JUEVES 16 DE MARZO DE 2000
* El general Tapias, por una legislación de guerra
Acusan las FARC al gobierno por matanzas de paramilitares
* Solicita Pastrana al ejército redoblar lucha contra la violencia
Reuters, Afp, Dpa y Ap, Santafé de Bogotá, 15 de marzo * La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) volvió a denunciar la creciente ola de matanzas de los paramilitares de derecha, de cuyos actos acusó al gobierno e insistió en que ello está poniendo en riesgo los diálogos de paz.
En paralelo, el presidente Andrés Pastrana pidió al ejércitos redoblar la lucha contra todas las manifestaciones de violencia, y en particular contra los paramilitares, mientras que el general Fernando Tapias reclamó una "legislación de guerra" para combatir a los grupos armados ilegales.
"El genocidio que hace el Estado colombiano por medio de su ejército paramilitar es un grave obstáculo para creer en la seriedad del gobierno, en la política de los diálogos que adelanta con la guerrilla de las FARC", señaló el comandante Raúl Reyes al referirse a las más recientes matanzas de campesinos de los escuadroneros.
Afirmó que la actividad paramilitar en Colombia "es una política de Estado, practicada por el sector fascista del ejército y financiada por algunos políticos, terratenientes, latifundistas y empresarios", de quie- nes dijo que son más culpables que los mismos militares responsables de la barbarie y el crimen.
Tras calificar tales crímenes de "alevosos y cobardes" contra la población civil inerme, Reyes reiteró que ya han señalado en varias ocasiones que "esta situación puede acabar definitivamente con los diálogos de paz que llevamos a cabo con el señor Andrés Pastrana, y si eso llegara a suceder sería su responsabilidad".
En relación al paro nacional que llevarán a cabo este jueves unos 400 mil trabajadores estatales, el líder rebelde prometió que las FARC respetarán esa acción y no interferirán. Dijo que respetan las decisiones de los trabajadores en lucha por el patrimonio nacional, y que la guerrilla combate a quienes defienden los intereses del Estado.
Este día las autoridades ordenaron el despliegue de unos 70 mil soldados y policías en todo el país e impusieron restricciones a partir de la medianoche, a fin de evitar disturbios y la parálisis del sector productivo como resultado de la huelga nacional a que convocan las centrales sindicales en repudio a la política económica oficial.
El presidente Pastrana pidió a la insurgencia y a los paramilitares de ultraderecha respetar a la población civil, y exhortó a las fuerzas armadas a redoblar la lucha contra las acciones de violencia, especialmente de los paramilitares, además de que elogió a los militares en esta lucha y dijo que los colombianos esperan "señales de paz".
Este día el comandante de la tercera división del ejército, general Carlos Méndez, y dos coroneles que le acompañaban resultaron levemente heridos en un presunto ataque de las FARC cuando supervisaban la represa Anchicayá, en una zona rural del departamento de Valle de Cauca.
Ante ese hecho y el fallido ataque rebelde de la víspera contra la sede de la cuarta brigada del ejército en Medelllín, el general Fernando Tapias reclamó una "legislación de guerra" porque "los terroristas deben ser combatidos sin miramientos", y sostuvo que la actual legislación están hecha para un país en paz.
En Caracas, uno de los comandantes del Ejército de Liberación Nacional, Pablo Beltrán, aseveró que los contactos de paz entre esa guerrilla y el gobierno de Pastrana están en un punto en que "se alivian o se mueren", e insistió en el retiro del ejército de su zona de influencia para establecer allí las mesas de diálogo.
Mientras, el gobierno venezolano se vio obligado a admitir que es posible que la guerrilla colombiana tenga armamento procedente de Venezuela, ya que en el pasado hubo emboscadas y ataques a los puestos militares fronterizos, e indicó que sería conveniente que el comandante Pablo Beltrán compareciera ante la fiscalía para aclarar esta situación.