Ť Máximo Carbajal, principal blanco de los gritos
Fuertes reclamos de paristas a funcionarios en Derecho
Ť Deslucida inauguración de la Unidad de Estudios de Posgrado
Roberto Garduño Ť La inauguración de la Unidad de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho fue interrumpida por los reclamos y descalificaciones vertidos por integrantes del CGH contra el secretario general de la UNAM, Enrique del Val, Máximo Carbajal, Horacio Castellanos Coutiño, Raúl Carrancá e Ignacio Burgoa Orihuela.
El acto de apertura del edificio, que lleva el nombre de José Castillo Larrañaga, se realizó en el auditorio Bartolomé de Frías y Albornoz, donde acudieron decenas de alumnos, profesores, investigadores, ex directores y maestros eméritos. Entre los asistentes se encontraban integrantes del consejo estudiantil que rechazaron desde el principio al ex director de Derecho, Máximo Carbajal, y a los controvertidos constitucionalistas Carrancá y Burgoa.
Inicialmente se tenía prevista la exposición del director Horacio Castellanos, después el mensaje de Enrique del Val, y posteriormente la develación de la placa alusiva al hecho. No obstante, los ánimos de los huelguistas que acudieron subieron de tono cuando Carbajal, después Carrancá y por último Burgoa -quien hizo reverencia a los reclamos- fueron presentados.
Al comenzar su discurso, Castellanos Coutiño se enfrentó a gritos esporádicos de los integrantes del CGH que coreaban "špresos políticos, libertad!, špresos políticos, libertad!", cuando anunció su reconocimiento a Máximo Carbajal por haber impulsado la edificación de la unidad de posgrado: "fue necesario que arribara a la dirección un universitario de la más pura cépa, de ferrea voluntad y obsesivo amor al plantel, el maestro, doctor Máximo Carbajal Contreras, a quien a nombre de nuestra comunidad y el mío propio quiero dejar constancia de nuestro más cumplido reconocimiento... šgracias, doctor Carbajal!"
El alboroto
Durante la lectura proseguían esporádicos coros del medio centenar de huelguistas que respondieron al final con más fuerza a las palabras del director de Derecho, quién se refirió de la siguiente forma a la actitud del rector Juan Ramón de la Fuente: "nuestra solidaridad con la inteligente, ecuánime y al mismo tiempo conciliadora y muy universitaria posición que ha asumido el rector, Juan Ramón de la Fuente, ante los grupúsculos radicales que han confudido la actitud generosa con una patente de impunidad, reincidiendo en actos violentos como el muy reciente y lamentable: la toma de rectoría".
Aquello terminó con el frágil orden en que se encontraba el auditorio, pues los huelguistas comenzaron a gritar de nuevo: "Ƒy qué pasó con la violenta irrupción de la Policía Federal Preventiva? Castellanos deslíndate, pronúnciate en contra de eso... hazlo". Pero el funcionario siguió leyendo: "Los universitarios, marchando brazo con brazo con sus autoridades, sabremos responder a la fuerza de la violencia con la fuerza de la razón, al desahogo visceral con sólidos argumentos, al ataque artero con la resistencia pasiva, pero sobre todo a la embestida para acabar con la universidad, con un supremo esfuerzo para reedificarla".
La persecución
Después ya no hubo poder humano que controlara a los huelguistas, que comenzaron a increpar a los funcionarios y ex funcionarios universitarios. A Enrique del Val le exigían que cumpliera con los acuerdos del 10 de diciembre y a Máximo Carbajal que se fuera: "no queremos priístas en la UNAM". La inauguración apenas terminó, la placa alusiva no se descubrió. El secretario general de la máxima casa de estudios abandonó rápidamente el lugar, y le siguió Máximo Carbajal.
También Raúl Carrancá e Ignacio Burgoa -quienes se han opuesto desde el inicio de la huelga al CGH, incluso presentaron denuncias en la PGR- fueron objeto de burlas: "viejos carcamanes, dinosaurios, miserables, por ustedes nuestros compañeros están en la cárcel. Fuera la gente represora, chinguen a su madre Carrancá y Burgoa".
Pero fue Máximo Carbajal quien escuchó un rosario de reclamos y descalificaciones en su trayecto rumbo al estacionamiento de la Facultad de Odontología. Protegido por alumnos antiparistas e integrantes de su escolta, el ex director de Derecho salió en vilo: "šfuera Máximo fascista! Vete a trabajar con Labastida. Fuera porro. Fuera golpeadores, fuera Carbajal... esos priístas que se vayan de aquí, šfuera, fuera, pinches asesinos...!"