MIERCOLES 22 DE MARZO DE 2000
Ť El escritor impugna intento de disfrazar de terrorismo una denuncia social
Explica alumno preso a Vázquez Montalbán nuevas formas de quehacer político del CGH
Ť La universitaria, primera rebelión articulada de jóvenes contra el neoliberalismo: Agustín Avila
A: Manuel Vázquez Montalbán:
De: un estudiante preso.
Empecé hoy a leer tu libro; entre gritos, comidas, pases de lista y llamados al juzgado, poco a poco voy devorando cada una de las páginas de Marcos: el señor de los espejos y, en lo general, me parece un libro versátil y reflexivo, escrito para provocar la reflexión y hacernos pensar.
Acá, entre los estudiantes presos, tu libro provoca además atención; hasta ahora es el primer ejemplar que ha traspasado las rejas de este reclusorio -no sin dificultades- y ya llevo una lista de más de 20 compañeros que esperan que lo termine de leer.
Pero, bueno, te escribo sin pretender demasiado, con la esperanza de que puedas leer estas líneas antes de que salgas de nuestro país, que las tomes como una simple interpretación de lo que fue este movimiento, una valoración más de lo que se discute por acá y que, en la medida de tus posibilidades, te sumes a la demanda de lucha por nuestra libertad.
Me llamó la atención cuando afirmas que "la nueva derecha se parece como una gota de agua a la derecha de siempre cuando le sale del alma que el desorden es peor que la injusticia", pues precisamente nuestra estancia en esta cárcel y la represión que se ha desatado contra nuestro movimiento estudiantil es resultado de una presión y articulación de la derecha de nuestro país. Ningún otro movimiento social -más que el zapatista en ciertas formas- había sido atacado y desvirtuado en forma tan eficiente por los aparatos de Estado, es decir, Iglesia, medios de comunicación, grandes empresarios, intelectuales orgánicos y representantes de partidos políticos. ƑPor qué esta actuación en nuestra contra? ƑPor qué esta venganza contra los estudiantes?
En parte, encuentro la respuesta en lo que afirmas: el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México agrupado en el Consejo General de Huelga se situó desde el inicio como un movimiento social de izquierda al defender la educación pública y gratuita en esa casa de estudios; hizo frente a la política neoliberal que destruye los avances logrados por el "Estado de bienestar"; en este sentido, el CGH es un movimiento contra la injusticia que significaría para miles de hijos de los trabajadores el no poder acceder a la universidad por razones económicas.
Pero además de situarse en la izquierda, el movimiento de los estudiantes es el primer evento social de envergadura posterior al alzamiento zapatista de 1994 y sus círculos de resistencia; y es la primera rebelión articulada de la juventud del centro del país contra la dinámica social, cultural y enajenante del neoliberalismo.
La generación de jóvenes, que algunos han catalogado como X, irrumpe así, trastocando a las "buenas conciencias", las "buenas costumbres" y "provocando el desorden". Pero irrumpe además planteando nuevas formas del quehacer político y, por tanto, de ruptura del orden institucional.
Es así como, a lo largo de más de nueve meses, el CGH construye -tal y como lo mencionas en otra parte de tu libro- su máscara y su silencio con una resistencia que yo catalogaría como ejemplar. Y como dices, el CGH buscaría ser fiel a su máscara; catalogado por sus propios y extraños como un movimiento "ultra", "radical", el movimiento estudiantil tendrá una máscara dual: es atacado de despojador por el gobierno, cuando este gobierno pretendía despojar a los jóvenes del derecho a la educación, es acusado de violento cuando no ha habido mayor violencia que la expropiación que han hecho los grandes dueños del dinero de las riquezas y la fuerza de trabajo de nuestro país. Fue acusado de "ultra" por negarse a una salida intermedia cuando los "ultras" reales utilizaron la violencia, la represión y el encarcelamiento de 262 presos políticos para aplastar al movimiento estudiantil.
Y en este juego de máscaras, leo otra página y siento la realidad, donde citas al Sub: "con la complicidad de los poderosos medios de comunicación de espaldas a la inmensa mayoría que malviven y mueren entre el Río Bravo y el Suchiate bajo prácticas de poder... los medios de comunicación se ensañan con los crímenes de los delincuentes habituales, pero losn dirigentes más sanguinarios quedan impunes". Ese es el fin de siglo en México, se señala, y este precisamente fue el movimiento estudiantil en ese tiempo.
Pero además -ya parece parte del escrito, Ƒno?- la derecha se ensaña con este movimiento porque en el fondo germinaron nuevas prácticas políticas. El Consejo General de Huelga durante su desarrollo y resistencia, tendía dos ejes articuladores sobre los cuales mantendrá su vigencia: uno es la ética política y otro el mandar obedeciendo y la horizontalidad.
Sí, el planteamiento ético del CGH será el buscar una negociación del conflicto abierta a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, de ahí su exigencia de diálogo público. El movimiento rechazará acuerdos cupulares y negociaciones a sus espaldas por ese contenido. En contraparte, hay que aceptarlo, el movimiento no tuvo la madurez para crearse como espacio de discusión y reflexión pero sí tuvo un planteamiento ético.
En segundo término, se discute mucho si es original o no la propuesta organizativa del CGH; lo primero que te destaco es el hecho de que las asambleas de las comunidades decidieran el rumbo del movimiento estudiantil, construyeran el mandar obedeciendo al designar delegados al Consejo que eran rotativos y de esa forma lograban un marco de participación real y democrática de buena parte de la comunidad. Algo nuevo realmente.
En fin, son algunos elementos; como te puedes dar cuenta, tal vez destaco aquellas reflexiones que provocó la lectura de tu libro en relación a la lucha que dimos.
Quedan muchos vacíos y muchas interrogantes; espero que estas líneas sirvan para que nos des vuestra opinión; para mí, estamos ante el primer movimiento social en este país que retoma planteamientos políticos del zapatismo, con errores, deformaciones, pero con la esperanza de construir algo diferente y ya por ello vale la pena.
Bueno, Manuel, perdona el atrevimiento al escribirte y tal vez quitarte el tiempo; por último, quisiera decirte que nos visitaras, si no es físicamente, a toda la raza nos caería muy bien un mensaje de solidaridad y, claro, también unos cuantos libros tuyos. ƑVale?
Desde el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, zona 4 celda 6.
Agustín Avila R.
México, D.F., a 19 de febrero del 2000.
A las 1:15 a.m., con unos gritos de resistencia de fondo, todavía.