LUNES 13 DE MARZO DE 2000
* La acción la efectuaron militares, dice la PGR
Trasladan al DF al presunto cerebro del cártel de Tijuana
* El Ministerio Público toma declaración a los detenidos
Gustavo Castillo García * El presunto operador financiero del cártel de los hermanos Arellano Félix, Jesús Labra Avilés, fue trasladado a la ciudad de México y puesto a disposición del Ministerio Público Federal adscrito a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), y desde este domingo rinde su declaración ministerial.
La PGR no dio a conocer los pormenores del traslado, sin embargo, de manera oficial informó que ya se había girado una orden de localización y presentación en su contra al estar relacionado en delitos contra la salud.
En un comunicado de prensa emitido este domingo, se asegura que la detención la llevó a cabo el sábado personal de la segunda Zona Militar, con sede en Tijuana, Baja California, al efectuar un recorrido en aplicación de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos. Destaca que uno de los puntos de este operativo fue el estadio de futbol americano de la escuela preparatoria federal Lázaro Cárdenas, luego que advirtieron que entre el público se encontraba un individuo, el cual ostensiblemente portaba en la cintura un arma de fuego.
Según la PGR, al ser cuestionado Jesús Labra sobre el motivo de la portación de dicha arma, éste corrió al interior del campo de futbol, con la finalidad de evadirse. El personal militar lo sometió y lo aseguró.
El comunicado de referencia no señala la participación de elementos de la Policía Judicial Federal en la aprehensión ni tampoco que se hubiera montado un operativo para tal efecto. Aseguró en su boletín que Marco Antonio Labra Reyes fue detenido porque al momento de que detuvieron a su tío, Jesús Labra, trató de auxiliarlo para su evasión.
El MP, según el comunicado, ha venido tomando declaración a los presentados y dentro del término legal de 48 horas se resolverá su situación jurídica. La PGR puntualizó que a Jesús Labra se le investiga por ser uno de los principales dirigentes y operadores de la organización criminal que encabezan los hermanos Arellano Félix.
Al respecto, fuentes de la Procuraduría aseguraron que Labra Avilés es uno de los pilares de los Arellano Félix, pues es un símil de Juan José Esparragoza El Azul, en el cártel de Amado Carrillo Fuentes, ya que ambos son la parte operativa más importante en sus respectivas organizaciones.
Sin embargo, dijeron que Labra es una persona sumamente violenta y podría incluso representar el poder tras el trono en la organización de Benjamín y Ramón Arellano Félix, ya que antes de que ellos iniciaran sus operaciones, Labra ya realizaba actividades ilícitas en Tijuana.
Colaboración de la DEA
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 12 de marzo * Jesús Labra Avilés, detenido ayer por un comando militar acusado de ser el cerebro operativo de la organización del poderoso cártel de Tijuana, es un hombre muy conocido en esta ciudad. Empero, sus fotografías en los periódicos locales apadrinando actos deportivos eran las únicas imágenes suyas que durante mucho tiempo tuvo la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) para identificarlo. Conocido de mucha gente, su relación con la banda de los Arellano no era secreto alguno, pero pocos se atrevían a mencionar su nombre en público.
Su relación como tío político de los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix y su poderío económico lo hacían intocable, hasta que medio centenar de agentes mexicanos asistidos por personal de la DEA lo capturaron el sábado. Propietario de discotecas, hoteles, restaurantes y anfitrión de grandes fiestas, Jesús Labra era un símbolo del involucramiento que el narcotráfico ha tenido en una buena parte de la clase alta de la sociedad tijuanense.
Don Chuy, como se le conoce, es según un reporte de la FEADS el principal integrante del consejo de jefes del cártel de los hermanos Arellano Félix, compuesto por Benjamín Arellano, El Min; Ismael Higuera Guerrero, El Mayel; Manuel Aguirre Galindo, El Caballo; José Humberto Ramírez, La Rana, y Ramón Arellano, El Mon.
También formaban parte de ese consejo de jefes los ahora presos en Almoloya de Juárez Amado Cruz Anguiano, Arturo Eng y Everardo Paez Martínez, El Kitty; así como el abogado Joaquín Báez (asesinado el año pasado en esta frontera), y Jorge Castro Gastélum, preso en Estados Unidos.
Ese reducido número de personas controlaban una operación delictiva que incluía la participación de al menos 500 personas, según las autoridades antinarcóticos, entre gatilleros, lavadólares, distribuidores de droga y prestanombres.
A cada uno de ellos le correspondía una labor específica y todos "se reportaban" con Labra Avilés, encargado de la coordinación general de la organización.
Benjamín Arellano tenía a su cargo la coordinación de los grandes envíos de estupefacientes y, según fuentes judiciales, tras la captura de Labra Avilés, aquél asumirá el control del cártel. A su vez, Ismael Higuera Guerrero ųjunto con su hijo Aldo Ismael Higuera Floresų es el encargado de controlar las operaciones de traslado de la droga dentro del territorio de Baja California y coordinar su envío a Estados Unidos.
Por su parte, Manuel Aguirre Galindo es responsable de establecer contacto con empresarios para formar "sociedades" en las que se invierte el producto de las ganancias del cártel. Y de su parte José Humberto Ramírez sirve como coordinador de la seguridad personal de los líderes de la organización; mientras que Ramón Arellano es el encargado de reclutar y mantener bajo control a los brazos armados de la banda.
De acuerdo con las autoridades, Amado Cruz Anguiano (recientemente condenado) era el principal lavadólares de la organización; Arturo Eng se encargaba de supervisar los envíos de cocaína desde Colombia; Everardo Paez Martínez servía de enlace con gatilleros de San Diego, California, y Joaquín Báez era el coordinador del grupo de asesores legales de la organización.