La Jornada lunes 13 de marzo de 2000

PARABOLA Ť Emilio Lomas M.

Ť El reconocimiento de Moody's, a la capacidad de resistencia de los mexicanos, no a la política económica zedillista

Que nadie cante victoria porque no hay motivo para hacerlo. Sí, es cierto que por primera vez en la historia el país recibe una calificación positiva a su deuda externa, pero aún no hay situación plausible porque el reconocimiento otorgado a la capacidad de pago de México el pasado martes por una de las principales calificadoras internacionales, Moody's, no se debe a la política económica aplicada por el presidente Ernesto Zedillo, sino a la resistencia de los mexicanos por subsistir a más de cuatro sexenios continuos de crisis. Hace algunos días un importante funcionario gubernamental reconoció que el propio jefe del Ejecutivo les habría recomendado a los representantes públicos del sector financiero cautela ante la euforia de inversiones especulativas que podría desatar la reciente calificación de la deuda y ante los precios altos del petróleo, ya que el escenario existente era muy similar al previo a la severa crisis de 1994. Y es que si bien es cierto que ahora no existe demasiada presión en las finanzas, como explicó el funcionario enterado de los tejes y manejes de las altas cúpulas, existen otros ámbitos en lo que hay que mantenerse alerta sin descartar los imprevistos. No hay que olvidar que las inversiones indirectas, como las existentes en el mercado accionario, siguen siendo un capital volátil, a lo que habría que añadir algunas presiones de tipo social que están latentes y que lejos de encontrar algún cauce político a través de los partidos, pareciera, por sus manifestaciones, que cada vez son más ajenas a los discursos de los candidatos presidenciales. Hasta ahora la mismísima perspectiva gubernamental es que los inversionistas no tienen partido, pues ellos finalmente buscarán proteger sus intereses, llegando a entendimientos con el candidato que resulte electo el 2 de julio en pro de su capital, y sin importar el color de la bandera de su partido. Hay que recordar que en la pasada convención bancaria celebrada en Acapulco el sol tampoco salió. El candidato priísta, Francisco Labastida, entró por la puerta equivocada y con un discurso mal hecho no logró inmutar, mucho menos convencer a propios o a extraños, mientras Vicente Fox logró echarse momentáneamente al bolsillo a lo banqueros, pero a través de un discurso que pareciera elaborado por la chimoltrufia , aquel personaje de Roberto Bolaños Chespirito que rezaba --''así como digo una cosa, digo la otra''--, no hizo más que confirmar unos días después que él apunta para donde el viento sople; en el caso de Cuauhtémoc, la búsqueda de cualquier pretexto que le permitiera dejar el foro antes del bloque de preguntas-respuestas derivó en la afirmación por parte de sus enemigos de que su ''excesiva violencia'' con los banqueros y su huida fueron causados por su desconocimiento de los temas financieros. El hecho es que en un foro tan importante y en un momento político de igual dimensión se careció de ideas. El gobierno está consciente de que durante más de 30 años, los que ha durado la crisis, los altos funcionarios han venido cometiendo errores, y aunque ahora creen estar en la ruta correcta, la gran pregunta es quién garantizará la continuidad en las tareas emprendidas. Porque incluso si el mismo Labastida resulta ganador, hasta ahora no existe ningún perfil de quiénes integrarían su gabinete, y es que sin dudar de la capacidad del bebesaurio Esteban Moctezuma, él no sería suficiente para mover los hilos de este complejo país. De ahí la idea de que Labastida deba preparar y presentar un gabinete de transición al que le entreguen la estafeta.

Melée

Aunque la semana pasada haya dado a conocer los montos en que se aumentará la producción de crudo mexicano, Téllez tampoco puede lanzar vítores, pues su jugada no cuenta con el apoyo de muchos de sus compañeros de gabinete... Y, por cierto, sabía usted Ƒa dónde irán a parar los ingresos excedentes obtenidos por los altos precios del petróleo?, pues resulta que 60 por ciento de estas ganancias que podrían destinarse a sectores estratégicos como la educación, la modernización de Pemex o al sector de comunicaciones y transportes --contra los que se aplicó mano dura en el recorte presupuestal-- se irán directo al barril sin fondo que es la deuda externa. Así está estipulado en los Memorandums de Entendimiento firmados por el gobierno mexicano y el Banco Mundial... Así, por quinceavo año consecutivo se cancelaron las posibilidades de atender adecuadamente los programas de expansión de Pemex, y los educafóbicos mataron la posibilidad de realizar una sola reforma en el sector educativo.

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