DOMINGO 12 DE MARZO DE 2000
Ť Purificar, el objetivo
Asume el Papa los errores cometidos por la Iglesia católica
Alma E. Muñoz Ť Por primera vez en su historia, el Vaticano pedirá hoy perdón por los errores que cometió la Iglesia católica en el pasado. Con la lectura del documento Mea culpa, Juan Pablo II asumirá la responsabilidad de la institución en hechos como el Holocausto, la Inquisición, las evangelizaciones forzadas, las guerras religiosas, las relaciones con las dictaduras y la desunión de cristianos.
Los religiosos tienen como encomienda difundir el mensaje del Papa en sus regiones pastorales, y asumirán la responsabilidad de agregar arrepentimientos por hechos locales, pese a que la universalidad de la Iglesia haga que el Mea culpa abarque a toda la humanidad.
El sacerdote Rogelio Alcántara, de la Comisión de Educación de la Arquidiócesis de México, precisó que el texto papal abarcará implícitamente a los sacerdotes que participaron en la guerra cristera y aquellos que se valieron de las armas y la violencia para buscar el bien en sus comunidades.
La Iglesia, de acuerdo con el clérigo, no puede cruzar el umbral del tercer milenio, "sin animar a sus hijos a purificarse en el arrepentimiento de los errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes". Con su actitud, Juan Pablo II profundizará hoy, añadió, en los argumentos bíblicos de la petición del perdón.
Se afrontan algunos de los casos históricos por lo que la Iglesia pide su expiación: la división de los cristianos, precisó el padre Alcántara, "que está en abierta contradicción con la voluntad expresa de Cristo y denuncia cómo algunos católicos se complacen en permanecer ligados a la separación del pasado sin hacer nada por remover los obstáculos que impiden esta unidad".
Asume también, continuó, el uso de la violencia al servicio de la verdad. "Durante el pasado se han utilizado medios dudosos y violentos, es el caso de la Inquisición en algunos aspectos y luego se quiere pedir perdón por la relación entre cristianos y hebreos, porque la Iglesia ha constado que se trata de una historia atormentada y un balance de estas relaciones durante dos milenios es más bien negativo, es causa de profunda amargura para los cristianos, conscientes del hecho de que Jesús era un descendiente de David".
Sobre el Holocausto del pueblo judío durante el nazismo "aclara que dicho exterminio está armado por una filosofía nacional-socialista-pagana, y se pregunta si por los prejuicios antijudíos presentes en sus mentes y sus corazones, los católicos no pudieron ofrecer una mayor asistencia a estos perseguidos y en particular a los hebreos".
En otro capítulo, el Papa, prosiguió en entrevista el religioso, ilustra las finalidades pastorales y las implicaciones eclesiales que tienen estos actos de petición de perdón. "La verdad reconocida es fuente de reconciliación y de paz, porque como afirma Juan Pablo II, el amor a la verdad, buscada con humildad, es uno de los grandes valores capaces de reunir a los hombres de hoy a través de las diversas culturas".
Desde hace tiempo, Juan Pablo II había propuesto reflexionar sobre los abusos cometidos por el Tribunal del Santo Oficio y en específico reivindicó al astrónomo Galileo Galilei, denunciado como hereje por la Iglesia, al sostener que la Tierra giraba alrededor del sol cuando la institución decía que el planeta era el centro del universo.