DOMINGO 12 DE MARZO DE 2000

Ť Triunfa en Guatemala


José Alvarado, entrenador mexicano, por una presea en JO

Rosalía A. Villanueva Ť Bien dice el refrán que nadie es profeta en su tierra, y eso lo demostró el entrenador mexicano José Alvarado, quien descubrió, formó y pulió durante siete años al marchista Julio René Martínez, el único guatemalteco con posibilidades de medalla en 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Sydney, ya que posee la mejor marca del orbe, con 1:17.46 horas, y es uno de los favoritos, con los mexicanos Bernardo Segura y Daniel García, y el ecuatoriano Jefferson Pérez.

El técnico está convencido de que la medalla olímpica quedará en América y no duda que será una gran lucha entre los marchistas del área, por los resultados generados en los últimos cuatro años.

A raíz de la actuación de Martínez en Alemania, donde tuvo la mejor marca mundial de 1999 con 1:17.46 horas, la vida del técnico y del deportista dio un giro de 360 grados, pues con ese resultado el gobierno guatemalteco, viendo el surgimiento del atleta que podría darle la primera medalla olímpica, le ofreció la más alta beca, de 5 mil quetzales (unos 4 mil pesos) mensuales, casa y automóvil, además de apoyo especial para su preparación olímpica, con campamentos en México y Europa.

El profesor Alvarado admite que el desarrollo deportivo no ha sido fácil en Guatemala, pues siendo una nación pobre no se compara su infraestructura y el apoyo con los que se tienen en México. Julio René es un andarín de familia campesina, a quien describe como "un muchacho humilde y disciplinado, con un corazón de oro''.

Alvarado dejó México poco antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, al ser marginado de la selección nacional por órdenes del ex marchista y entonces titular de la Conade, Raúl González, quien nunca valoró el trabajo que desempeñó el técnico, continuador de la escuela de caminata de su maestro Jerszy Hausleber.