MARTES 14 DE MARZO DE 2000

Ť Reabre muestra en homenaje a Mariana Frenk


Peyrí: plasmar el misterio de su mundo interno, reto del creador

Ť Ser fiel a uno mismo, condición necesaria de todo arte, señala

Merry Mac Masters Ť Para Antoni Peyrí (Barcelona, 1924), pintor establecido en México desde 1941, el arte es la vida misma. Al respecto, cita al crítico de arte inglés Herbert Read: el artista no es una clase especial de hombre, sino que cada hombre es una clase especial de artista. Sobre su larga amistad con Mariana Frenk-Westheim, lo que más le ha influenciado de la escritora y traductora es su manera de ser.

antoni pieri ''Mariana tiene una sensibilidad abierta, muy vasta y es una persona que en sí misma es muy creativa en su forma de hablar y en todo lo que hace. Es alguien que ha vivido de manera espontánea y natural una relación constante con el mundo del arte", dice.

Unos días antes de que comenzara el paro en la UNAM, Peyrí inauguró una exposición en homenaje a Mariana Frenk en el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA), de Ciudad Universitaria. La muestra de obra sobre tela (acrílico, acrílico y óleo, tinta litográfica, tinta y lápiz litográfica), consistente en una secuencia seleccionada de lo más significativo desde 1977 a la fecha, se reabrirá mañana con cambios mínimos que más bien tienen que ver con la museografía. A principios de la huelga, la obra se expuso en la ciudad de Puebla.

Al hablar de su pintura, el también arquitecto y maestro universitario durante 31 años, subraya su trabajo por series que obedece a ''una tendencia natural, no a un propósito". Explica: ''Me dejo llevar por los sucesos, por las cosas que me emocionan y estimulan desde un punto de vista pictórico". Esto puede ser cierta música o equis paisaje, incluso ''el discurso de José Saramago en Bellas Artes o una carta del subcomandante Marcos".

En buena medida, agrega, la fuerza expresiva de la obra depende de que uno trabaje en los momentos en que contiene dentro de sí mismo esta intensidad sensible, emotiva y, por tanto, hay la posibilidad de que los cuadros sean el reflejo estricto de lo que es ese hombre en el instante que se expresa.

Abstractas, las calidades de la pintura

Peyrí apunta que su obra intenta escapar de cualquier aspecto decorativista o de adecuación a las modas del momento o, incluso, de una clasificación estilística. ''Aborrezco -recalca- la posibilidad de que mi obra se convierta en un momento determinado en un simple cuidado de hacerla placentera o amable. A veces hasta me esfuerzo en evitar ciertas cosas que se han dicho sobre mi obra, de que es elegante. No es que esto sea malo, pero si es algo que prevalece en la obra entonces sí me disgustaría que así fuera. El contenido misterioso, inexplicable en sí mismo del mundo interno del artista, es el que tiene que comunicarse".

Calificada como intimista, Peyrí asegura que su obra escapa de cualquier clasificación artística. Y apunta:

''De entrada, no distingo claramente dónde termina lo abstracto y empieza lo figurativo, o viceversa. A final de cuentas, las calidades de una obra pictórica son definitivamente siempre abstractas. Quizá los pintores somos víctimas de esa necesidad de calificar mediante lo que es temático, argumental, de lo que tiene una referencia clara con la naturaleza."

En otro orden de ideas, dice que uno de los grandes conflictos del artista es precisamente el hecho de ser totalmente fiel a uno mismo, que es la condición necesaria de todo arte, pues significa que ''puedes olvidar el valor pictórico en sí mismo, porque estás viendo lo que haces como una versión de ti mismo".

(Al mismo tiempo que reinaugurarán Homenaje a Mariana Frenk-Westheim, a las 18 horas será abierta la muestra 25 años de coleccionismo. Mario Moreno Flores, y vuelta a montar la instalación fotográfica Antropología del cuerpo moderno, de Mariana Dellekamp, todo esto en el MUCA.)