José Antonio Rojas Nieto
La guerra de los precios
L os productores de petróleo tienen hoy condiciones inmejorables para enfrentar las presiones de los grandes consumidores en el sentido de anpliar sus plataformas de producción y bajen los precios. Es cierto que en estos momentos nadie -ni siquiera los iraníes- se atreve ya a asegurar que no hay que elevar la producción, pero asimismo, nadie tiene la última palabra sobre el monto del incremento. Justamente por eso, se impone una actuación inteligente frente a las presiones y, sobre todo, ante la realidad de la demanda en ascenso. Por ello resulta muy importante tener una atención especialmente cuidadosa en el nivel del consumo que se ha registrado en diciembre, enero, febrero y las dos primeras semanas de marzo; pero -acaso más importante aún- en el que se registrará durante las dos próximas semanas y en el que se puede esperar en los meses de abril a junio.
En este marco hay que pensar muy bien en los montos en que debiera ampliarse la producción de crudo, siendo muy conscientes de que se enfrenta no sólo una demanda reactivada, sino presiones a veces irracionales ligadas a severos movimientos especulativos que se plasman tanto en el manejo de los inventarios como en los datos y las estimaciones sobre el consumo y los requerimientos de crudo en estos momentos.
Ahora bien, por curioso que parezca, querer determinar esos montos dos semanas antes de que se realice la reunión de la OPEP en Viena puede resultar no sólo prematuro, sino ingenuo y absurdo. Hace falta trabajar más estos 15 días en aclarar el panorama al máximo. ƑQué niveles de consumo se han registrado las dos primeras semanas de marzo y cuáles se registrarán las próximas? ƑA qué nivel han llegado y llegarán los inventarios próximamente? ƑCuál ha sido y cuál será en las próximas dos semanas el comportamiento de los márgenes en las refinerías del mundo, es decir, la diferencia entre el precio del crudo y el de los refinados? ƑCómo marcha la dinámica económica y, sobre todo, la dinámica industrial en las regiones de los grandes consumidores: Estados Unidos, la Unión Europea, Asia-Pacífico? ƑCómo se está recuperando el consumo de crudo de manera particular en la región Asia-Pacífico, clave en el movimiento ascendente de la demanda y de los precios este año? ƑCómo se está comportando la tasa de interés y la productividad en las economías de estas regiones que concentran la mayor parte del consumo de petróleo en el mundo? ƑCómo está el clima en estos países y qué se puede prever para el verano y el invierno próximo? ƑQué está pasando con la demanda de gasolinas, turbosinas y diesel en el mundo? ƑCuáles factores políticos, militares y sicológicos afectan al mercado petrolero? ƑBajo qué condiciones específicas se está dando el retorno de Irak al mercado? Y no olvidar, por obvio que parezca, Ƒqué estrategia sigue el gobierno estadunidense frente a las nuevas condiciones del mercado petrolero y de cara a lograr el triunfo del Partido Demócrata en la Presidencia de Estados Unidos?
Estas interrogantes están atrás de la pregunta por el nivel de ampliación de la producción. La Agencia Internacional de Energía -representante de los grandes consumidores, no se nos olvide-, habla ya de poco más de dos millones de barriles al día. Por el contrario, algunos miembros de la OPEP manejan un máximo de un millón.
Quedan dos semanas para llegar a una decisión que se apegue lo más posible a los datos reales y que impida que se desplome el precio; dos semanas en las que se intensificarán las presiones y se profundizarán los esfuerzos especulativos para lograr un nivel de ampliación que no sólo controle los precios, sino que los haga bajar al máximo posible, dadas las condiciones de reactivación de la demanda. No es cierto que Estados Unidos, la Unión Europea o los industrializados de Asia-Pacífico tengan realmente interés en un precio adecuado que, supuestamente, equilibre el mercado y beneficie a los productores. Cuando los precios se desplomaron ninguno de esos que hoy claman por ese mentado equilibrio y por un nivel de precio que, también supuestamente, proporcione estabilidad a la economía mundial, hizo esfuerzos o declaraciones alguna en este sentido. Todos disfrutaron el desplome de precios hasta la saciedad. ƑCómo caer en la ingenuidad de creer que ahora luchan por el equilibrio y la justicia mercantil? Pamplinas. Continúa la guerra de precios.
Sigamos aguantando un poco; ampliemos al máximo nuestra visión y nuestra información para una buena decisión. Es absurdo pensar -y más absurdo decirlo- que ya se sabe desde ahora cuál será la ampliación. ƑPor qué acelerar o abortar una decisión a sabiendas de que la información que se reúna en las dos próximas semanas será fundamental?