximo 2 de julio y se vaya a provocar ingobernabilidad, señaló que no vale la pena hacer especulaciones, sino dejar que las campañas políticas avancen y el pueblo con su voto libre, razonado y secreto defina si hay alternancia en el gobierno y de esa manera apoye una gobernabilidad.

Al mismo tiempo bromeó en torno a las insistentes preguntas sobre una posible injerencia de la SG en las últimas modificaciones del documento: "Ellos lo conocen y nunca recibí una sola palabra para bajarle el tono, hacerlo más grave, más agudo. Nada absolutamente", declaró.

En relación a la polémica que se desató por declaraciones de uno de los obispos en el sentido de que la Iglesia católica podía meterse en todo, aclaró que esa institución nunca irá más allá de su misión, y que los obispos tienen un límite en su presencia en el campo de la vida nacional.

Negó que el documento haya sido rechazado en varias ocasiones (la última versión es la novena). Aclaró que el texto "fue aprobado varias veces y enriquecido", gracias a un prolongado diálogo entre los obispos.

Durante la homilía en la Basílica de Guadalupe, en donde en forma simbólica dio inicio la difusión de la carta pastoral con la entrega de ejemplares a representantes de la Iglesia y de la sociedad, expuso que esta obra significa una invitación a la reconciliación de la historia de los mexicanos, una aceptación sincera de la realidad presente, eclesial y social, y una proyección con esperanza del futuro.

Al explicar los principales apartados, los prelados se refirieron a los problemas más graves de México y señalaron que es momento de que la sociedad "tome en sus manos las riendas" de su destino, tanto en materia económica como política.

El modelo económico, dijeron, debería ser hecho por todos los hombres, pero para bien de todos y en el caso de la democracia, explicaron que debe ejercitarse todo el tiempo.

En otro tema, dijeron que, según la perspectiva del documento, hay una "Iglesia unida, pero no unificada, no monolítica, sino pluriforme". Y como parte de las tareas de la Iglesia del tercer milenio, dijeron que se debe buscar darle mayor importancia a los laicos a fin de que ellos sean los que lleven el mensaje de los principios de esta religión.

* Convocan a reescribir la historia de México sin prejuicios

Claudia Herrera Beltrán * La jerarquía católica invitó ayer a historiadores e investigadores a que con un espíritu de reconciliación con el pasado escriban una historia de México en la que se superen "prejuicios y descalificaciones" y se deje de lado la "visión antagónica y parcial" del país y particularmente del papel de la Iglesia católica. "No le tendríamos miedo a la objetividad", aseveró.

En la carta pastoral que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) presentó y explicó ayer, y con la que pretende marcar el futuro camino del catolicismo en México, se hace el siguiente pronunciamiento: "Nuestra historia como nación no es ya solamente una historia modelada por héroes valerosos, sino también por santos y beatos, mártires y confesores: niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, clérigos, consagrados y fieles laicos que, amando a Jesucristo y a su Iglesia, amaron también a México".

Al detallar el documento titulado Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos, el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso, admitió que en esa relectura seguramente se encontrará que "de ninguna manera la presencia de la Iglesia católica en la historia de México es ciento por ciento benéfica", pero tampoco es como se describe en lecturas "parcializadas".

Estas fueron sus palabras minutos después de que en una homilía en la Basílica de Guadalupe, el presidente de la CEM, Luis Morales, pidió perdón por los errores que ha cometido la Iglesia católica en nuestro país.

"Reconocemos que las versiones históricas que tenemos sobre el acontecer en México, y digo de ambos lados, son muy parciales, son muy apasionadas y creemos que ha llegado el momento e invitamos a los historiadores profesionales a echar una mirada a nuestra historia para hacer una interpretación con la ventaja de la distancia de los acontecimientos y con una visión objetiva", expuso Obeso.

 

Sin miedo a la objetividad

 

En la conferencia de prensa conjunta con otro cinco prelados, el ex presidente de la CEM insistió en que no le tendrían miedo a la objetividad. "Nosotros tenemos muchas limitaciones y ahora, siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II, debemos pedir perdón, pero también invitamos a que se reconozcan otras limitaciones, lecturas muy parcializadas, muy fragmentarias de nuestra historia".

Insistió en su petición a los historiadores para que se llegue a escribir una historia contemporánea de México, donde en principio se busque lo que une a los mexicanos, después se entienda y respete la pluralidad y las diferencias inegables.

El catolicismo, señaló, no ve esas diferencias como un obstáculo para construir la nacionalidad de los mexicanos, sino como un enriquecimiento para lograr un país plural.

No obstante, el jerarca dijo que recientemente se han dado pasos que contribuyen a tener una visión "más serena" de la historia mexicana, lo que se menciona en el documento, cuando los religiosos agradecen a todos los historiadores que han ayudado a comprender mejor la Iglesia en México.

Al respecto, el texto asegura que es hora de analizar la historia de México "superando prejuicios, descalificaciones, dualismos y reduccionismos".

Menciona que a los católicos mexicanos les ha hecho falta cultivar y esclarecer la memoria histórica de su fe, sobre todo porque sin ella, se debilita la identidad y el sentido del presente del pueblo.

"Es necesario reflexionar y comprender mejor el significado de estos 500 años de evangelización, especialmente en lo que se refiere a los esfuerzos de elaboración del pensamiento teológico, filosófico, científico, cultural y artístico, a las ricas y diversas experiencias que han buscado inculturar el Evangelio en los diversos ambientes y lugares de nuestras Iglesias particulares en el país".