Ť Tito Puente refrendó el viernes en el Salón 21 su calidad interpretativa

...Y bailaron con el embrujo de los timbales

Jaime Whaley Ť En una tumultuaria, larguísima y musical reunión, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, Tito Puente, genio timbalero, deleitó a miles que danzaron con el embrujo de los ritmos cumbiancheros de la orquesta de este legendario percusionista de Brooklyn.

''Vamo' a tocar un chachachá'', advierte este hombre que carga con más de medio siglo de experiencia en los escenarios, trayectoria que se extiende desde sus estancias de párvulos, podría llamársele, cuando tocaba la batería en un bar de Miami, hasta hace un par de semanas, cuando se embolsó un Grammy. ''Se lo dedicamos a los japoneses'', sentencia, y Yukio Minoto, turista de Oriente que anda por ahí en la amplitud del 21, como que se sonroja cuando su compañero le advierte sobre la dedicatoria.

Es una marejada la que se empieza ya a mover en la pista, luego de que por los primeros 20 minutos de la actuación de Tito el público no hizo otra cosa que quedar demudado ante la calidad interpretativa de estos distinguidos y sonoros visitantes.

Impecable en el vestir, Tito, a sus 77 años, gesticula, abre los ojos, los cierra, saca la lengua, lleva el compás ''bululul, la, la la, cómo 'ta mi negra''. Ya le pega a los timbales adornados con motivos afros, ya le da a los platillos. Los que de esto saben se admiran por la articulación y la fortaleza del golpe de las baquetas. šQué vida!, exclaman.

Van casi tres horas de sabor sabroso. Los de Son 14 abrieron la sesión para deleite de la heterogénea concurrencia que está en plena celebración, como es el caso de Ivar Langle, ex campeón de lucha olímpica que está en el festejo de sus primeros 47 años de existencia en la compañía de Cristi Desentis, otra ex pero ella de gimnasia, y de Gilberto Fuentes, quien se encarga de la preparación física de los Pumas del soccer. El trío hizo gala de condición.

Todos los filarmónicos que presenta la alineación de la Tito Puente's Orchestra son maestros en sus posiciones, lucen en este que, reconocen los habituales del lugar, es uno de los conciertos mejor sonorizados y ecualizados que ahí se han dado.

Lewis Kahn, quien lo mismo le da al trombón que hechiza a la hora de tomar el violín. Los flautistas no se diga, Mario Rivera, Peter Miranda y Mitchell Ellfrohman, vaya calidad. Ray Vega en la trompeta y Reinaldo Jorge, otro trombonista egresado de aquel Seis del Solar, del Blades de sus primeros épocas. No se puede omitir el talento de Johnny Rodríguez y José Madera en los bongoes y la campana, y de Sonny Bravo al piano. Al igual que el timbre del boricua Frankie Morales, la voz del grupo.

Oye como va mi ritmo, bueno pa' gozá... es el final y la chica Abril sigue con su frenético contoneo.