LUNES 13 DE MARZO DE 2000
* De 586 iniciativas, 434 permanecen sin resolución
Negociar y crear consensos, nueva cultura parlamentaria
* La 57 Legislatura resultó un laboratorio de convivencia política
David Aponte y Ciro Pérez Silva * La 57 Legislatura en la Cámara de Diputados, que este miércoles inicia su último periodo ordinario de sesiones, arrojó una nueva cultura parlamentaria frente a la desintegración de la mayoría del PRI y al fracaso del bloque opositor o del también denominado G-4: la negociación y la coalición de partidos para aprobar las iniciativas, reformas y los paquetes económicos anuales.
A pesar de las expectativas generadas en torno a un órgano legislativo plural y "dominado por una mayoría de la oposición", las estadísticas muestran una falta de consenso entre PAN, PRD, PT y PVEM, y del PRI con sus adversarios políticos.
En la vida de la Legislatura (hasta diciembre de 1999), el órgano recibió 586 iniciativas. Los diputados aprobaron sólo 126 propuestas. El rezago está a la vista.
La conformación del órgano legislativo que entra en su etapa final, mostró también que el Presidente de la República ya no está en ventaja o en posibilidad de sacar adelante sus proyectos e iniciativas con el apoyo único de su partido, el PRI.
Entonces, la nueva integración del órgano legislativo, a punto de fenecer en un año electoral, obligó a los grupos parlamentarios de PRI y PAN a consolidar un maridaje que comenzó con el gobierno salinista.
Bajo esa nueva cultura política de la coalición, los diputados priístas y panistas aprobaron más de 40 por ciento de las iniciativas y reformas presentadas en los casi tres años de Legislatura. La más importante, sin lugar a dudas, fue la conversión a deuda pública de los activos del Fobaproa, ahora Instituto de Protección al Ahorro Bancario.
Las bancadas de PRI y PAN asumieron la paternidad del IPAB, en esa nueva etapa de la Cámara de Diputados, en la era de las coaliciones.
Los coordinadores parlamentarios han tenido que mover sus piezas, como en un tablero de ajedrez, para aprobar las modificaciones, reformas y paquetes económicos anuales del país, con 50 por ciento más uno de los presentes en las sesiones plenarias.
Actualmente, la 57 Legislatura está conformada de la siguiente manera: 244 representantes del PRI, 118 del PRD, 117 del PAN, 11 del PT, 5 del PVEM y 5 independientes.
De esa forma, las alianzas o bloques necesarios han sido conformados por las fracciones PRI-PAN, PRI-PRD, PAN-PRD-PT y PRI-PT-PVEM. En el curso de la Legislatura sólo han funcionado las coaliciones entre priístas y panistas, y entre panistas, perredistas y petistas.
Como excepción, el llamado bloque opositor aprobó en diciembre de 1999 una reasignación al gasto social por 15 mil 500 millones de pesos, hecho que molestó al jefe del Ejecutivo. En el curso de su vida legislativa, el G-4 sólo avaló otras cinco propuesta de manera conjunta, número que representa 4 por ciento de la totalidad del trabajo parlamentario.
En un análisis sobre el comportamiento de la 57 Legislatura, el diputado priísta Mauricio Rossell expone que "cerca de 40 por ciento de las iniciativas aprobadas por esta legislatura se ha hecho con la cooperación del PAN. De éstas, en 70 por ciento de los casos la presencia de dicho partido fue esencial, ya que de otro modo no hubiera alcanzado el porcentaje necesario para la aprobación. "Se puede decir que una parte considerable del funcionamiento legislativo se debe a la cooperación del PAN, que se deriva de su papel como partido responsable. Por el contrario, en ninguna ocasión se ha formado una coalición del PRD con el PRI sin la presencia de otro partido, ya que el primero ha mostrado un perfil netamente antigobierno y, por lo tanto, una actitud no cooperativa.
Efectivamente, el PRD se mantuvo al margen de las iniciativas que le resultaban incómodas. Sin embargo, la bancada perredista votó en diciembre de 1999 con el PRI la aprobación de la Ley de Ingresos del 2000, a cambio del otorgamiento de un techo de endeudamiento superior a los 6 mil millones de pesos para el Gobierno del DF.
Los números hablan de una verdadera falta de consenso entre la oposición misma y entre el PRI con los partidos de oposición. Hasta diciembre de 1999, al cierre del último periodo ordinario y dos extraordinarios de sesiones, la Cámara había recibido 586 iniciativas. Del total, 434 quedaron sin resolución, 126 fueron aprobadas y 23 rechazadas.
La investigadora María Amparo Casar considera en un análisis del comportamiento de la 57 Legislatura que "la construcción de consensos, la conformación de alianzas congresionales y la cooperación entre partidos han estado presentes. A ello ha contribuido, sin duda, tanto el tamaño de las bancadas parlamentarias como el alto grado de disciplina mostrado por el PRI y el PAN, cuyos votos suman la cantidad necesaria para aprobar tanto leyes secundarias como reformas constitucionales.