VIERNES 17 DE MARZO DE 2000
* Actuará éste y el próximo fin de semana en la Ollin Yoliztli
Hugo del Carril, la continuación de su padre
Jaime Whaley * Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno, son las mismas que alumbraron... y el pibe Hugo, quien salió de México hace ya 26 años, regresa a un país que cautivó a su padre y en donde espera tener la misma impactante acogida que su progenitor tuvo.
Hugo, vástago de ese gran cantante que fue Hugo del Carril, actuará para tangófilos y tangueros ųque su diferencia hayų este y el siguiente fin de semana en la Sala Ollin Yoliztli. Además tiene firmadas presentaciones en León, Guadalajara y Monterrey.
''Soy la respetuosa continuación de lo que fue me padre'', señaló Del Carril, quien se encarriló en esto de la cantada a pesar de la objeción que le presentó su padre, fallecido en 1987, cuando le hizo ver la situación en que estaba la música argentina, pero ''me dio bronca e hice caso omiso de esa recomendación, aunque admito que tuve su apoyo, y aquí me tienen'', añadió, emocionado, durante el anuncio de su estancia, ocurrido en un sitio de buen comer pampero.
Hugo, quien comenzó su desempeño en los escenarios en 1986, llega de nuevo al país en el que vivió por un año cuando contaba con siete de edad y en donde pasó un tiempo de gratos recuerdos; tanto, que su primera petición para con sus anfitriones fue que lo llevasen de vuelta a Teotihuacán, en cuya calzada de los Muertos solía recolectar saltamontes.
En su natal Buenos Aires, Hugo, quien tiene un gran parecido con su padre, tanto físico como en timbre de voz, según los que conocen a ambos, tiene sus programas de televisión, además de que el público latino ha llegado a conocerlo por sus apariciones en el Show de Cristina, lo que quizás no sea un honor pero sí da fama.
Desde luego que los viejos tangueros y tangófilos presentes en la reunión lo arrinconaron con preguntas que llevaban escala comparativa con lo realizado por su padre. Una fue: ''decíme tres de las mejores interpretaciones del viejo'', a lo que presto ripostó: ''dame un segundo'', pero no le fue posible articular respuesta pues se le adelantó Carlos Furlong, de la Asociación de Amigos del Tango, para sentenciar que, sin duda, Apache argentino. Uno, versión que la mató, intervino el junior, y Canción desesperada, tema de una cinta de aquellos años, que trajo a cuento la anécdota de que Del Carril, estando en México, le escribió a Enrique Discépolo pidiéndole urgentemente que compusiera un tango, a lo que el autor respondió: ''no tengo la inspiración a plazo fijo'', pero a fin de cuentas le cumplió la petición.