MIERCOLES 8 DE MARZO DE 2000
Ť Programa de la Armada para sustituir buques
Obsoleta, 60% de la flota naval
Ť Limitada construcción de barcos en el astillero de Salina Cruz
Jesús Aranda, enviado, Salina Cruz, Oax., 7 de marzo Ť A pesar del ambicioso programa permanente de sustitución de buques de la Armada de México implantado en el presente sexenio, 60 por ciento de la flota naval lleva "más allá de su vida útil de trabajo", señaló el director general adjunto de Construcción Naval, contralmirante Sergio Enrique Anaya.
Indicó que con la integración de seis buques Holzinger para finales del presente sexenio, la adquisición de 40 lanchas interceptoras y la fabricación de lanchas menores, se triplicará la capacidad operativa de la Armada en relación con 1994.
En conferencia de prensa realizada al término de un recorrido por el astillero de Marina número 20 ubicado en Salina Cruz, en donde se encuentran en construcción dos buques Holzinger, el contralmirante reconoció que por cuestiones presupuestales la Armada no podrá cumplir su compromiso de fabricar ocho buques de este tipo en esta administración, como se tenía previsto
Explicó que con la capacidad instalada actual de la Armada se podría duplicar la producción de buques y con ello lograr tener una flota a la altura de las necesidades del país en cinco años; sin embargo, las asignaciones presupuestales actuales limitan la construcción de estas embarcaciones, y se estima que con los ritmos de producción actuales se alcanzaría este objetivo en no menos de 10 años.
Acompañado por el vicealmirante Daniel Zamora, comandante de la vigésima zona naval, el contralmirante Anaya explicó que los buques Holzinger, que desarrollan una velocidad promedio de 20 nudos, llevan 70 tripulantes y cuentan con un cañón de 57 milímetros, han hecho más eficientes las labores de vigilancia, protección de la soberanía y combate al narcotráfico; su capacidad se amplía con un helicóptero MD-902 y una lancha interceptora que llevan a bordo.
Añadió que debido al éxito obtenido, el Holzinger producido en México en los astilleros de la Armada -con una integración nacional de sus partes de 63 por ciento- representa un orgullo para la flota naval del país y compite exitosamente con naves de su clase de todo el mundo.
De esta manera, con los dos buques de este tipo en operación, otros dos que serán abanderados el 21 de abril próximo y dos más que terminarán de construirse antes de diciembre, la capacidad operativa de la Armada se incrementará, a pesar de que 60 por ciento de las 160 naves con que se cuenta superan los 40 años de servicio.
Sobre la lancha interceptora, dijo que es construida con ingeniería mexicana en los astilleros de la Armada en Coatzacoalcos; son embarcaciones para tres elementos y alcanzan una velocidad de 50 nudos.
En este astillero, construido en 1905 durante el régimen de Porfirio Díaz se desarrolla una actividad febril con 450 marinos, 500 obreros base civiles y 550 empleados eventuales, para dar los últimos toques al buque Matías Romero, que será abanderado el próximo mes; en Tampico, una cantidad similar de trabajadores labora también a marchas forzadas para terminar el buque Guillermo Prieto; ambos llevan 90 por ciento de avance.
Oficiales consultados durante la visita al astillero afirmaron que, de tener el presupuesto necesario, sólo en las instalaciones de Salina Cruz se podrían producir al mismo tiempo tres barcos Holzinger en un año; en cambio, en las situaciones actuales se construyen dos de 18 a 24 meses.
Para la Armada, el proceso de construcción de estos barcos, que tienen un costo por unidad de 350 millones de pesos, va más allá de cumplir el proyecto de sustituir naves obsoletas, toda vez que se busca también impulsar la construcción naval y con ello crear empleos y oportunidades para que las empresas nacionales participen en la elaboración de partes.
El equipo que importa la Marina para estas naves son las máquinas, instrumentos de navegación nocturna, navegador por satélite y de detección, mismos que son de tecnología de punta a nivel mundial.