SABADO 18 DE MARZO DE 2000

* Celebran su primer congreso internacional; piden más espacios de difusión


Los mariachis exigen su lugar como embajadores de la idiosincrasia

* El jueves ofrecieron una gala con la participación de tres agrupaciones de este género

mariachi-2 Arturo Cruz Bárcenas * Los mariachis se reúnen en su primer congreso mundial para que la música mexicana no sea ajena en su propio país. Aunque reconocen la calidad de sus colegas de otras latitudes ųcomo en Los Angeles o Japónų, piden, exigen, que se les dé el lugar que merecen, en tanto embajadores de un arte identificado con la idiosincrasia, con el ser nacional.

Pocas son las estaciones de radio ųdominadas por lo grupero y los ritmos modernos, así como por los más variados noticiariosų que transmiten la música de mariachi, muchas veces reservada sólo para los cumpleaños, Día de las Madres, palenques o actos proselitistas. La música de mariachi, precisan, es más que eso: "es la más bella".

Dentro de las actividades del congreso, el jueves se realizó una gala de mariachi en el teatro Metropólitan, con la participación del centenario Mariachi Vargas0 de Tecalitlán, Mariachi América y Juvenil de Tecalitlán, además de la Orquesta Filarmónica dirigida por el maestro Chucho Ferrer. Durante más de tres horas, familias enteras, señoras con sus mejores trajes (la ocasión lo ameritaba), caballeros con bigote afilado, jóvenes parejas que se abrazaban ante el romanticismo y la frase delicada, padres acompañados de sus hijos, para que conocieran otra opción para oír, más allá del cuadrante, disfrutaron del acto.

Los clásicos gritos de šyajajajay!, šaaayayayay!, šjirria! se escuchaban ante cada nueva rola. Abrió el fuego el Mariachi América de Jesús Rodríguez de Híjar, quien acompañó las canciones que hicieron famosa a Lola Beltrán, Lola La Grande. El público coreó Costumbres, de Juan Gabriel, que refiere la sombrero fuerza que tiene la convivencia, mayor a la del amor. Siguieron canciones donde la luna es el tema central, cuyo campo gravitacional une a dos que se miran: Serenata sin luna, Luz de luna, La luna y tú, A la luz de los cocuyos...

Los boleros no podían faltar y se escuchó Contigo a la distancia, para dar paso al recuerdo de las interpretaciones de Pedro Infante: Tu enamorado, Querido amigo. El colofón fue šAy, Jalisco, no te rajes!

Subió el mariachi de mariachis, el Vargas de Tecalitlán. Los maestros de la música hicieron el saludo a la bandera, dedos unidos sobre el pecho, cuando las notas de Guadalajara rompieron una pausa. La Malagueña, Cucurrucucú, Por amor (se han creado los hombres en la faz de la tierra), El mariachi de mi tierra, Sin ti.

Sube el América para unir fuerza con el Vargas. Cantan el tema que el maestro Rubén Fuentes compuso para este congreso: Soy México, sentida reflexión de lo que ofrece México a sus visitantes.

Tocó su turno al Juvenil de Tecalitlán, que interpretó una versión maravillosa de Mi ciudad, la inmortal de Guadalupe Trigo.

Un intermedio y regresa el Vargas de Tecalitán, con Los arrieros, Las olas, Ella, Si nos dejan, El siete mares (sólo el mar me contesta: ya no llores, marinero), La que se fue, El rey (con una frase que firmaría Bob Dylan: una piedra del camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar), Paloma querida (me sentí superior a cualquiera, y un puño de estrellas te quise alcanzar).

Suben los tres mariachis para acabar con la fiesta, y las notas del Son de la negra hacen bailar a varios asistentes.

Noche de gala para la música mexicana, que hoy, a las 15:00 horas, volverá a darse cita para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe, en la Basílica, también como parte del primer congreso mundial del mariachi. Los preparativos para la segunda versión de esta actividad ya comenzaron y en marzo del 2001 volverá a revalidarse la que para muchos es "la música más bella".