DOMINGO 12 DE MARZO DE 2000

Ť Transacciones sospechosas por 40 mil mdd en Nueva York y Los Angeles


Estados Unidos, paraíso para los lavadores de dinero

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de marzo Ť El Departamento del Tesoro informó que EU se ha convertido en uno de los principales centros de lavado de dinero en el mundo -el más grande, según expertos-, y que Nueva York y Los Angeles son las ciudades preferentes para el depósito de fondos generados por venta de enervantes, tráfico ilegal de armas, fraude financiero, fabricación de moneda falsa y otros ilícitos parecidos.

Esta evaluación del Departamento del Tesoro fue presentada mientras que importantes funcionarios del gobierno de William Clinton dieron a conocer una nueva estrategia para combatir el blanqueo de dinero en este país. Este plan tiene un enfoque particular en Nueva York, Los Angeles, Puerto Rico y la zona fronteriza del suroeste.

Pero mientras los departamentos del Tesoro y de Justicia presentaban la propuesta, expertos sobre lavado de dinero ya calificaban la estrategia de insuficiente, porque los funcionarios aún estaban definiendo la actividad criminal principalmente como la de narcotráfico y sus equivalentes, y no se centraban en los mecanismos comerciales legales utilizados por empresas e individuos para trasladar dineros de países en vías de desarrollo y evitar así la evasión de impuestos o esconder ganancias en esos lugares.

No obstante, el Documento de estrategia para lavado de dinero elaborado por el Departamento del Tesoro ofrece un panorama desalentador del problema: "El monto de los fondos generados por venta de enervantes, tráfico de armas, fraude bancario y de valores, falsificación de monedas y otros crímenes similares cada año suma casi 600 mil millones de dólares", se asegura en el informe difundido esta semana.

"A la luz del papel prominente de las instituciones financieras estadunidenses en el sistema financiero internacional, una porción sustancial de esos 600 mil millones probablemente son lavados en Estados Unidos".

El informe agrega que en Nueva York se ubican las oficinas matrices de 44 de los 50 bancos más grandes de este país, por lo que es probablemente el centro principal del lavado de dinero en Estados Unidos. Sólo en 1998 y 1999, los bancos en Nueva York realizaron más de 14 mil reportes de transacciones "sospechosas" que involucraron un total de 33 mil millones. "Investigaciones clandestinas en particular indican una gran actividad de lavado de dinero", expresó el Departamento del Tesoro.

El segundo centro más grande de lavado de dinero en EU es Los Angeles, donde hay más instituciones financieras -bancos, casas de bolsa, empresas aseguradoras, etcétera- que en cualquier otra parte del país. Se presentaron en la zona más de 5 mil 171 reportes de "actividades sospechosas" en sus cuentas en 1998 y 1999 relacionadas con un monto en total de 7 mil millones de dólares.

Raymond Baker, experto en asuntos de lavado de dinero y que labora en Brookings Institution, declaró ante el Senado el año pasado que "Estados Unidos se ha convertido, según cálculos creíbles, en el depositorio más grande de ganancias mal conseguidas en el mundo". En declaraciones a La Jornada, Baker agregó el viernes que los funcionarios del Departamento del Tesoro subestiman el problema en el informe presentado esta semana.

"Los esfuerzos contra el lavado de dinero son un fracaso. Del monto total de dinero blanqueado que circula en el mundo, según mi cálculo, la mitad acaba en Estados Unidos", afirmó Baker. Funcionarios del Departamento del Tesoro le informaron recientemente que 99.9 por ciento del dinero ilegal que es depositado en bancos en Estados Unidos logra ser depositado sin ser detectado.

Baker advirtió que esta iniciativa no es suficiente. "Con esta ley aprobada, es concebible que Amy Elliott lograría no ser culpada (por sus esfuerzos a nombre de Raúl Salinas)", comentó el experto de la Brookings Institution. "La falacia en la política estadunidense es que intentamos detener el dinero criminal y al mismo tiempo solicitamos y alentamos el flujo de dinero de evasión fiscal y corrupción (que fluye desde los países en vías de desarrollo)", concluyó.