VIERNES 24 DE MARZO DE 2000
* Manuel Minjares, diputado panista
Obras en residencia de Zedillo violan normatividad urbana
* Acusa a autoridades en Alvaro Obregón de incumplir su deber
Gabriela Romero Sánchez * Acompañado por un grupo de vecinos de Jardines del Pedregal, el diputado panista Manuel Minjares Jiménez denunció que los trabajos de construcción que se hacen en una casa propiedad del presidente Ernesto Zedillo en esta colonia violan las normas establecidas en el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, sin que las autoridades de la demarcación Alvaro Obregón hagan algo para poner un alto a ese acto de impunidad.
El legislador apuntó que resulta muy grave que en la "ostentación del cargo de Presidente de la República, Ernesto Zedillo presione a las autoridades delegacionales para que se violente una norma, sobre todo porque él es la autoridad máxima de este país, y es el primero en violar la ley para beneficiarse personalmente cuando se retire el primero de diciembre".
En conferencia de prensa, realizada en las instalaciones de la Asamblea Legislativa, Minjares Jiménez remarcó que una de sus funciones como diputado local consiste en denunciar públicamente cuando una autoridad incumple con su deber por negligencia o acepta presiones de personas ligadas al poder, y en este caso se encuentra la delegada en Alvaro Obregón, Guadalupe Rivera Marín.
De hecho, advirtió que en caso de que Rivera Marín no dé una respuesta puntual a la exigencia de los vecinos de Jardines del Pedregal, su partido podría presentar una denuncia en su contra ante la contraloría capitalina por negligencia o incumplimiento de las leyes y reglamentos, delito tipificado en la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
Dijo que las sanciones a Rivera Marín podrían ir desde una amonestación hasta la destitución de su cargo como delegada.
Las violaciones
Apoyado por los vecinos, Minjares Jiménez detalló que el primero de octubre de 1999 la delegación Alvaro Obregón expidió una licencia de ampliación y modificación para la casa ubicada en la calle de Agua número 110, cuyo propietario es Ernesto Zedillo Ponce de León.
Por eso, el 9 de diciembre la Asociación de Residentes de Jardines del Pedregal solicitó a la delegación realizar una verificación reglamentaria de la construcción, porque los trabajos de ampliación y modificación violan la norma 26 del Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, en la que se establece una altura máxima de construcción de nueve metros.
Entre la documentación entregada, los vecinos incluyeron fotos y fotocopias de la licencia, que no está expuesta en la obra. Empero, la delegación no les ha dado ninguna respuesta.
María Andrea Ibáñez de Valles expresó que lo único que están pidiendo es que se respete lo que marca la norma 26, por lo que externó su esperanza que al hacer pública estas irregularidades se logre una solución.
"Es el colmo que ocurra esto, y aquí vemos otro caso de impunidad perfecta de la ley. Entonces, Ƒde qué sirve un programa delegacional en el que trabajan cientos de personas, con un gran costo para el gobierno?, Ƒpara qué sirve, para que la gente se lo brinque?", indicó.
Basado en cuestiones técnicas, el arquitecto Jesús Palafox argumentó que la colonia tiene una infraestructura basada en grandes lotes y no tiene drenaje, por lo que una saturación en la construcción va en perjuicio de la filtración de aguas no tratadas al subsuelo. "Esta es una zona de captación de aguas de lluvia, de filtración al subsuelo, para mantener sanos los mantos acuíferos", señalo.
Aunadas a las razones técnicas están las urbanísticas, que se refieren a la altura de las construcciones, puesto que las calles son angostas, se contemplan una altura máxima de nueve metros.
"Si Ernesto Zedillo termina la obra antes que la verifiquen, se puede amparar contra cualquier acto de autoridad de la delegación por ser un hecho consumado. Entonces, creo que se trata de una dilación deliberada por parte de las autoridades correspondientes para no molestar al Presidente de la República, y eso no corresponde a un gobierno democrático", resumió Francisco Solís, vecino del lugar.