JUEVES 9 DE MARZO DE 2000

* España no puede dar lecciones a Chile porque no juzgó a franquistas, dice


Actuará la justicia chilena en el caso Pinochet: Frei

Afp, Dpa, Ap y Reuters, Madrid, 8 de marzo * La justicia en Chile "actuará" en el caso de Augusto Pinochet porque se vive bajo un Estado de derecho, declaró el presidente chileno, Eduardo Frei, al canal TV3 de la televisión de Cataluña, y advirtió que España no le puede dar a su país lecciones judiciales.

"En Chile los tribunales funcionan porque es un Estado de derecho" y van a "actuar" ahora, por lo que España no puede poner en duda el sistema judicial chileno y tampoco "debemos "recibir lecciones de nadie", pues en España durante la guerra civil hubo "más de un millón de muertos y no juzgaron a nadie", aseveró.

El mandatario democristiano insistió en que España no tiene soberanía para juzgar a Pinochet ya que "eso no es democracia, no es respeto a los estados", y recordó que "en España hubo 30 años de dictadura (de Francisco Franco) y se quedaron callados después. Y el dictador murió en su cama".

En otras declaraciones, Frei admitió que el aparatoso recibimiento militar al ex dictador el viernes impidió sellar el diálogo sobre los derechos humanos, que desde hace seis meses realizaban representantes de las fuerzas armadas y abogados de familiares de las víctimas de la dictadura.

No obstante, dijo que "debemos anteponer el profundo anhelo del rencuentro entre los chilenos a las legítimas discrepancias, e incluso eventuales provocaciones o actitudes irresponsables", en clara alusión a la recepción que los jefes de las tres armas brindaron a Pinochet en el aeropuerto santiaguino, con un gran despliegue militar.

El presidente hizo estas declaraciones luego de recibir de manos del ministro de Defensa chileno, Edmundo Pérez Yoma, cuatro tomos con las intervenciones de los 22 miembros de la mesa de diálogo, y después de que los abogados Roberto Garretón, Pamela Pereira y Nelson Caucoto rehusaron firmar las conclusiones en protesta por la recepción militar al ex gobernante de facto.

En paralelo, el canciller español, Abel Matutes, dijo haber pedido "precisiones" a Santiago sobre "cómo y cuándo podría personarse España en este proceso" que se le seguirá a Pinochet en Chile, después de que el gobierno de José María Aznar se negó a presentar una apelación ante la decisión británica de liberarlo.

Mientras, esta mañana Pinochet recibió la visita en su residencia del comandante en jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, lo cual fue interpretado por analistas como una "nueva provocación" y por otros como una seria preocupación de las fuerzas armadas ante el proceso de desafuero puesto en marcha por la justicia y la decisión del Consejo de Defensa de Estado de sumarse como querellante, reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez.

Por la tarde Pinochet fue llevado al Hospital Militar, donde permaneció una hora y 10 minutos, a fin de someterse a una revisión odontológica.

Fuentes de la familia dijeron que esta visita estaba programada, y fue la primera salida que efectúa el ex dictador desde su retorno a Chile; la fuente dijo que su estado de salud es estable y que por las mañanas sale al jardín de su casa a dar paseos.

Se conoció que en la noche del martes el ex militar también se reunió en su casa con un grupo de abogados derechistas, para afinar la estrategia legal para encarar el posible proceso legal que promueven los opositores en su contra.

Lo anterior fue confirmado tácitamente por la familia ya que Marco Antonio Pinochet, el hijo menor, declaró al diario derechista La Tercera que "yo siempre dije que el único lugar en que se le podía hacer juicio --a su padre-- era Chile, y por lo tanto la familia lo acepta".

En el mismo tenor, dijo que fue "un error garrafal" del régimen militar de su padre no haber entregado los cuerpos de las personas cuando hubo ejecuciones, ya que "se habría evitado el dolor de tanta gente", pues según cifras oficiales se estima que serían unos mil 200 los detenidos desaparecidos durante la represión militar.

"Es indudable que esas personas fallecieron. No entiendo, no veo cuál fue el propósito de esconder un cadáver. Para mí hubo un error garrafal", apuntó Marco Antonio en tono mesurado al comentar los sucesos de 17 años de dictadura (1973-1990).

El ministro del Interior, Raúl Troncoso, afirmó a su vez que la decisión del gobierno de sumarse a una querella contra Pinochet no responde a presiones, sino que ha estimado que se debía hacer en este momento y porque el propio Consejo de Defensa del Estado lo ha estimado necesario.