VIERNES 10 DE MARZO DE 2000

* Presentan la querella 73 contra el ex dictador


Positivo balance, pese a liberación de Pinochet: ex asesor de Allende

Dpa, Ap, Afp, Pl y Reuters, Madrid, 9 de marzo * El gobierno de Eduardo Frei ejerció fuertes presiones políticas desde el momento en que se fincó la primera acusación contra Augusto Pinochet en España, pero todo eso no le sirvió para ganar la "batalla jurídica", señaló el abogado Joan Garcés.

El ex asesor del fallecido presidente Salvador Allende estimó que pese a la liberación del ex dictador el balance "es positivo" ya que "la batalla judicial sí se ganó", y tras la petición de desafuero en los tribunales de Santiago "se ve algo de luz en el túnel de la lucha contra la impunidad, aunque de momento sea sólo un rayito".

Recordó que cuando se presentó la demanda el 4 de julio de 1996 en Valencia por la Unión Progresista de Fiscales, la primera denuncia contra el ex dictador, llegó al equipo de la acusación un fax de Chile advirtiendo que si esa demanda era admitida, Santiago rompería relaciones diplomáticas con Madrid de inmediato.

Esa política, dijo, se mantuvo en los cuatro años y medio del caso, e interpretó que el gobierno de Frei intentó "exportar" hacia España el modelo chileno de que se puede ejercer control político sobre los tribunales. Fue "alarmante" el peligro de un gobierno como el chileno que "mete sus narices" en lo que compete a la justicia.

No obstante, Joan Garcés subrayó que la Audiencia Nacional española nunca aceptó esos mensajes políticos ni el primer día ni el último, como tampoco aceptaron el "chantaje" los otros tribunales de Gran Bretaña, Francia, Bélgica y Suiza, y ni siquiera cuando Chile movía toda la parafernalia, incluyendo al Vaticano.

Tras señalar que por eso la batalla legal "sí se ganó", admitió que el gobierno español terminó por plegarse a las presiones políticas de Santiago, y en ese sentido dijo que Madrid envió sucesivas andanadas a través de la Fiscalía General de España, y atacó sistemáticamente el procedimiento para minarlo.

En Chile, prácticamente se descartó que Augusto Pinochet asista este sábado a la asunción del presidente socialdemócrata Ricardo Lagos, ya que el ex general viajó esta tarde en un helicóptero militar a una de sus residencias campestres en la localidad de Bucalemu, 170 kilómetros al noroeste de la capital del país.

Pinochet nombró ya al equipo de abogados que lo defenderá y que será encabezado por Fernando Uribe, Ambrosio Rodríguez --ex asesor jurídico del régimen mi- litar--, Pablo Rodríguez --fundador del grupo fascista Patria y Libertad-- y Miguel Alex Schweitzer, quien asesoró a los defensores del ex dictador en Londres.

Este día se presentó una nueva querella criminal contra Pinochet, la número 73, que se hace extensiva al encarcelado ex jefe policial de la dictadura, el ex general Manuel Contreras, en relación a la desaparición de un dirigente campesino y otro socialista, caso que será investigado por el juez especial Juan Guzmán.

La hija del fallecido presidente socialista Salvador Allende, la diputada de ese partido Isabel Allende, afirmó por su parte que tiene "pruebas fehacientes" para acusar a Pinochet por la muerte de su padre durante el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez Aicardi.

Citó grabaciones donde Pinochet le decía a otro militar a través de la radio que "si lo subimos a un avión, luego lo tiramos", y destacó como meritorio que el Consejo de Estado se haga parte en el caso del desafuero del también senador vitalicio.

Asimismo, comentó que la aceptación de uno de los hijos de Pinochet de que fue un error no entregar los cadáveres a los familiares de las víctimas, es una admisión de las ejecuciones, que por mucho tiempo los militares negaban al afirmar que muchos muertos cayeron en combates.

Por su parte, el saliente presidente democristiano Eduardo Frei destacó este jueves estar satisfecho de la labor de su gobierno de seis años, aunque admitió que aún falta completar la democratización del país para acabar con las instituciones heredadas de la dictadura de 16 años y medio.

Dijo el mandatario que le preocupaba que este proceso para consolidar la democracia en el país siguiera siendo lento y que su gobierno no lo haya podido concluir, pues no logró eliminar "las instituciones de corte autoritario".

En tanto que comenzaban a llegar los invitados al cambio de mando para el sábado, analistas políticos destacaban que el próximo presidente, Ricardo Lagos, deberá enfrentar el desafío de imponer su autoridad sobre el poder militar, que sigue siendo decisivo en el país.